alfredotriff
Eslinda Cifuentes me envía un artículo por email. Un artículo sobre Byung-Chul Han. Lo leo y no puedo creerlo. Siento un calor en la nuca que me dice: es hora de luchar una lucha muy desigual. Sé que perderé, no por no tener mejores argumentos. No, perderé porque Byung-Chul es profesor de la Universität der Künste, Berlin, perderé porque es un dios mediático, dios fofo, pero dios al fin.
El editor del artículo blande un título portentoso: Un filósofo surcoreano es tendencia por sus 9 definiciones sobre el Covid-19.
¿Definiciones? Es una palabra muy dura. No puede haber definición de algo que no sea sinonímico. Dados Y y X, decimos que uno define al otro cuando podemos intercambiarlos sin contradicción alguna (lo que jamás será el caso en lo que sigue).
Vayamos por parte:
1. La pandemia, en particular, pone de relieve los problemas sociales, los fallos y las diferencias de cada sociedad. Con la Covid-19 enferman y mueren los trabajadores pobres de origen inmigrante en las zonas periféricas de las grandes ciudades.
Falso. Aquí la gráfica, vaya a la curva de "high income", tienen la mayor cantidad de muertos.
2. La pandemia no es solo un problema médico, sino social. Una razón por la que no han muerto tantas personas en Alemania es porque no hay problemas sociales tan graves como en otros países europeos y Estados Unidos.
Falsch! Alemania, aunque tiene menos índice de mortalidad, dista de los mejores países de Europa en salud publica, con el número 17 de acuerdo a esta fuente. Se le adelantan España, Francia, Austria y Dinamarca (comprendo a Byung-Chul, vive en el país que defiende).
Después de leer a Byung-Chul, me atrevo a escribir algo tan profundo como esto: "La adicción a las drogas no solo es un problema médico, sino sicológico".
3. El segundo problema es que la Covid-19 no sustenta a la democracia. Como es bien sabido, del miedo se alimentan los autócratas. En la crisis, las personas vuelven a buscar líderes.
Definición 3. es el caso típico de non sequitur. La primera, la segunda y la tercera oración no tienen nada que ver una con la otra. ¿Será posible que Byung-Chul no coordine lógicamente un simple silogismo?
4. Con la pandemia nos dirigimos hacia un régimen de vigilancia biopolítica.
Puede ser. Pero la posibilidad nunca podrá ser nada segura.
5. El virus es un espejo, muestra en qué sociedad vivimos. Y vivimos en una sociedad de supervivencia que se basa en última instancia en el miedo a la muerte. Ahora sobrevivir se convertirá en algo absoluto, como si estuviéramos en un estado de guerra permanente.
La primera y la segunda oración de 5. expresan nimiedades. ¿Otra metáfora blasé frente al espejo? Para comprobarlo, sustitúyase "virus" por otras harto conocidas:
La pobreza es un espejo, muestra en qué sociedad vivimos.
El cambio climático es un espejo, muestra en qué sociedad vivimos.
La explotación del hombre por el hombre es un espejo, muestra en qué sociedad vivimos.
El pecado del mundo es un espejo, muestra en qué sociedad vivimos.
¿Desde cuándo sobrevivir deviene valor absoluto? Ahí están los kamikazes nipones, los portabombas de ISIS, o los jóvenes en los clubes y las playas de Europa y EE.UU. durante esta semana (en Berlín los clubes son lo máximo de promiscuidad, Byung-Chul debe saberlo).
6. La pandemia vuelve a hacer visible la muerte, que habíamos suprimido cuidadosamente. En nuestra histeria por la supervivencia olvidamos por completo lo que es la buena vida.
La muerte jamás podrá suprimirse, ni siquiera como artilugio, pues la fragilidad del cuerpo humano siempre se impondrá. Todo virus es ADN ancestral: "polvo eres y al polvo volverás". La segunda declaración me parece correcta, pero vale un detalle: la buena vida nada tiene que ver con un virus y olvidarla es solo producto de nuestra ignorancia.
7. Por sobrevivir, sacrificamos voluntariamente todo lo que hace que valga la pena vivir, la sociabilidad, el sentimiento de comunidad y la cercanía. Con la pandemia además se acepta sin cuestionamiento la limitación de los derechos fundamentales, incluso se prohíben los servicios religiosos.
De acuerdo, lo estamos viviendo. ¿La religión? Es lo ancestral, precede al homínido; esencial, nos abre a lo espiritual. Primero caerán los políticos antes que la religión.
8. El pánico ante el virus es exagerado. La edad promedio de quienes mueren en Alemania por Covid-19 es 80 u 81 años y la esperanza media de vida es de 80,5 años. Lo que muestra nuestra reacción de pánico ante el virus es que algo anda mal en nuestra sociedad.
Muy cierto, pero no hay nada de iluminado en realizar ese punto. Mejor haría en apuntar de dónde viene el pánico. Decirlo claro: los medios de comunicación son los responsables del pánico y la desinformación. Byung-Chul se abstiene en lo más importante: por qué nos bombardean —comprendo por qué calla (shhh, Politische Korrektheit?)
9. China venderá su estado de vigilancia autocrática como modelo de éxito contra la epidemia. Exhibirá por todo el mundo aún con más orgullo la superioridad de su sistema.
De nuevo, es posible. O todo lo contrario. China saldrá bien jodida por la mierda que ha hecho. Está por verse.
Nota bene: Está claro que el asunto no consiste en mi estar —o no— de acuerdo con Byung-Chul. La verdad es independiente de cualquier punto de vista.
2 comentarios:
El no me acaba de gustar. En ocasiones me parece banal. No es que se trate de la banalidad del mal, pero cuidado.
En ocasiones me parece banal. No es que se trate de la banalidad del mal, pero cuidado.
Gracias, Carmen, eres un peligro.🤣🤣🤣
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