alFredoTriFf
a todos los marielitos que aún compartimos el ideal político de La yuma
Comienzo con una confesión: Para mi generación del Mariel (1980), EE. UU. sigue siendo el modelo de civilización.
Ahora ese modelo está en peligro.
En La yuma (como le decimos los cubanos exilados al país del norte) vivimos un experimento único de balance político entre progreso económico y equidad social. Incluso hasta entrado los 2000 defendíamos la notable diferencia entre el liberalismo americano y el socialismo/comunismo castrista. ¿Cuál era esa diferencia?
1. En lo económico, el pragmatismo. Su principio estipula que lo que funciona a nivel económico (el progreso) es deseable. Los cambios deben ser lentos e incrementales. 2. En lo político, la democracia es abierta y participativa. El principio defendía la justicia con transparencia. 3. En lo social, muchos apostábamos por un curso centrista de balance entre la izquierda y la derecha. Con la primera, se maximizaba la distribución de la riqueza sin dañar el incentivo individual. Con la segunda, se estimulaba la libertad empresarial sin dañar la equidad social.
Lo que ignoramos durante esos años fue la profunda erosión del liberalismo a manos del identatarianismo. Esa erosión se presenta con fuerza en el presente 2020. Traigo malas noticias: el liberalismo americano que conocíamos está en franca caída.
Acaso algunos de Uds. no sepan de qué hablo. El identatarianismo está en auge. Es la ideología que preside el momento que vivimos.
El principio básico del identatarianismo es la interseccionalidad, bautizado por la feminista y académica Kimberlé Crenshaw:
La interseccionalidad subraya que el género, la etnia, la clase u orientación sexual, como otras categorías sociales, lejos de ser “naturales” o “biológicas”, son construidas y están interrelacionadas. Es el estudio de las identidades sociales solapadas o intersecadas y sus respectivos sistemas de opresión, dominación o discriminación.La teoría propone que se debe pensar en cada elemento o rasgo de una persona como unido de manera inextricable con todos los demás elementos, para poder comprender de forma completa la propia identidad.
El concepto de identidad del ser humano de la posguerra (consecuencia de las revoluciones americana y francesa y el iluminismo) ha pasado a ser una descripción superficial, incluso indeseable.
En la mente del jóven millenial, educado, y por lo general blanco, de EE. UU., lo que define la identidad del ser no es el universalismo. Hoy el sujeto se debe a una construcción predeterminada por sesgos acumulativos de diferenciales basados en la idea de la discriminación y el racismo:
La interseccionalidad examina y sugiere cómo las categorías biológicas, sociales y culturales como el género, la etnia, la clase, la discapacidad, la orientación sexual, la religión, la casta, la edad, la nacionalidad y otros ejes de identidad interaccionan en múltiples y a menudo simultáneos niveles.
La identidad del ser humano termina coartada por sesgos de género, clase, etnia, casta, orientación sexual, descapacidad, etc. La identidad gana o pierde grados de DISCRIMINACIÓN, que pueden o no adjudicarse e intersectarse (y mientras más mejor).
Los cubanos exiliados no somos ajenos a ese tipo de coartada ideológica. Crecimos con ella. ¿Podemos olvidar la diferencia entre socialista e imperialista, comunista y capitalista, explotado y explotador, trabajador y lumpen, integrado y apático, revolucionario y escoria? Solo que aquellas diferencias venían dadas por el concepto marxista de "clase" y el grado de integración política al régimen.
El identatarianismo milenario define la sociedad en ganadores y perdedores a partir de una calificación interseccional predeterminada por la matriz de la dominación donde la mayor puntuación le toca al más explotado; la menor, al más privilegiado.
¿Quiénes pierden?
En la raza: el blanco.
En el sexo: el hombre.
En la etnia: el europeo o europeo/descendiente, también el judío.
En el género: el heterosexual.
En la capacidad: el no descapaz (de ahí que el mérito moleste tanto al identatario; no queda cubierto por la intersección).
En la religión: el cristianismo y el judaísmo (el cristianismo es judeo/cristiano).
En el sistema económico: el capitalismo, generador de todos los males (via Marx).
En la cultura: Occidente.
En la nacionalidad: Cualquier nacionalidad de ascendencia europea.
¿Quiénes ganan? Todos los demás, pero no es tan sencillo como parece. La coreografía identataria persigue un esquema férreo e ineludible. Observen como la aplicación del sesgo interseccional nos lleva de cabeza precisamente a la discriminación que se pretende combatir:
Una mujer blanca gana menos puntos que una mujer blanca lesbiana (sexismo).
Un gay latino gana menos puntos que un transexual latino (generismo).
Un negro heterosexual cristiano gana menos puntos que un negro gay mahometano (sexismo y discriminación religiosa).
Una lesbiana blanca gana menos puntos que una lesbiana negra (racismo y sexismo)
Un blanco homosexual gana menos puntos que un nativo americano transexual discapacitado (racismo, sexismo y discriminación por capacidad)
Ármate de cuanta intersección sea posible, y si no, pide alguna prestada. Olvida aquella sentencia universalista de Martin Luther King: juzga a la persona no por el color de su piel sino por el contenido de su carácter.
¿Deseas ese mundo?
Inspirador análisis el de tu artículo amigo Triff. Yo también, soy de la generación del Mariel o Embajada del Perú, tenemos el beneficio de las dos caras de la moneda, sufrimos lo mismo y por ende estamos mas cercanos a la catarsis de la verdad. Beneficio que no aprovechan otros usando la experiencia ajena y los resultados del fracaso pragmático del socialismo. A mi entender, este país ha estado viviendo ese experimento único de balance político de ascenso económico y progreso en equidad social desde su temprano nacimiento. Clara es la diferencia entre la Carta Magna de 1215 y La Pepa de 1878. En mi opinión, esa es la diferencia cultural entre un país de balances, de orden y leyes que permiten el avance social a través del progreso económico y el esfuerzo acumulativo de riquezas por el trabajo y el esfuerzo individual, no por el robo y la corrupción política o nepotista. Creo que el deterioro libero/anarquista que ha erosionado el tradicional partido demócrata, tiene la semilla, y viene ya infiltrada por la envidia socialistoide como parte de su propio fracaso. Si, razón tienes en apuntar a la interseccionalidad que utilizan como herramienta divisoria y destructiva. Divide et impera! Mientras más déspotas y discriminatorias etiquetas étnicas, sociales, clasistas, sexuales o seudo sexuales, de religión, casta, nacionalidad, origen o de cualquier divisiva naturaleza que sirva para separar y dividir, más cruento será el conflicto que necesitan incitar, para tratar de probar la falsedad de su corrupta e irrealizable utopía. Hasta ahora no conozco ninguna revolución que no haya terminado en sangre y fracaso; por supuesto sin olvidar el feudal caudillismo cultural como componente, heredado de las tardías potencias europeas que son responsables del tercermundismo. Sobre el argumento de que el legado, yo diría mas bien sangriento, de la Revolución Francesa tiene algo que ver con el Iluminismo político y filosófico del llamado “Siglo de las Luces” yo tengo mis dudas, así como la glorificación de todas las destructivas llamadas revoluciones sociales contemporáneas. La Paz y la estabilidad engendra mejores cosas estoy de ello seguro. El Pragmatismo cultural, de orden y leyes, la tradición legal de La Carta Magna, ha servido de base al resultado final de una exitosa Republica Democrática por 244 años después de las trece colonias. Esta elite liberal y de extrema izquierda socialista, ni siquiera son los más “explotados” Viven en burbujas protegidas sin tener ni la más P%&$ idea o conocimiento de la vida de los no “privilegiados” Yo creo que a pesar de los bozales de diseño, y la millonaria corrupcion de los que seenriquecen en posiciones de gobierno, los privilegiados somo nosotros por haber vivido hasta ahora en u país de oportunidades y que ha sido el creador de la ecualizadora clase media, de la cual ellos se burlan; y del sueño americano que ellos odian. ESA ES LA IGUALDAD QUE NOS QUIEREN ARREBATAR. La igualdad del resultado de nuestros méritos. No lo permitamos.
ResponderEliminarHasta ahora no conozco ninguna revolución que no haya terminado en sangre y fracaso; por supuesto sin olvidar el feudal caudillismo cultural como componente, heredado de las tardías potencias europeas que son responsables del tercermundismo.
ResponderEliminarLo sabemos por carne propia. La gente olvida rápido. Gracias.