ilustración Tim Ernst |
con la llegada del verano (a unas semanas de distancia) es tiempo para nuevas lecturas. acuso recibo de false dawn: the delusions of global capitalism del filósofo conservador y ex-profesor del london school of economics, john n. gray. a más de la mitad del libro, quisiera señalar un punto recurrente en el argumento agonista de gray. me refiero al escepticismo entre el conocimiento y el progreso.
Lo central de la creencia en el progreso es que los valores y objetivos humanos convergen paralelamente con el aumento de nuestro conocimiento. El siglo XX demuestra lo contrario. Los seres humanos usan el poder del conocimiento científico para afirmar y defender sus valores, que las nuevas tecnologías pueden ser utilizadas para aliviar el sufrimiento y aumentar las libertades. En efecto, pero también se puede utilizar para hacer la guerra y fortalecer tiranías. La ciencia hace posible tecnologías que fueron ya alimentadas por la revolución industrial. En efecto, en el siglo XX esas tecnologías fueron usadas para implementar el terrorismo de Estado y el genocidio en una escala sin precedentes. Luego, la ética y la política no avanzan a la par del crecimiento del conocimiento --ni siquiera a largo plazo.el párrafo anterior de gray se acerca en sustancia a la sospecha histórica que plantea foucault en mot et les choses. pero lo que no puede ignorarse en este caso es que para que exista una tesis "descalificada", debe haber una tesis (anterior) calificada.
¿no puede especularse que cada época es capaz de diseñase un modelo de representación de sí misma? si fuese así, cabe la posibilidad que dicho proceso de legitimación actúe como salvaguarda ideológica. antes de ese paradigma ilustrado que gray evoca en el párrafo (arriba), el modelo correspondía a la visión absolutista y monárquica de la europa barroca. es decir, la diferencia filosófico-política que existe entre un hobbes y un rousseau.
a lo que voy: la decepción del hoy solo puede medirse contra la esperanza de ayer. ¿y por qué vivir tan esperanzados?
¿por qué no simplemente luchar por vivir y vivir por luchar?
ResponderEliminarFalsas o exageradas expectativitas de hoy fueron inculcadas por nuestros padres quienes nos domesticaron y nos mandaron a las escuelas como si en estas instituciones se haría el milagro de hacernos útiles para sí y los demás, y esto fue relativamente cierto, porque las escuelas de las tendencias que sean son lavadoras ideológicas. Las escuelas nos domaron los instintos, pero nuestra naturaleza salvaje y destructiva casi sigue intacta, solo que ahora somos más exigentes y sofisticados, encima hacemos dinero por ello (menos mal) . Asimismo, la demagogia de los políticos de ambas tendencias nos han hecho creer que un mundo mejor si es posible y esto me parece que también es relativo, así por ejemplo: aquí en USA vivimos chévere gracias a las guerras, al trabajo de los indocumentados, de los esclavos de China, etc. Por otra parte, La ciencia y la tecnología nos facilitan muchas cosas pero no nos han liberado de la pesadumbre y la descomposición social. Muchos problemas siguen afectado a una mayoría de humanos en el planeta: hambre, inseguridad social y laboral, injusticia, etc. Si, tienes razón, estamos decepcionados porque nos inculcaron o nos fabricamos nosotros mismos falsas o exageradas expectativas en el pasado sobre lo que debería ser el presente . Tú preguntas ¿y por qué vivir tan esperanzados?. Profe, las personas que no tienen esperanzas son muy sicóticas; me da la impresión que la esperanza es una de las muchas entelequias que nos dan energías mentales para sobrevivir sin adicciones raras o tranquilizantes. Imagino que la esperanza es una bicha resbalosa que se anda colando por allí, como una baba medicinal que cura lo incurable, la esperanza no existe per se en todos los colectivos o individuos, sino que se da en ciertas circunstancias y momentos, dependiendo de las creencias y visiones de mundos. En fin, es el fin. Un abrazith
Interesante tu blog
ResponderEliminarsaludos
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gracias judith. y es cierto. pero no olvidemos que hay "falsas esperanzas".
ResponderEliminargracias, recomenzar.
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