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Sin título |
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The Train |
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The Story of the Vivian Girls |
Rosie Inguanzo
Henry Darger era un tipo opaco, un solitario marginal, que durante casi 54 años fue limpiapisos de un hospital. Llegaba a su modesta habitación después del largo día trabajo y creaba escenas de la niñez, a un tiempo perturbadoras e inocentes, figurines y plantillas infantiles traducidos a un lenguaje personal inquietante y lastimado, completando 15,145 ilustraciones para una sola historieta, pinturas, acuarelas, carpetas. Articulaba su soledad raigal poblándola de niños en peligro y pupilas perforadas. Después de muerto fue descubierta su obra desde un raro resplandor.
Tom Seidmann–Freud (cuyo nombre adoptado extrañamente suena como el de su célebre tío Sigmund), nació como Gertrud Martha Freud y era la sobrina del famoso psicoanalista. Pero a los 15 años decidió vestirse como hombre y cambiar su nombre, supuestamente para abrirse paso en un mundo dominado por ellos. Ilustró preciosos libros para niños e incluso fundó una editorial de literatura infantil en hebreo (que resultó un fracaso). Se casó y tuvo una hija y se suicidó a los 37 años, tal vez desgastada por la realidad que trataba de transformar con su arte. Sus niños representan todas las paradojas de su vida y las de cualquier niña que llega a un mundo cruel y sin sentido.
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Who is Afraid of the Big Black Bear |
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The Execution |
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One More Day on Earth |
La narrativa visual de
DEMI es apabullante y plena, centrada en la niñez.
Sobre su obra he dicho: “[...] edulcora la infancia que le arrebataron, por eso la niñez en sus cuadros no es una etapa de la vida sino un universo cumplido, una y otra vez rectificado en el lienzo. Es como si viajara en el tiempo a salvarse la vida. Lo peor, lo intolerable, lo más efectivo de esta obra rutilante, es el grito mudo de la inocencia” (para leer el artículo completo en DDC pulsa
aquí)
Las metáforas de la niñez se trasforman en la realidad del adulto desterrado del reino de los posibles. El universo infantil puede ser escabroso. Y los niños que fuimos y tal vez siempre seremos, tenemos toda una vida para indagar en nuestros reinos fundacionales. Para papá Freud (amado viejo), los niños son perversos-polimorfos; aun siempre cándidos al margen del juicio moral. Pero tal vez el arte nos redime del escarnio.
Es muy cierto,es arte nos redime del escarnio, me gustó mucho y aprendí mucho con este escrito tan interesante y sabio ,gracias Rosie!!
ResponderEliminarGracias Rosie por tan bello articulo. Ciertamente muestras una sensitividad muy especial en ocuparte de temas tan escabrosos que muchas personas no quieren oir ni ver pero que son realidades en la vida de muchos.
ResponderEliminarGracias mil por incluir mi pintura en articulo tan sentido.
Demi
Es, Rosita, como si estuvieses metida dentro de la historia. Qué hermoso relato sobre el arte de nuestra querida Demi. Me han emocionado mucho las pinturas y tu prosa. Las quiero y admiro a las dos. Teresa María.
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