Ilya Repin, Retrato de Vladimir Vasilievich Stasov, 1883
El trabajo del pincel lo dice todo. Pero el pincel se debe a otra cosa. ¿Qué impulsa la mano del pintor? ¿Los dedos? No, los dedos son resortes de una máquina. ¡La mente del pintor! (dirán los mentalistas). No, la mente mentaliza... un estilo. Un tomo de reminiscencias dibujadas de la vida entera: el olor a leña en el aire durante Maslenitsa. La pudrición de las hojas del campo en otoño. El bullicio del mercado. Un meterse (okunut'sia) sin miedo de lleno en las cosas. -- V. V. Stasov (St. Petersburgo Gazette, 1873).
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