Víctima de un estado depresivo profundo Fidel Angel Díaz Balart decidió quitarse la vida. El suicidio es un acto provocado por la desesperación. Fragilidad psíquica, disfuncionalidad ante el entorno familiar o social o una situación personal extrema son los factores de riesgo más comunes que desembocan en este tipo de autoagresión irreversible. El suicidio de una personalidad como Fidelito, perteneciente a la aristocracia castrista, que disfrutaba de envidiables ventajas materiales y prerrogativas políticas, no puede asumirse simplemente como una eventualidad restringida al acontecer individual. ¿Desolada sensación de orfandad? ¿Sentimientos de marginación y desamparo? ¿Decepción del proyecto político? ¿Incapacidad de afrontar a las facciones emergentes? ¿Hecho aislado o signo crítico? Serán muchas las interrogantes y muy escasas la respuestas al respecto. Pero el dramatismo de la acción, sin dudas, abre espacio a múltiples conjeturas y presentimientos con relación a la coexistencia en el seno de la cúpula del régimen y al clima de tensiones y rivalidades que puede provocar un poder en franco declive. (JR)
¿Y con qué se suicidó, revólver, veneno, gas? De ahí pueden salir otros análisis freudianos.
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