¿No ha caído la oposición venezolana en la trampa de ir a elecciones gubernatoriales con una dictadura que ha asesinado más de 100 personas e impuso una constituyente fraudulenta? ¿Es posible jugar ambas cartas y ganar?
No creo que hayan caído en la trampa. Ellos mismo se la calzaron, le hicieron los arreglos pertinentes para que les sirviera y se la pusieron como un traje a la medida.
No vamos a discutir el hecho que Fidel Castro ha sido el más inteligente dictador que ha tenido América Latina. Ilustrado como el Dr Francia y cruel cuando fue necesario como el dictador Rosas. A él hay que referirse cuando de derribar un régimen totalitario de izquierdas se trata (la palabra "comunista" la reservo para relaciones económicas). Fidel Castro era obsesivo repitiendo a cada momento: "La calle es de los revolucionarios" y le insistía a sus tantos amigos dictadores o aspirantes en nuestra América que la "revolución no puede perder el control de la calle porque se hunde."
Él nunca perdió ese control. Su eficiente aparato de delatores le servía para apresar a cualquiera que intentara organizar algo parecido, evitando con esto que sucediera. Lo que Fidel Castro nunca dijo fue: "que haría la oposición si ganara la calle y con eso se perdiera su revolución," dejando en las tinieblas de la ignorancia a los valientes opositores venezolanos que se juegan su vida en las barricadas callejeras. Él si sabía lo que había que hacer.
Los opositores venezolanos ganaron la calle, ampliamente, pero les ha pasado como al perro que corre ladrando tras un auto y cuando lo alcanza no sabe que hacer con él. Y ya la están perdiendo, jugando el juego electorero que tienen perdido de entrada.
Han perdido su tiempo jugando a la legalidad, denunciando hechos ante un Tribunal de Justicia que es todo madurista, reclamando a un CNE todo madurista, y tratando de aplicar la Constitución chavista (muy democrática) cuando los propios chavistas ya la han invalidado.
Ahora tienen la Constituyente (un golpe de estado), y los opositores siguen hablando de elecciones. La nueva Constitución será como la cubana. Podrán votar en adelante por el delegado de cuadra, estos elegirán a los delegados de barrio, de ahí en adelante el propio gobierno incorporará a "personalidades destacadas" (léase Diosdado Cabello y similares mafiosos) y dirán al mundo que tienen una Constitución hecha por el pueblo, "la más democrática del mundo" como llamaba Stalin a su Constitución.
No creo que hayan caído en la trampa. Ellos mismo se la calzaron, le hicieron los arreglos pertinentes para que les sirviera y se la pusieron como un traje a la medida.
No vamos a discutir el hecho que Fidel Castro ha sido el más inteligente dictador que ha tenido América Latina. Ilustrado como el Dr Francia y cruel cuando fue necesario como el dictador Rosas. A él hay que referirse cuando de derribar un régimen totalitario de izquierdas se trata (la palabra "comunista" la reservo para relaciones económicas). Fidel Castro era obsesivo repitiendo a cada momento: "La calle es de los revolucionarios" y le insistía a sus tantos amigos dictadores o aspirantes en nuestra América que la "revolución no puede perder el control de la calle porque se hunde."
Él nunca perdió ese control. Su eficiente aparato de delatores le servía para apresar a cualquiera que intentara organizar algo parecido, evitando con esto que sucediera. Lo que Fidel Castro nunca dijo fue: "que haría la oposición si ganara la calle y con eso se perdiera su revolución," dejando en las tinieblas de la ignorancia a los valientes opositores venezolanos que se juegan su vida en las barricadas callejeras. Él si sabía lo que había que hacer.
Los opositores venezolanos ganaron la calle, ampliamente, pero les ha pasado como al perro que corre ladrando tras un auto y cuando lo alcanza no sabe que hacer con él. Y ya la están perdiendo, jugando el juego electorero que tienen perdido de entrada.
Han perdido su tiempo jugando a la legalidad, denunciando hechos ante un Tribunal de Justicia que es todo madurista, reclamando a un CNE todo madurista, y tratando de aplicar la Constitución chavista (muy democrática) cuando los propios chavistas ya la han invalidado.
Ahora tienen la Constituyente (un golpe de estado), y los opositores siguen hablando de elecciones. La nueva Constitución será como la cubana. Podrán votar en adelante por el delegado de cuadra, estos elegirán a los delegados de barrio, de ahí en adelante el propio gobierno incorporará a "personalidades destacadas" (léase Diosdado Cabello y similares mafiosos) y dirán al mundo que tienen una Constitución hecha por el pueblo, "la más democrática del mundo" como llamaba Stalin a su Constitución.
Bueno, he enviado el mismo comentario dos veces en quince dias. Y sigue sin publicarse, a pesär de que en ambos casos sale el aviso de que está "bajo moderación.
Han perdido su tiempo jugando a la legalidad, denunciando hechos ante un Tribunal de Justicia que es todo madurista, reclamando a un CNE todo madurista, y tratando de aplicar la Constitución chavista (muy democrática) cuando los propios chavistas ya la han invalidado.
gracias Jacobo, creo q el asunto venezolano arroja mucha luz para comprender el asunto cubano temprano, precisamente por sus diferencias. este punto tuyo es bueno aunque la política no deja más que jugar a las posibilidades.
4 comentarios:
No creo que hayan caído en la trampa. Ellos mismo se la calzaron, le hicieron los arreglos pertinentes para que les sirviera y se la pusieron como un traje a la medida.
No vamos a discutir el hecho que Fidel Castro ha sido el más inteligente dictador que ha tenido América Latina. Ilustrado como el Dr Francia y cruel cuando fue necesario como el dictador Rosas. A él hay que referirse cuando de derribar un régimen totalitario de izquierdas se trata (la palabra "comunista" la reservo para relaciones económicas). Fidel Castro era obsesivo repitiendo a cada momento: "La calle es de los revolucionarios" y le insistía a sus tantos amigos dictadores o aspirantes en nuestra América que la "revolución no puede perder el control de la calle porque se hunde."
Él nunca perdió ese control. Su eficiente aparato de delatores le servía para apresar a cualquiera que intentara organizar algo parecido, evitando con esto que sucediera. Lo que Fidel Castro nunca dijo fue: "que haría la oposición si ganara la calle y con eso se perdiera su revolución," dejando en las tinieblas de la ignorancia a los valientes opositores venezolanos que se juegan su vida en las barricadas callejeras. Él si sabía lo que había que hacer.
Los opositores venezolanos ganaron la calle, ampliamente, pero les ha pasado como al perro que corre ladrando tras un auto y cuando lo alcanza no sabe que hacer con él. Y ya la están perdiendo, jugando el juego electorero que tienen perdido de entrada.
Han perdido su tiempo jugando a la legalidad, denunciando hechos ante un Tribunal de Justicia que es todo madurista, reclamando a un CNE todo madurista, y tratando de aplicar la Constitución chavista (muy democrática) cuando los propios chavistas ya la han invalidado.
Ahora tienen la Constituyente (un golpe de estado), y los opositores siguen hablando de elecciones. La nueva Constitución será como la cubana. Podrán votar en adelante por el delegado de cuadra, estos elegirán a los delegados de barrio, de ahí en adelante el propio gobierno incorporará a "personalidades destacadas" (léase Diosdado Cabello y similares mafiosos) y dirán al mundo que tienen una Constitución hecha por el pueblo, "la más democrática del mundo" como llamaba Stalin a su Constitución.
No creo que hayan caído en la trampa. Ellos mismo se la calzaron, le hicieron los arreglos pertinentes para que les sirviera y se la pusieron como un traje a la medida.
No vamos a discutir el hecho que Fidel Castro ha sido el más inteligente dictador que ha tenido América Latina. Ilustrado como el Dr Francia y cruel cuando fue necesario como el dictador Rosas. A él hay que referirse cuando de derribar un régimen totalitario de izquierdas se trata (la palabra "comunista" la reservo para relaciones económicas). Fidel Castro era obsesivo repitiendo a cada momento: "La calle es de los revolucionarios" y le insistía a sus tantos amigos dictadores o aspirantes en nuestra América que la "revolución no puede perder el control de la calle porque se hunde."
Él nunca perdió ese control. Su eficiente aparato de delatores le servía para apresar a cualquiera que intentara organizar algo parecido, evitando con esto que sucediera. Lo que Fidel Castro nunca dijo fue: "que haría la oposición si ganara la calle y con eso se perdiera su revolución," dejando en las tinieblas de la ignorancia a los valientes opositores venezolanos que se juegan su vida en las barricadas callejeras. Él si sabía lo que había que hacer.
Los opositores venezolanos ganaron la calle, ampliamente, pero les ha pasado como al perro que corre ladrando tras un auto y cuando lo alcanza no sabe que hacer con él. Y ya la están perdiendo, jugando el juego electorero que tienen perdido de entrada.
Han perdido su tiempo jugando a la legalidad, denunciando hechos ante un Tribunal de Justicia que es todo madurista, reclamando a un CNE todo madurista, y tratando de aplicar la Constitución chavista (muy democrática) cuando los propios chavistas ya la han invalidado.
Ahora tienen la Constituyente (un golpe de estado), y los opositores siguen hablando de elecciones. La nueva Constitución será como la cubana. Podrán votar en adelante por el delegado de cuadra, estos elegirán a los delegados de barrio, de ahí en adelante el propio gobierno incorporará a "personalidades destacadas" (léase Diosdado Cabello y similares mafiosos) y dirán al mundo que tienen una Constitución hecha por el pueblo, "la más democrática del mundo" como llamaba Stalin a su Constitución.
Bueno, he enviado el mismo comentario dos veces en quince dias. Y sigue sin publicarse, a pesär de que en ambos casos sale el aviso de que está "bajo moderación.
Han perdido su tiempo jugando a la legalidad, denunciando hechos ante un Tribunal de Justicia que es todo madurista, reclamando a un CNE todo madurista, y tratando de aplicar la Constitución chavista (muy democrática) cuando los propios chavistas ya la han invalidado.
gracias Jacobo, creo q el asunto venezolano arroja mucha luz para comprender el asunto cubano temprano, precisamente por sus diferencias. este punto tuyo es bueno aunque la política no deja más que jugar a las posibilidades.
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