la fea duquesa de quentin massys, 1520-30, tate gallery |
mbourbaki investiga "lo feo" en la estética en dos posts recientes:
el primero, desde la crítica kantiana.
el segundo, desde el convencionalismo estético de wittgenstein.
"lo feo" es una constante perenne e invisible que no debe figurar jamás en primer plano. es, como la comida donde los comensales se deleitan con un asado de res hasta que alguien tiene la imprudencia de comentar que la carne viene de un animal muerto.
la fealdad nos persigue mientras que todo lo que no sea bello pertenezca a esa provincia entre lo feo y lo menos feo. ya platón habría caído en esa trampa. lo feo es falta. ¿de qué? de su antítesis, la belleza.
una solución es justificar "lo feo" como una convención social. esta es la tesis defendida por wittgenstein en su philosophical investigations.
lógicamente, el convencionalismo no puede resolver el asunto de "lo feo".
el problema es que la llamada "desviación" de las normas que debe acomodar lo feo supone el punto inicial de la desviación. es decir, en la convención lo feo pierde obligadamente. debe haber otra manera más intrínseca de rescatarle a lo feo su lugar sin que dependa de lo bello.lo feo desde platón es un accidente de lo bello. es decir, si lo bello es la forma, lo feo es la de-formación, algo que observó el discípulo de hegel karl rosenkranz en su casi desconocido tratado sobre la fealdad, Aesthetik des hässlichen.
lo feo merece una forma propia. ¿pero cómo dársela?
¿cómo puede "lo feo" dejar de ser radicalmente lo que es? acaso abandonando su pasado comparativo, es decir, ese signo que estereotipa su forma. ¿pero cuál? ojo cuidado, lo feo no puede jamás tomar el lugar de lo no-feo, que ha sido apropiado ya desde el principio de la estética formal por lo bello.
what if ugliness' -so-called- form was an axiological fraud?
la pregunta apunta a una continuación, aunque queda claro que el análisis próximo será formal.
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