jueves, 20 de junio de 2019
Al filo de la tecata
“¡Párate y vírate!” Le ordena telepáticamente. Le ata las manos por detrás con una cuerda de seda. “Esta noche lo hacemos completo.” “¡No, No! Grita el muchacho” “Sí, sí”. La pinga eyacula en un silente “sí” y Mugwump abre la cortina roja de seda, mostrando un patíbulo de cedro perfumado, adornado con azulejos aztecas, contra una mampara de pana carmesí. El muchacho cae lleno de pavor, sobre sus rodillas con un largo “Oooooohhh”, cagando y orinándolo todo. Siente la mierda tibia en sus muslos; un espumarajo de sangre le llena la garganta y los labios. Su cuerpo se contrae en posición fetal, el semen refulgente le baña la cara. Mugwump moja una toallita azul en una vasija de alabastro con agua de rosas y con aire absorto le lava la pinga y el culo al muchacho. Mientras, un viento denso y tibio se desliza sobre el pecho y el cuerpo del muchacho; sus vellos flotan en el aire. Entonces, con un último tirón, Mugwump carga al muchacho por debajo y lo para sobre sí mismo, mirándolo a los ojos. El muchacho contempla a Mugwump con ojos en blanco como la obsidiana (mientras borbotones de sangre negra salen por los huecos de las paredes del excusado, anunciando la erección postrera). -- William Burroughs, Naked Lunch.
martes, 18 de junio de 2019
Mala requetemala: El libro rojo de Sakuntala la Mala
Eslinda Cifuentes
Sakuntala, en El libro rojo de Sakuntala la Mala, es una apropiación de Daniel Fernández, de un personaje que Reinaldo Arenas maliciosamente le adjudicara. De manera que con todo derecho y alevosía, Daniel explosiona su alter ego para no dejar mono con cabeza.
Daniel/Sakuntala se las sabe casi todas; es una voz didáctica que arremete contra la literatura y sus convenciones y contra las virtudes aristotélicas. El libro rojo es un buche agri dulce, risueño y desparpajado, que nos cura del exceso de esperanza (en la humanidad perdida), aforismos maliciosos y otras benevolencias se chorrean por las comisuras de la boca mientras se lee; franquezas que salen por la cuenca del OjO de Bataille. Y es que Daniel se vale del lenguaje como parodia del significado. Un librito harto recomendable a aquellos que se erigen en nuevas inquisiciones.
Luego no se diga que en Miami no se escriben anti poemas, libros desvergonzados y políticamente incorrectos (cuán necesarios a nuestra herida de muerte es dejarnos de mentiras piadosas). ¡Qué compasivo es un librito que se ahorra los eufemismos! Mini textos corroídos y mal intencionados, mariconerías pesimistas, sin fe en el mejoramiento humano, como debe ser.
El libro es un gesto estético desinhibido, libre, arrojado y hasta por momentos, ligeramente hermoso. Un librito que da más de lo que promete. Manual para una seudo ciencia del carácter humano, a lo Daniel/Sakuntala; si no, diga usted:
“El jardinero siente a las lagartijas cuando lo están mirando”
“No hay gay ni straight, esos son inventos de las religiones y los códigos morales. Todos somos bisexuales, más o menos”.
“En los condones también está Dios”.
“Dios no perdona a los débiles”.
“No se quejen, que ya vendrán tiempos peores”.
“No importa; mañana será otra noche”.
“Los padres y la patria son males necesarios”.
“Llevan los logros de la izquierda hasta el absurdo para que abracemos la derecha. ¡ES UN PLAN!”
“Dicen que soy cínica. Nada de eso; soy felina”.
Prrrrrrrrrr.
Sakuntala, en El libro rojo de Sakuntala la Mala, es una apropiación de Daniel Fernández, de un personaje que Reinaldo Arenas maliciosamente le adjudicara. De manera que con todo derecho y alevosía, Daniel explosiona su alter ego para no dejar mono con cabeza.
Daniel/Sakuntala se las sabe casi todas; es una voz didáctica que arremete contra la literatura y sus convenciones y contra las virtudes aristotélicas. El libro rojo es un buche agri dulce, risueño y desparpajado, que nos cura del exceso de esperanza (en la humanidad perdida), aforismos maliciosos y otras benevolencias se chorrean por las comisuras de la boca mientras se lee; franquezas que salen por la cuenca del OjO de Bataille. Y es que Daniel se vale del lenguaje como parodia del significado. Un librito harto recomendable a aquellos que se erigen en nuevas inquisiciones.
Luego no se diga que en Miami no se escriben anti poemas, libros desvergonzados y políticamente incorrectos (cuán necesarios a nuestra herida de muerte es dejarnos de mentiras piadosas). ¡Qué compasivo es un librito que se ahorra los eufemismos! Mini textos corroídos y mal intencionados, mariconerías pesimistas, sin fe en el mejoramiento humano, como debe ser.
El libro es un gesto estético desinhibido, libre, arrojado y hasta por momentos, ligeramente hermoso. Un librito que da más de lo que promete. Manual para una seudo ciencia del carácter humano, a lo Daniel/Sakuntala; si no, diga usted:
“El jardinero siente a las lagartijas cuando lo están mirando”
“No hay gay ni straight, esos son inventos de las religiones y los códigos morales. Todos somos bisexuales, más o menos”.
“En los condones también está Dios”.
“Dios no perdona a los débiles”.
“No se quejen, que ya vendrán tiempos peores”.
“No importa; mañana será otra noche”.
“Los padres y la patria son males necesarios”.
“Llevan los logros de la izquierda hasta el absurdo para que abracemos la derecha. ¡ES UN PLAN!”
“Dicen que soy cínica. Nada de eso; soy felina”.
Prrrrrrrrrr.
lunes, 17 de junio de 2019
"volver" a 2012 para un episodio de arte y ostalgia
aLfrEdo tRifF
desempolvando textos me encuentro con una discusión que va atrás a 2012, con el crítico y curador gerardo muñoz. se inauguraba en miami un show titulado Designing Post-Communism: recent political imaginaries in Cuban contemporary art. no olvidemos: castro moriría cuatro años más tarde.
disfruté el show, su energía palpable y así lo plasmé. claro está, como hijo bastardo del Sozialforschung añadí una ampliación especulativa.
aquí mi reseña inicial del show,
la ampliación añadida,
para mi sopresa, recibí una respuesta de gerardo que me subió la parada. no esperaba tal cosa (no se estila entre nos, adictos a leer y seguir). gerardo no: y lo aprecié y disfruté.
aquí mi respuesta a gerardo: ampliación que a continuación reproduzco:
____________________
a partir del post de ayer en tumiamiblog, he recibido llamadas y mensajes de amigos, lo que me obliga a una discusión más detallada. comentar el postcomunismo cubano es –como debe saberse– empresa nada fácil. "ostalgia" habla de un hecho en el ex-bloque soviético, un "desear" volver a... desde la nos[talgia] (que es deseo al fin) al comunismo o sus aspectos (ojo: "volver con la frente marchita" es complicado).
lo nuestro es otra cosa. cuba es todavía un país comunista en el presente.
enunciamos: todo post- trae consigo rechazo y añoranza. pero ¿cómo añorar el presente?
¿será que rechazamos el presente y añoramos un futuro no acontecido? dato curioso: rechazar el presente es repetirlo con dolor. aparece entonces "nostalgia" pero la palabra carga demasiado white noise.
"ostalgia" se queda corto (gracias, gerardo).
"volver" es una condición automática del ser: uno siempre cree volver a un "tiempo/borra/las/heridas" del ser. se equivocan: no hay vuelta en limpio posible. "volver" es haber ya vuelto. vale la pena revisar un pasaje oscuro de j. derrida en limited inc.:
(...) la iteración apunta a algo (iterable) que a su vez lo determina: tratará en vano de actualizarse, de llenarse, pero en virtud de su estructura no podrá realizarlo.es decir, "volver" es hacerlo –ahora cito al ostálgico de los años 30, carlos gardel– "con la frente marchita". apliquemos este "volver" derrideano a nuestra condición en busca de gestos análogos:
¿qué es postcomunismo? etimológicamente hablando, algo "después de..." el comunismo aunque cualquier "después" puede durar sin límite. la cota de todo post- es una condición abierta [, [ que apunta un presente continuo redundante. ¿acaso no somos post-ilustrados, post-jacobinos, post-románticos, post-colonialistas, post-capitalistas, post-marxistas y post-postmodernos?
para ser post-algo no hay más que ser y estar, que es –técnicamente hablando– un petitio.
alguien con sonrisa cínica riposta: que si el post- que discutimos es temporal o conceptual. si aceptamos que post- sea conceptual, entonces no podemos inyectarle temporalidad cronológica: o teta o sopa. el tiempo puede ser una idea del tiempo, pero en las ideas no transcurre el tiempo, que como diría agustín de hipona: "... está encadenado al misterio del ser creado" (ciudad de dios, XII, p. 15).
el tiempo es un hecho hecho carne.
el postcomunismo cubano (si existiera) debe cumplir su condición de apuntar a un referente real. ¿cuál? en cuba impera un partido comunista dirigido por la primera generación de la revolución. ¿y los cambios? "todo cambia" dice heráclito.
gerardo le apuesta a heráclito –yo a zenón.
(escucho una conversación hipotética)
postcomunista: ahí está la caída del bloque soviético.el postcomunismo cubano no puede ser una condición temporal, desde el momento que en cuba impera un partido comunista dirigido por la primera generación de la revolución. desde el punto de vista que he llamado platónico, en Cuba no hay postcomunismo. Para el susodicho, el comunismo pervive.
castrista miembro del pcc: el bloque se habrá caído, pero aquí nada se ha caído. la revolución meramente se adapta a nuevas coyunturas.
postcomunista: pero hay síntomas internacionales que apuntan...
castrista miembro del pcc: aprende a leer coyunturas.
a no ser que seamos nosotros los que hemos cambiado. entonces declárese:
cargamos nuestra *algia* de una manera muy ¨nost¨.
*algia* es dolor, y todo dolor de acuerdo a gardel denota un "volver", iterable, masoquista y por tanto placentero. mucho mejor que la crítica lo explica el bolero: cubano, jeremíaco álgido y noctámbulo.
y ¿¨nost¨? lo que martí llamara "lo nuestro", imprescindible y necesaria redundancia (ejemplos: el barroco lezamiano, la poesía yoística cubana, los discursos de castro, miami en la habana: dos épocas, dos fin de siglo, dos encantos etc).
nuestro postcomunismo es un deseotruncode volver de una condición fantasmática entre temps. ¨nost¨ existe en un limbo, ni ideal ni real. la república es un fantasma en pretérito, reevaluada por vueltas y revueltas. el presente castrista no termina.
añoramos volver "en limpio" a ese lugar enturbiado por nuestra ¨nost¨. ¡dame de tu *algia* corazón!
imposible. la dialéctica de todo fantasma consiste en jugar a morirse y la nuestra a pretender ignorarlo –predisposición muy¨nost¨ que en este espacio llamamos dialelo.
nuestro postcomunismo es fantasmático y la ¨nost¨ persigue re-matar el sítoma fantasmático: post-rricidio. mas no morirá –lo sabemos– pues su existencia está en función de inversa proporción a nuestro deseo que desaparezca.
ser cubano no es meter forro. es, desde el forro, volver al forro. ¿dónde queda el postcomunismo? en su limbo ¨nost¨*álgico*.
lo cual no quiere decir que no hay salida del laberinto, pero eso merece otro texto.
miércoles, 5 de junio de 2019
pensar no es fácil
alfRedO tRifF
el pensamiento se enfrenta hoy a una disyuntiva. o bien servir de actividad automática dentro de la informática social o buscar una salida al problema mismo de la información como tal.
vivir en sociedad, procesar información, son problemas. parecen insolubles. decir esto último demanda una exploración posterior del pensamiento. vivir en la sociedad informática llamaremos "coexistir". pero coexistir en automático termina por "alienar" al individuo.
"problema" refiere un obstáculo cuando designa, aquello que no ocurre como debiera. es situación adversa o refiere un vacío de información cuando designa, el desconocimiento o falta de datos con respecto de un asunto. todo obstáculo es ya un problema práctico, porque para su solución se requiere transformar la realidad o crear una situación nueva.
aquí el pensamiento necesita separarse de su proceso automático y presentar la información (no ya la realidad que emana de esta) como problema.
ya existió esa corriente crítica durante la iluminación, y posteriormente en las llamadas "sospechas" del siglo XX. se daba por sentado que el pensamiento necesitaba coherencia, claridad, amplitud, etc, lo cual es innegable, pero de por sí ese método no alcanzaba –y aquí la aparente sorpresa de mi punto– resolver su propio entramado.
no se trata de un fracaso del pensamiento, que a fin de cuentas el pensamiento es parte de la "información" de la realidad.
¿cómo puede fracasar la información de la realidad si esta se conlleva la urdimbre del tiempo y el espacio? von neumann lo presenta en aquella famosa conferencia en LNLL donde lanza su hipótesis del estado mixto.
el peligro está en que tratando de resolver los problemas de la realidad volvamos al punto inicial, al pensamiento coexistivo automático de la información. esta vuelta capciosa (el feedback cibernético) implica retornar a un segundo estado más idioso que el primero: creeríamos resolver –algo que presupone– que la realidad pueda tener solución.
el pensamiento entonces se separa y presenta la realidad (o la información) como problema objetivo irresoluble. a partir de ahí, decir "resolver" la realidad consiste en paliar alternativas y promover cambios que a la postre se incrustan inexorablemente en la realidad que le sigue (y hablo ahora de la "realidad" como conjunto de todas las cosas dadas en el tiempo) y nada quita que la próxima a la postre sea realidad tan alienante como la anterior.
para el pensamiento existirá siempre una realidad hipotética otra que se anexe a la realidad objetiva como mejora. no obstante, el pensamiento comprende la realidad como completa e irresoluble. completa, pues se trata de lo que es; irresoluble, pues el pensamiento siempre se queda detrás de la realidad que le toca.
sin desentendernos el peso abrumador y automático de la información misma, hurgamos más allá de su aparente paradoja. pero el pensamiento busca en realidad cuando no asume, sino simplemente cuelga del horizonte posible (algunos dicen que en este caso, el pensamiento no hace más que postergar su profundidad, asumiendo su propia cárcel temporaria).
puesto de otra forma: el pensamiento necesita reconocer su limitación como estado ineludible entre el scila del prejuicio y el caribdis de la certidumbre.
pensar no es fácil.
lunes, 3 de junio de 2019
"Buda era centrista, Zaratustra no". Diez preguntas para Ángel Velázquez
aLfreDo trifF
Ángel Velázquez. Agradezco que separes un tiempo para esta entrevista informal y algo humorística, para tumiamiblog. Eres cubano, historiador, escritor y te interesa el pensamiento en general y la filosofía en particular. Te veo como una figura proteica. Alguien que mueve fichas y convoca y tiene algo importante que decir. Aprecio que haces todo esto con una dosis de humor que no nunca llega al choteo.
¿Cuántos libros has publicado? Y para futuros escritores interesados ¿cuál es tu receta?
Más de una docena de libros. Y me sorprendo anonadado a cada rato del hecho, porque cuando miro hacia atrás en el tiempo (unos diez años) la memoria no es capaz detectar y asimilar cuándo y cómo pudo acceder a tal acto de publicaciones. De pronto, te parece mentira, un sueño pesimista, nihilista, te invade. Te responde: ¡no es verdad! Pero estas son las maravillas raras de la mente humana: crear olvidos y espacios silentes para una existencia renovada. La técnica para lograr una existencia renovada de escritor de largo alcance, perdurable, la podemos conquistar a través de un ejercicio intelectual publicitado por Paul Valéry desde sus comienzos como escritor. Siguiendo a Nietzsche, Valéry se impuso un método de escritura sacado del proceder ascetológico. Durante casi 50 años escribió disciplinadamente, todos los días en la mañana, para sus cuadernos de apuntes. Si tendríamos que definir ahora en qué consiste la existencia de una técnica para escritura y escritor no hay mejores ejemplos empíricos y fenoménicos que los ejercicios realizados por Valéry en los Cahiers.
¿De dónde sacas tanta energía, del ego?
El ego es nuestra fuente, constituye nuestra fuerza como existencia. Es nuestra libertad sobre el dominio del poder. Para el sexo, el ego es la base. Un mal entendido ha emponzoñado este carácter de por siglos. Uno de los grandes anhelos intelectuales de Nietzsche era desvolver a la humanidad, a contrapelo del dominio del cristianismo, la naturaleza del egoísmo. Ayn Rand tomó nota de eso y escribió para la libertad de América dos de las novelas más importantes de la década de 1950: El Manantial y La rebelión de Atlas. Las razones por las cuales en esta última producción literaria la novelista de origen ruso se pregunta insistentemente quién es John Galt no ha sido dilucidada. El ego es energía, metáfora de la vida perspetivesca. De ahí saco mis perspectivas….
Te considero un disidente de la ortodoxia. Sin embargo, le apuestas a la cubanía. ¿Qué es la “Convención de la Cubanidad II?”
Apuesto por la cubanidad como herencia. La cubanía es una forma de dominación (engendro ideológico del totalitarismo cubano). Los intelectuales cubanos no están a tono con respecto a esta dicotomía. Si lo analizas a fondo, "cubanía" no expresa continuidad, renovación, traslado. La cubanidad, a pesar de la impronta positivista de sus originarios posee una dinámica intrínseca. Cuba-nidad significa –y sigo aquí las imposturas de Heidegger– un nido del ser para la herencia. Esto hacía falta entenderlo en el exilio y la diáspora cubana. De ahí la idea de la Convención. Necesitamos reunirnos para para saber hasta dónde la cultura cubana se extiende y se ramifica desde sus postulados originarios. Nadie se ha preguntado en qué consiste el Monte Daisen cubano. Arrojados ahí, en medio del desdén de lo abierto, somos hasta cierto punto una convención fuera de Cuba. Convención significa un estado de conservación por naturaleza hereditaria…
Eres Nietzscheano. Cultivas una idiosincrasia del ego. Pero ¡qué ego con el ego! ¿Eres egoísta, filosóficamente hablando? Me refiero a esa tradición germano-inglesa, desde Fichte y Adam Smith del egoísta que busca su interés prudentemente.
No soy nietzscheano, soy el heredero postrero de Nietzsche (risas). Por eso cultivo la idiosincrasia del ego. Me remonto a las ideas de un egotista caviar como Max Stirner. En 1844 escribió El único y su propiedad, contra las ideas de los Jóvenes hegelianos. Para las ideas individualistas de Stirner el socialismo utópico y científico de la época era intolerable. Entendió que la producción de bienes y de consumo, antes de pasar por la sociedad y la cultura, debía ser procesado primero por la fisiología humana. En eso consiste la inteligencia –y prudencia del ego. Fichte habla de un yo trascedente, Smith de un yo invisible, Steiner se refiere a un yo hedónico, casi literario, que desea probar todo lo consumible antes de procesarlo fisiológicamente. Aquí nos topamos con una herencia cubana, que Lezama Lima lleva a cabo como experimento literario en Paradiso. El ego sigue siendo nuestra necesidad, aunque lo confundan con la manía de grandeza…
Eres dado a lanzar léxicos excéntricos como “Ego de Kaska”. Hasta tienes un “Eka TV”. ¿Cuál es tu fascinación con la “K”?
Estoy siempre fuera del centro. Y hay una historia antiquísima de la excentricidad. La primera secesión cultural, sobre el origen de la alta cultura (que la literatura demuestra en sus primeros alegatos), es tan babilónica como latinoamericana. Es una tendencia casi humana ir, por idiosincrasia, hacia el centro. Buda era centrista, Zaratustra no. Salomón es centrista. La "C" marca nuestra tendencia simbólica actual. Kafka se dio cuenta de ese egocentrismo de la literatura moderna y decidió crear el universo "K". El universo kafkiano es, en nuestra pobre opinión, exegocentrista. Musil crea con el hombre sin atributos una kakiana, un exegocentrismo epistemológico, una ciudad para ser la literatura. La alta cultura, según Helmuth Plessner, es sensible a esa forma de vida ex. Intuyo la "K", no como universo del absurdo, sino como fenomenología real. La "K" nos distingue: es la entelequia del socialismo real (risas).
Le dedicas mucho tiempo a la cultura y apadrinas lo que llamas “Instituto Cubano de Ciencias Culturales de la Diáspora”. Brevemente, ¿qué es la cultura cubana?
Te asombrarás. La cultura no existe sino después de mí (risas). Estuve leyendo hace un par de días al poeta José Manuel Poveda, releyendo sus Versos Precursores, la sección Nietzscheana. Me topé con un símbolo, "casa". La cultura es una casa simbólica, un arjé. Y como intuye Bachelard, un espacio. Allí donde hayamos la construcción simbólica de un espacio para guarecernos e inmunizarnos de la desazón humana hay cultura. Fernando Ortiz desvió su investigación sobre la cultura cubana. Fue demasiado positivista, produjo enormes libros, tematizó sobre la historia de la transculturación, pero dijo, en cambio, algo excepcional: la cultura es como un catauro, un contenedor. Nadie de los cubanos hasta ahora ha enfocado la cultura desde este ángulo.
Tienes un acercamiento con Franz Kafka. ¿Hay alguna relación entre Kafka y “kasca”?
La correlación es intuitiva. Más arriba aduje ciertos pormenores. Kaska es una intuición de nuestro poderío como ser circense (de alguien que busca cierto equilibro en la vida). En mis años universitarios fui atleta de campo y pista, corredor de velocidad, de 100 y 200 metros planos, eventos que combinaba con el arte de la disidencia existencial. Experimenté entonces que la fuerza podía relacionar simétricamente dos universos, el de la intuición genética del cuerpo y la del intelecto. Todavía mantengo esa intuición acrobática…
Has discutido el tema de "la acrobacia". ¿A qué te refieres: cabriola, gimnasia... circo?
Todo junto, como metáfora. Ni para la muerte, ni para la resurrección, ni para la trascendencia, el hombre es un ser para la acrobacia. Hay una historia sobre Alcibíades, el héroe griego, que relata sus habilidades como funámbulo: la capacidad de poder caminar por encima de la ciudad sin caer al suelo. Es el descubrimiento del Gay saber de Nietzsche. El prólogo de Así habló Zaratustra comienza con una escena acrobática del funámbulo, que muere al caer de la altura por falta de un entrenamiento riguroso. No pudo sobrepasar el peligro y abismo se le hizo falta. Kafka, siguiendo a Nietzsche, tuvo la intuición de democratizar el espíritu del espectáculo circense a través de la metáfora del hambre. "Hay hambre", nos cuenta Kafka en toda su obra: hambre de reconocimiento, de poder, de violencia, de deseos y de figurar en forma de acrobacia. Después el dadaísta Hugo Ball, siguiendo estas tentativas, implemento en su Cabaret Voltaire esa actitud crítica acrobática ahora como laperformance. Los que han hablado de la cultura del espectáculo no saben lo que dicen (risas).
Me parece muy interesante lo que has hecho con la edición de Alberto Lamar Schweyer, que prologaste para Ediciones Exodus. Cuéntanos de eso.
En estos momentos trabajo para una edición de su libro La palabra de Zaratustra. De Alberto Lamar Schweyer hemos reeditados dos libros: Biología de la democracia y Las rutas paralelas. Es un autor olvidado y proscrito por la tendencia literaria predomínate de la cultura cubana. Por qué, hay mucho criterio. Se le acusa de fascista, neo darwinista, anti-positivista, anti-marxista, anti-democrático. Yo que he leído una gran parte de su obra ensayística sospecho sobre un perjuicio que nos colma en la actualidad: la muerte de Dios y la del superhombre. Vio algo que no hemos visto sobre la cultura cubana: el ser cubano es una lucha para la herencia y para tener herencia.
¿Cuáles son tus próximos planes?
Seguir trabajando en pos de los desafíos de Ego de Kaska. Ser mejor acróbata del hambre. El deseo infinito de promover a los artistas y escritores del exilio y la diáspora y de publicar pronto tres libros, dos de ensayos y una novela de 700 paginas (risas). Estoy enfrascado en estos momentos escribiendo un libro para festejar la memoria del Alberto Lamar: Herencia: una heterotopía contra el pecado hereditario.
Ángel Velázquez. Agradezco que separes un tiempo para esta entrevista informal y algo humorística, para tumiamiblog. Eres cubano, historiador, escritor y te interesa el pensamiento en general y la filosofía en particular. Te veo como una figura proteica. Alguien que mueve fichas y convoca y tiene algo importante que decir. Aprecio que haces todo esto con una dosis de humor que no nunca llega al choteo.
¿Cuántos libros has publicado? Y para futuros escritores interesados ¿cuál es tu receta?
Más de una docena de libros. Y me sorprendo anonadado a cada rato del hecho, porque cuando miro hacia atrás en el tiempo (unos diez años) la memoria no es capaz detectar y asimilar cuándo y cómo pudo acceder a tal acto de publicaciones. De pronto, te parece mentira, un sueño pesimista, nihilista, te invade. Te responde: ¡no es verdad! Pero estas son las maravillas raras de la mente humana: crear olvidos y espacios silentes para una existencia renovada. La técnica para lograr una existencia renovada de escritor de largo alcance, perdurable, la podemos conquistar a través de un ejercicio intelectual publicitado por Paul Valéry desde sus comienzos como escritor. Siguiendo a Nietzsche, Valéry se impuso un método de escritura sacado del proceder ascetológico. Durante casi 50 años escribió disciplinadamente, todos los días en la mañana, para sus cuadernos de apuntes. Si tendríamos que definir ahora en qué consiste la existencia de una técnica para escritura y escritor no hay mejores ejemplos empíricos y fenoménicos que los ejercicios realizados por Valéry en los Cahiers.
¿De dónde sacas tanta energía, del ego?
El ego es nuestra fuente, constituye nuestra fuerza como existencia. Es nuestra libertad sobre el dominio del poder. Para el sexo, el ego es la base. Un mal entendido ha emponzoñado este carácter de por siglos. Uno de los grandes anhelos intelectuales de Nietzsche era desvolver a la humanidad, a contrapelo del dominio del cristianismo, la naturaleza del egoísmo. Ayn Rand tomó nota de eso y escribió para la libertad de América dos de las novelas más importantes de la década de 1950: El Manantial y La rebelión de Atlas. Las razones por las cuales en esta última producción literaria la novelista de origen ruso se pregunta insistentemente quién es John Galt no ha sido dilucidada. El ego es energía, metáfora de la vida perspetivesca. De ahí saco mis perspectivas….
Te considero un disidente de la ortodoxia. Sin embargo, le apuestas a la cubanía. ¿Qué es la “Convención de la Cubanidad II?”
Apuesto por la cubanidad como herencia. La cubanía es una forma de dominación (engendro ideológico del totalitarismo cubano). Los intelectuales cubanos no están a tono con respecto a esta dicotomía. Si lo analizas a fondo, "cubanía" no expresa continuidad, renovación, traslado. La cubanidad, a pesar de la impronta positivista de sus originarios posee una dinámica intrínseca. Cuba-nidad significa –y sigo aquí las imposturas de Heidegger– un nido del ser para la herencia. Esto hacía falta entenderlo en el exilio y la diáspora cubana. De ahí la idea de la Convención. Necesitamos reunirnos para para saber hasta dónde la cultura cubana se extiende y se ramifica desde sus postulados originarios. Nadie se ha preguntado en qué consiste el Monte Daisen cubano. Arrojados ahí, en medio del desdén de lo abierto, somos hasta cierto punto una convención fuera de Cuba. Convención significa un estado de conservación por naturaleza hereditaria…
Eres Nietzscheano. Cultivas una idiosincrasia del ego. Pero ¡qué ego con el ego! ¿Eres egoísta, filosóficamente hablando? Me refiero a esa tradición germano-inglesa, desde Fichte y Adam Smith del egoísta que busca su interés prudentemente.
No soy nietzscheano, soy el heredero postrero de Nietzsche (risas). Por eso cultivo la idiosincrasia del ego. Me remonto a las ideas de un egotista caviar como Max Stirner. En 1844 escribió El único y su propiedad, contra las ideas de los Jóvenes hegelianos. Para las ideas individualistas de Stirner el socialismo utópico y científico de la época era intolerable. Entendió que la producción de bienes y de consumo, antes de pasar por la sociedad y la cultura, debía ser procesado primero por la fisiología humana. En eso consiste la inteligencia –y prudencia del ego. Fichte habla de un yo trascedente, Smith de un yo invisible, Steiner se refiere a un yo hedónico, casi literario, que desea probar todo lo consumible antes de procesarlo fisiológicamente. Aquí nos topamos con una herencia cubana, que Lezama Lima lleva a cabo como experimento literario en Paradiso. El ego sigue siendo nuestra necesidad, aunque lo confundan con la manía de grandeza…
Eres dado a lanzar léxicos excéntricos como “Ego de Kaska”. Hasta tienes un “Eka TV”. ¿Cuál es tu fascinación con la “K”?
Estoy siempre fuera del centro. Y hay una historia antiquísima de la excentricidad. La primera secesión cultural, sobre el origen de la alta cultura (que la literatura demuestra en sus primeros alegatos), es tan babilónica como latinoamericana. Es una tendencia casi humana ir, por idiosincrasia, hacia el centro. Buda era centrista, Zaratustra no. Salomón es centrista. La "C" marca nuestra tendencia simbólica actual. Kafka se dio cuenta de ese egocentrismo de la literatura moderna y decidió crear el universo "K". El universo kafkiano es, en nuestra pobre opinión, exegocentrista. Musil crea con el hombre sin atributos una kakiana, un exegocentrismo epistemológico, una ciudad para ser la literatura. La alta cultura, según Helmuth Plessner, es sensible a esa forma de vida ex. Intuyo la "K", no como universo del absurdo, sino como fenomenología real. La "K" nos distingue: es la entelequia del socialismo real (risas).
Le dedicas mucho tiempo a la cultura y apadrinas lo que llamas “Instituto Cubano de Ciencias Culturales de la Diáspora”. Brevemente, ¿qué es la cultura cubana?
Te asombrarás. La cultura no existe sino después de mí (risas). Estuve leyendo hace un par de días al poeta José Manuel Poveda, releyendo sus Versos Precursores, la sección Nietzscheana. Me topé con un símbolo, "casa". La cultura es una casa simbólica, un arjé. Y como intuye Bachelard, un espacio. Allí donde hayamos la construcción simbólica de un espacio para guarecernos e inmunizarnos de la desazón humana hay cultura. Fernando Ortiz desvió su investigación sobre la cultura cubana. Fue demasiado positivista, produjo enormes libros, tematizó sobre la historia de la transculturación, pero dijo, en cambio, algo excepcional: la cultura es como un catauro, un contenedor. Nadie de los cubanos hasta ahora ha enfocado la cultura desde este ángulo.
Tienes un acercamiento con Franz Kafka. ¿Hay alguna relación entre Kafka y “kasca”?
La correlación es intuitiva. Más arriba aduje ciertos pormenores. Kaska es una intuición de nuestro poderío como ser circense (de alguien que busca cierto equilibro en la vida). En mis años universitarios fui atleta de campo y pista, corredor de velocidad, de 100 y 200 metros planos, eventos que combinaba con el arte de la disidencia existencial. Experimenté entonces que la fuerza podía relacionar simétricamente dos universos, el de la intuición genética del cuerpo y la del intelecto. Todavía mantengo esa intuición acrobática…
Has discutido el tema de "la acrobacia". ¿A qué te refieres: cabriola, gimnasia... circo?
Todo junto, como metáfora. Ni para la muerte, ni para la resurrección, ni para la trascendencia, el hombre es un ser para la acrobacia. Hay una historia sobre Alcibíades, el héroe griego, que relata sus habilidades como funámbulo: la capacidad de poder caminar por encima de la ciudad sin caer al suelo. Es el descubrimiento del Gay saber de Nietzsche. El prólogo de Así habló Zaratustra comienza con una escena acrobática del funámbulo, que muere al caer de la altura por falta de un entrenamiento riguroso. No pudo sobrepasar el peligro y abismo se le hizo falta. Kafka, siguiendo a Nietzsche, tuvo la intuición de democratizar el espíritu del espectáculo circense a través de la metáfora del hambre. "Hay hambre", nos cuenta Kafka en toda su obra: hambre de reconocimiento, de poder, de violencia, de deseos y de figurar en forma de acrobacia. Después el dadaísta Hugo Ball, siguiendo estas tentativas, implemento en su Cabaret Voltaire esa actitud crítica acrobática ahora como laperformance. Los que han hablado de la cultura del espectáculo no saben lo que dicen (risas).
Me parece muy interesante lo que has hecho con la edición de Alberto Lamar Schweyer, que prologaste para Ediciones Exodus. Cuéntanos de eso.
En estos momentos trabajo para una edición de su libro La palabra de Zaratustra. De Alberto Lamar Schweyer hemos reeditados dos libros: Biología de la democracia y Las rutas paralelas. Es un autor olvidado y proscrito por la tendencia literaria predomínate de la cultura cubana. Por qué, hay mucho criterio. Se le acusa de fascista, neo darwinista, anti-positivista, anti-marxista, anti-democrático. Yo que he leído una gran parte de su obra ensayística sospecho sobre un perjuicio que nos colma en la actualidad: la muerte de Dios y la del superhombre. Vio algo que no hemos visto sobre la cultura cubana: el ser cubano es una lucha para la herencia y para tener herencia.
¿Cuáles son tus próximos planes?
Seguir trabajando en pos de los desafíos de Ego de Kaska. Ser mejor acróbata del hambre. El deseo infinito de promover a los artistas y escritores del exilio y la diáspora y de publicar pronto tres libros, dos de ensayos y una novela de 700 paginas (risas). Estoy enfrascado en estos momentos escribiendo un libro para festejar la memoria del Alberto Lamar: Herencia: una heterotopía contra el pecado hereditario.