miércoles, 13 de noviembre de 2019
¿Huida o patraña?
JoTa eRRE
Evo Morales se ha visto obligado a asilarse en México. La verdadera causa no responde a los motivos expuestos en su declaración de renuncia a la presidencia. Sería un acto de suma ingenuidad asumirlo. No es la pacificación del país su móvil. No es el evitar derramamientos de sangre. No es el acoso de la oposición, puesto que la violencia la protagonizan sus partidarios con centenares de actos brutales contra la propiedad privada y las instituciones públicas según lo demuestran los desmanes reflejados en la prensa.
No, Evo, te vas porque estás incriminado. Te vas porque violaste la ley electoral con una votación fraudulenta. Te vas porque estás involucrado en negocios corruptos. Te vas porque pueden saltar tus vínculos con el narco. Te vas porque si se revisan tus archivos en papel y se descodifican tus computadoras se revelan centenares de maniobras con Caracas y La Habana que te implican en turbias maniobras políticas y operaciones equívocas a nivel nacional y regional en el ámbito de las inversiones, regeneración de capitales sucios, fraudes financieros y la desestabilización de las democracias.
Estás hundido en el fango, indígena oligarquizado. Muy hundido. Y espero que los servicios de inteligencia boliviana vayan desenredando la madeja. Y si no pueden ellos que acudan a la DEA y al FBI.
Tu táctica va a ser promover la subversión. Vas a insinuar tu regreso. Esa es tu jugada. La patraña. Desde donde te encuentres. Ciudad México, Caracas, La Habana. Ciudades donde desembarcarás como todos los tiranos cínicos con las manos en alto y la faz alegre, despreciando el dolor que sembraste en tu tierra.
La estrategia de la democracia, en oposición, ha de ser desenmascararte limpiamente. Demostrar tu vocación de títere de todos los poderes: el comunista, el narco y el de la corrupción financiera.
Lograste huir. Ahora hay que frustrar tu premeditado retorno. Los pueblos resienten doblemente los reciclajes de la dictadura. Y en este instante de ajustes tú tienes algo en contra, Evo: los miles de ojos que te vigilamos. Un gran problema para ti. Antes no contabas con eso.
¡Candela!
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