viernes, 29 de noviembre de 2013
jueves, 28 de noviembre de 2013
Tamal de olla y hallaca (o Guajolote de Thanksgiving)
Judith Ghashghaie
Guajolote de Thanksgiving nunca fue indocumentado, pero como su pasaporte decía "Turkey" los agentes de inmigración lo dejaban varado en el aeropuerto por semanas. En una oportunidad lo llevaron encadenado y encapuchado para torturarlo en Guantánamo, un artista colombiano pintó al gallináceo con una corona de alambre de púas y desangrándose en una barraca. Enseguida los medios de comunicación difundieron la noticia de que Guajolote era descendiente de los mismos emplumados que divertían tanto a Moctezuma en su palacio. En las reseñas periodísticas también apareció una foto de un escudo de armas que mostraba la cara de Sir Guajolote I, un aristócrata quien vivió en Gran Bretaña, había cruzado el Atlántico montado en un barco de piratas sefarditas. Se trataba del mismísimo tatarabuelo de nuestro actual pavo.
Sea por la nobleza de su sangre, por el cuadro del pintor, la prensa amarillista o las varias organizaciones de los derechos guajolotenses que protestaron frente a las puertas del Capitolio, el caso es que El Guajolote de Thanksgiving dejó de ser atacado brutalmente por las fuerzas de seguridad del estado, y comenzó a entrar y salir del país por aire, mar y tierra cada vez que le daba su regalada gana.
Después de un tiempo se cansó de tanto corretear de una frontera a otra, decidió quedarse de este lado. Presentó un examen en inglés, español y turkys que automáticamente lo convirtió en ciudadano. Se mudó aquí a Miami e hizo diligencias para montar su propia fábrica de rosadas salchichas de moco de pavo. Guajolote concertó una cita con el alcalde del condado para presentarle su plan de negocios. El Alcalde quiso inmediatamente ser su socio, y creo una ley para que en los comedores de las escuelas públicas solo sirvieran salchichas de moco de pavo. La empresa fue un gran éxito, ambos partners hicieron dinero de todos colores.
Como reconocimiento el alcalde llevó a nuestro personaje al Convention Center en su propia limosina; en un acto público le entregó las llaves de la ciudad y una placa que decía “ Al Pajarraco del año. We love you too ”. A Guajolote de Thanksgiving se le hizo un nudo en la garganta, pasado unos minutos se paró frente al micrófono y pronunció su conocida expresión bilingüe: gordo, gordo, gordo, gobble, gobble, gobble. Todos nos emocionamos con los onomatopéyicos sonidos; nos hizo recordar la niñez.
A este evento organizado por la alcaldía en el Convention Center llegamos muchas personas de la Saguezera y Doralzuela, hicimos una larga caravana, llevamos a Guajolote de Thanksgiving en hombros hasta el Distrito Financiero. El conglomerado estaba desenfrenado. Existe un fenómeno aún inexplicable para los analistas de la sicología de masas, es el hecho de que en algún momento de concentración multitudinaria, y sin que el fenómeno tenga explicación racional, las mentes individuales nos subordinamos a las decisiones de la multitud, perdemos nuestra autonomía e identidad, nos fundimos en la muchedumbre, dejamos de ser responsable de nuestras acciones personales y encontramos un chivo expiatorio que purifique nuestras culpas y nos libere del miedo a vivir y morir (pero en este cuento no existe un chivo, sino un pavo…).
Todos los presentes escupimos la cara de Guajolote de Thanksginving; le gritamos que era revolucionario y reaccionario; espía y contra-espía; chavista y castrista; liberal y conservador, demócrata y republicano. Por representar el todo y la nada, y a pesar que simboliza histórica gratitud pero es un bípedo muy grande y grasoso de aspecto, lo declaramos el más hormonal, colesteroso y engañoso de los alimentos humanos. Sacrificamos al plumífero: le torcimos el pescuezo tal como los poetas vanguardistas latinoamericanos de principios del siglo XX lo hicieron con un cisne criollo.
Hicimos picadillo con el vistoso bípedo: molimos pico, cresta, moco, plumas y patas. Adobamos las blancas y babosas presas con ajo, comino, culantro. Para eliminar cualquier vestigio de Salmonella o del virus H1N1 lo sumergimos en vino californiano que compramos en la Farmacia Navarro y lo cocinamos por varias horas.
Al desabrido bicho lo comimos con caraotas negras, arroz blanco, yuca frita, tostones y hasta arepa. Con las alas hicimos buffalo wings, fue un insignificante milagro santurrón o un acto de magia panteística porque alcanzó para todos. El espinazo los deshuesamos, preparamos hallacas y tamales de olla que guardamos en las heladeras que nos prestaron algunos pibes de los vecindarios aledaños. La gran fogata no podía faltar, ni la yerba, ni el aguardiente, celebramos el crimen del animal hasta bien entrada la noche.
Amanecimos aquí, sobre las blancas arenas de South Beach, aquí vamos a estar, aquí vamos a esperar hasta que llegué nadando o en balsa uno de los tres cochinitos. Ojala que no haya pleitos por monopolizar el apetito colectivo, porque una gran cantidad de venezolanos vamos a preferir hacer pan de jamón que asar al lechón para el día de navidad.
Guajolote de Thanksgiving nunca fue indocumentado, pero como su pasaporte decía "Turkey" los agentes de inmigración lo dejaban varado en el aeropuerto por semanas. En una oportunidad lo llevaron encadenado y encapuchado para torturarlo en Guantánamo, un artista colombiano pintó al gallináceo con una corona de alambre de púas y desangrándose en una barraca. Enseguida los medios de comunicación difundieron la noticia de que Guajolote era descendiente de los mismos emplumados que divertían tanto a Moctezuma en su palacio. En las reseñas periodísticas también apareció una foto de un escudo de armas que mostraba la cara de Sir Guajolote I, un aristócrata quien vivió en Gran Bretaña, había cruzado el Atlántico montado en un barco de piratas sefarditas. Se trataba del mismísimo tatarabuelo de nuestro actual pavo.
Sea por la nobleza de su sangre, por el cuadro del pintor, la prensa amarillista o las varias organizaciones de los derechos guajolotenses que protestaron frente a las puertas del Capitolio, el caso es que El Guajolote de Thanksgiving dejó de ser atacado brutalmente por las fuerzas de seguridad del estado, y comenzó a entrar y salir del país por aire, mar y tierra cada vez que le daba su regalada gana.
Después de un tiempo se cansó de tanto corretear de una frontera a otra, decidió quedarse de este lado. Presentó un examen en inglés, español y turkys que automáticamente lo convirtió en ciudadano. Se mudó aquí a Miami e hizo diligencias para montar su propia fábrica de rosadas salchichas de moco de pavo. Guajolote concertó una cita con el alcalde del condado para presentarle su plan de negocios. El Alcalde quiso inmediatamente ser su socio, y creo una ley para que en los comedores de las escuelas públicas solo sirvieran salchichas de moco de pavo. La empresa fue un gran éxito, ambos partners hicieron dinero de todos colores.
Como reconocimiento el alcalde llevó a nuestro personaje al Convention Center en su propia limosina; en un acto público le entregó las llaves de la ciudad y una placa que decía “ Al Pajarraco del año. We love you too ”. A Guajolote de Thanksgiving se le hizo un nudo en la garganta, pasado unos minutos se paró frente al micrófono y pronunció su conocida expresión bilingüe: gordo, gordo, gordo, gobble, gobble, gobble. Todos nos emocionamos con los onomatopéyicos sonidos; nos hizo recordar la niñez.
A este evento organizado por la alcaldía en el Convention Center llegamos muchas personas de la Saguezera y Doralzuela, hicimos una larga caravana, llevamos a Guajolote de Thanksgiving en hombros hasta el Distrito Financiero. El conglomerado estaba desenfrenado. Existe un fenómeno aún inexplicable para los analistas de la sicología de masas, es el hecho de que en algún momento de concentración multitudinaria, y sin que el fenómeno tenga explicación racional, las mentes individuales nos subordinamos a las decisiones de la multitud, perdemos nuestra autonomía e identidad, nos fundimos en la muchedumbre, dejamos de ser responsable de nuestras acciones personales y encontramos un chivo expiatorio que purifique nuestras culpas y nos libere del miedo a vivir y morir (pero en este cuento no existe un chivo, sino un pavo…).
Todos los presentes escupimos la cara de Guajolote de Thanksginving; le gritamos que era revolucionario y reaccionario; espía y contra-espía; chavista y castrista; liberal y conservador, demócrata y republicano. Por representar el todo y la nada, y a pesar que simboliza histórica gratitud pero es un bípedo muy grande y grasoso de aspecto, lo declaramos el más hormonal, colesteroso y engañoso de los alimentos humanos. Sacrificamos al plumífero: le torcimos el pescuezo tal como los poetas vanguardistas latinoamericanos de principios del siglo XX lo hicieron con un cisne criollo.
Hicimos picadillo con el vistoso bípedo: molimos pico, cresta, moco, plumas y patas. Adobamos las blancas y babosas presas con ajo, comino, culantro. Para eliminar cualquier vestigio de Salmonella o del virus H1N1 lo sumergimos en vino californiano que compramos en la Farmacia Navarro y lo cocinamos por varias horas.
Al desabrido bicho lo comimos con caraotas negras, arroz blanco, yuca frita, tostones y hasta arepa. Con las alas hicimos buffalo wings, fue un insignificante milagro santurrón o un acto de magia panteística porque alcanzó para todos. El espinazo los deshuesamos, preparamos hallacas y tamales de olla que guardamos en las heladeras que nos prestaron algunos pibes de los vecindarios aledaños. La gran fogata no podía faltar, ni la yerba, ni el aguardiente, celebramos el crimen del animal hasta bien entrada la noche.
Amanecimos aquí, sobre las blancas arenas de South Beach, aquí vamos a estar, aquí vamos a esperar hasta que llegué nadando o en balsa uno de los tres cochinitos. Ojala que no haya pleitos por monopolizar el apetito colectivo, porque una gran cantidad de venezolanos vamos a preferir hacer pan de jamón que asar al lechón para el día de navidad.
lunes, 25 de noviembre de 2013
Reaccionar a los hechos
María Cristina Fernández
Contaba Keith Haring de la primera vez que vio a Andy Warhol en un café cerca del Museo de Arte Moderno. Sin decidirse a abordarlo, caminó varias veces frente al lugar y luego se alejó sin que mediara ninguna palabra entre el ídolo y él. Haring andaba haciendo de las suyas en New York con plumones y tizas, dejando un reguero de graffitis en las estaciones del tren suburbano. Un apóstata del dios consumo, obsesivo del garabato, un perturbador visual. Podía salpicar un sacrosanto poster de Johny Walker con hombrecitos gateando o platillos voladores. Era un especialista en profanar la cultura de imágenes que nos conduce al mercado.
Afuera de un mercado neoyorquino Flavio Garciandía, artista cubano adelantado a su época, vio salir a Keith Haring cargando una bolsa de compras. Garciandía no lo pensó dos veces y tuvo a bien expresarle a Haring la buena suerte que le tocó ese día en que por azar pudo conocerle. Probablemente sabía que podía no haber una segunda vez.
En cinco años de vida, Haring acumuló cien multas por exponer sus símbolos pictóricos en espacios públicos. Alguna vez la policía lo arrestó en el subway, lo esposaron, fue encerrado en un baño público y allí temió encontrar su fin.
Tiempo después Keith pintaría la muerte de Michael Stewart, asesinado por la policía que lo acusaba de un crimen terrible: dibujar en las paredes. Stewart iba a tomar el tren a Brooklyn, pero acabó estrangulado, sus ojos eran dos bolas de sangre irreconocibles. Tenía sesenta hematomas y veinticinco años.
Michael Stewart, USA for Africa 1985 |
La segunda vez que Haring vio a Warhol tuvo una suerte grande. Andaba por casualidad caminando por West Broadway cuando apareció el ídolo, acosado por fanáticos y fotógrafos que disparaban flashes de sus cámaras. Tal vez por instinto de anticipación, Warhol le puso en las manos al joven de gruesas gafas una copia de la revista “Interview”. Esta vez Haring, a diferencia del cubano Flavio, tampoco tuvo palabras o gestos para entregarse a Warhol.
Yo me he sorprendido a veces tratando de definir la muerte de unos cuerpos jóvenes, inflamados por el ardor de dejar improntas, signos, lenguaje subvertido, en los páramos de las ciudades del gran mundo.
Cuando a Israel Hernández, pichón de artista de sólo dieciocho años, le quitaron la vida en una cacería sin sentido aquí en Miami, recordé a Jean-Michel Basquiat reaccionando ante la muerte del joven graffitero Stewart: “Esto pudo pasarme a mí”.
Esto puede pasarle a cualquiera mientras la brecha entre el que ejercita una libertad de expresión y el que la coacciona sea tan profunda. Si al leer esto sientes unos deseos tremendos de garabatear ciertas fachadas pulcras, o de redefinir en términos de justicia la palabra "vándalo”, no te asustes. Estamos del lado de los vulnerables , y son los gendarmes, no los artistas, los que me han dejado por mucho tiempo sin poder articular una palabra, como cuenta Haring le sucediera al encontrarse de súbito en las calles de New York con su admirado Warhol.
jueves, 21 de noviembre de 2013
ser elián y otros problemas del ser
eliancito en la tribuna con el viejo jotavich |
en cuba encuentro sale la tortuosa metamórfosis política de elian gonzález de eugenio yáñez.
el subtítulo lee "de balserito a comisario".
"tortuosa" es una palabra muy dura. ¿qué puede esperarse? el asunto de elián resulta difícil para quienes asumen que el libre albedrío es una fuerza prístina, singular e inalterable. la psiquis es maleable, mucho más en el caso de un niño que deberá ser educado con el propósito de representar un arquetipo revolucionario ejemplar. acaso el último ejemplo del hombre nuevo
estamos ante un caso nada único. elián es un cerebro lavado, solo que no se trata de cualquier lavado de cerebro. elián ha debido pasar años de adoctrinación en el sanctum del laboratorio social más sofisticado desde el fin de la guerra fría, personalmente dirigido -se conoce- por el viejo jotavich (a principio de los 2000, cuando el viejo aún gozaba de sus completas facultades).
imaginen la estrategia: años de tratamiento sicológico con profesionales entrenados para "ayudar" a eliancito, clases con maestros especificamente adiestrados para lidiar con la educación del niño. un padre dedicado las 24 horas del día a la formación ideológica de su hijo. es el cuadro perfecto totalitario: padre galardonado e hijo predestinado.
eliancito fue la carta personal del viejo jotavich en el período más estéril de su vejez, justo al cierre de la década castrista más gris, ya quedaban atrás las grandes representaciones teatrales heroicos no alineadas de los 60 y 70 y las batallas pírricas de los 80 tempranos. eliancito era una batalla crucial a ganar contra el imperialismo.
elián "el comisario" representa la generación del "hombre nuevo" de la cuba de hoy. aunque hay muchos como él, la diferencia está en la prominencia simbólica. la historia fue pródiga con este niño sobreviviente de la travesía del estrecho, en las mismas entrañas del monstruo, arrebatado de las garras del monstruo --por el propio monstruo.
fue la derrota simbólica fuerte a la "mafia de miami" según jotavich castro quien se pronunció en su discurso el primero de mayo de 2000:
La mafia terrorista de Miami y sus aliados de la extrema derecha de Estados Unidos nos acusaban de politizar el caso, cuando lo que hacíamos era luchar contra ese crimen, y lo hemos hecho con medios pacíficos: ni un solo cristal de la Oficina de Intereses de Estados Unidos ha sido roto, ni una sola piedra ha sido lanzada contra esa instalación, ningún funcionario o visitante norteamericano ha sido molestado, ninguna bandera norteamericana ha sido pisoteada o quemada en las calles.hay sin embargo algo muy triste de la vida del comisario elián gonzález.
que la vida de una persona dependa de un solo evento (por singular en su historia que sea) contraviene el devenir de ese ser. si sartre tuviera razón en su pronunciamento existencialista de que el ser "no es lo que es" (il n'est pas ce qu'il est), si el ser se hace a cada momento en su devenir, entonces,
ser elián representa un estancamiento existencial. el joven comisario sigue siendo "eliancito" en aquella noche de primavera de 2000, arrebatado de un clóset en miami por agentes del FBI bajo las órdenes de janet reno.
elián es un adulto/niño petrificado en el tiempo, prefabricado por el castrismo, condenado a repetir explicar y justificar públicamente (a cada llamado de la revolución) aquel momento histórico de su infancia un 21 de abril de 2000.
viernes, 15 de noviembre de 2013
el genio incomprendido de ike quebec
atRifF
descubrir un artista de la estatura de ike quebec (1918-1963) no puede ser nada menos que una revelación. lo que nos trae a esa figura supuestamente "menor" que nunca llega a la fama. y es difícil imaginar cómo este notable músico -y compositor- pasó inadvertido por tanto tiempo. su sonido en el tenor es único: profundamente sensual y a la vez desgarrador. el fraseo de quebec no es el de un virtuoso, y sin embargo lo es. su maestría consiste en saber construir un todo artístico recio y coherente.
si quebec no es considerado un innovador es porque se trata de un genio "entre-tiempos". su estilo resulta fuera de moda para el postbop de un sonny rollins o la ola modal inaugurada por coltrane y algo agresivo para swing. si bien ike pertenece cronológicamente a la generación del swing, su manera de tocar se acerca más al bebop con esa sinuosidad y aptitud para la danza que tiene el "swing". es acaso por ello que es tan exitoso con el blues y el soul.
quebec se replantea el sonido "sentimental" del blues. sensualidad sonora que nace de los pulmones (qué metáfora para un asiduo fumador como ike). la columna de aire (sin duda a-la-webster) pero ahora sorpresivamente casi que llega al tono de "protesta". sí, en los sesenta muy tempranos ya hay protesta; se siente en el fraseo dolorosamente sensual de quebec. hay también años de dolor por la adicción, el anonimato y la pobreza que trae la discriminación.
el track "blue and sentimental" (arriba) arranca con una introducción de otro grande (no muy conocido) de la guitarra: grant green. quebec presenta el tema de una manera introvertida y va despertando para reglalarnos un largo soliloquio desde la esquina casi decadente del soul y el blues. el ambiente es humo y madrugada. green es de lo más depurado para 1961: un nuevo sonido de la guitarra que quiere hablar como el saxofón alto de charlie parker (el ídolo indiscutible de green). ¡qué manera de tocar y decir!
nota: para 1961, quebec parecía ganarse una segunda oportunidad a la fama. pero en esta grabación ya los pulmones de quebec estaban condenados por el cáncer aunque ni una sola nota nos hace pensar que el fin está cerca. quizá por eso blue and sentimental es un álbum que no puede olvidarse.
disfrútenlo.
miércoles, 13 de noviembre de 2013
¿feos o... cómicos?
nos llega esta noticia desde china.
jiang, el esposo en la foto, cada vez más frustrado con la apariencia facial de sus hijos decide investigar si son suyos con una prueba de ADN. el resultado confirma que son sus hijos. la trama se complica: la fea resulta ser la esposa de jiang. no ahora, sino antes, cuando se habría gastado más de $100,000 en cirugías plásticas en corea del sur antes de conocer a jiang, quien le pide el divorcio y además pone un pleito en su contra por "haberlo engañado". "me casé por amor, pero tan pronto como tuvimos nuestra hija los problemas comenzaron... la niña era increíblemente fea, al punto que me horrorizaba" --explicó jiang al periódico el tiempo de irlanda.
jiang ganó el caso. su mujer debe pagarle $120,000 por resarcimiento de daños. ¿y los niños, qué culpa tienen de ser "feos"? ese no es el punto que deseamos tratar ahora.
¿son los niños tan feos como jiang los pinta?
para empezar, se da en este caso una cierta Familienähnlichkeit ("parecido familiar"), categoría que l. wittgenstein hubiese usado sin miramientos en este caso entre los tres vástagos y sus padres. en el asunto bajo consideración "lo feo" viene del gene, pero aquí es un fenotipo 50% jiang (solo por dar leña a la discusión, de la misma manera se dan hijos bellos de padres feos). lo que nos trae a la hija de jiang, que de seguro le inquirirá a su padre en el futuro: "¿papá, qué culpa tuve yo que tu gene fuera recesivo?"
lo opuesto: padres feos hija linda |
para wittgenstein "feo" no es más que una familia de tipos. "bello" sería lo mismo. en este caso poco logró el genotipo paterno de jiang alterar el fenotipo de su prole. ¿ganaría entonces el gene "feo" materno? pero ¿qué es lo "feo"? "feo" sería -- de acuerdo al libro azul de wittgenstein-- una desviación de "un parecido familiar" entre lindos.
ventilemos lo opuesto: la belleza es la cualidad perfecta. en el banquete sócrates sugiere que eros no se siente atraído por la fealdad. aiskron se traducía como "feo", pero primero significaba "vergonzoso". ¿será por ello que lo feo produce horror?
karl rosenkranz (1805-1879) |
de acuerdo a rosenkranz hay tres maneras de ver el asunto: 1- la fealdad como "falta de", es decir, 2- si bien rosenkranz coincide con hegel en que la belleza es el aspecto sensual de la Idea, niega que la mimesis de la belleza sea expresión de la Idea. para rosenkranz, la fealdad equivale a una representación "incorrecta" de la belleza. más interesante: 3- lo feo carece de libertad y autodeterminación, que es como decir: lo feo no tiene diléctica.
esa negación del derecho a la existencia de lo feo equivale a (para volver al punto 1-) una falta de carácter: lo feo tiene un potencial de negarse a sí, pero no para volver a lo bello --tal vuelta no es posible-- sino para terminar en (nada menos que) "lo cómico". este punto ya era discutido por ese otro esteta alemán, christian hermann weisse: la fealdad cumple una función: la de servir de moraleja, la conquista de lo feo por lo bello o su integración en una totalidad armoniosa (algo no muy lejos de la idealización de otro esteta como Lessing).
el tercer punto de rosenkranz pende sobre los tres hijos de jiang como un hacha afilada: ser "feo" no es una elección, sino un hecho "biológico" (ahora fenotípico) que solo se arregla con el bisturí del cirujano maxilofacial surcoreano. ¿lo feo no tiene dialéctica? el bisturí es prueba de ello. aunque la mujer de jiang haya perdido el dinero invertido en su cara lo habría ganado "engañando" a su ex-marido. la mujer de jiang (por cierto muy fotogénica en la foto) es linda y fea a la vez. ¿la moraleja? la tecnología enriquece el alcance de la metafísica.
rosenkranz diría que la foto de arriba no es necesariamente un ejemplo de fealdad, sino de comedia. luego, es debatible que los niños de jiang sean feos. serían en todo caso chinitos cómicos.
domingo, 10 de noviembre de 2013
El caso de Goldfish
Cuando trabajaba en el Bellas Artes de La Habana, asistí en el patio del museo a una memorable descarga de Pedro Luis Ferrer que terminó con la inevitable presencia de agentes de la Seguridad del Estado interrogando, cuestionando y coaccionando en torno a lo acontecido durante el inflamable performance. Éso fue hace ya más de veinte años. Imagínense lo que hubiese ocurrido con una obra de teatro como El caso de Goldfish, cuya puesta en escena tuvo lugar en el teatro Trianón hace poco más de un mes. Este fragmento que aparece en Tumiami donde el protagonista interactúa con el público da una idea de la carga contestataria de la pieza teatral.
La obra concebida por William Ruiz y Alejandro Arango, según lo que asistieron a las funciones, ha sido una de las críticas más abiertas y valientes al modelo castrista, abordando las problemáticas más candentes de la actualidad cubana. Desde la decrepitud de los servicios a la población hasta la falta de libertad.
Hace dos décadas atrás, el grupo de teatro en pleno -y hasta algún espectador- hubiesen ido a parar a Villa Marista. Ahora no ocurrió. ¿Por qué? Bueno porque la famosa frase de Gardel sobre la invalidez de los veinte años no es más que letra de canción. La historia, como el planeta, se mueve. Con discursos enardecidos. Con dolor sobre el dolor. Con los temores y la ira del poder.Y, claro, también a base de culatazos. Estas voces y estos monólogos de veinte años después, distintos y distantes a la abulia de nosotros los de entonces, parecen anunciar un cambio de escenario aún no muy comprensible para percepciones forjadas bajo el inmovilismo tradicional de una dictadura. (JR)
martes, 5 de noviembre de 2013
"nueva ola" de cubanos y el arte de estafar al medicare
tumiamiblog
¿conoces algunos de estos acusados?
el nuevo herald saca una noticia que no es tan nueva. los cubanos somos los estafadores número 1 del medicare en la historia de los estados unidos. estadística honorífica acentuada ahora con los nuevos cubanos que llegan. este grupo no hace fortuna a base de trabajo sino a costa del dinero del contribuyente. manejan carros insignias, BMW535, Land Rovers, Bentleys, viven en condos lujosos, viajan a cuba todos los meses.
pincha aquí la lista de ¡más de 90 estafadores! fiesta de los millones en yankilandia!
sujetos como madelín bárbara machado, de 40 años, acusada en 2008 por robarse $9 millones con una ganancia personal de $4 millones. su paradero podría ser cuba o españa. carmen karen gonzález, con una ganancia personal de $9 millones (la cogieron en fort myers después de entrar de nuevo).
rolando nogueira, arrestado en panamá después de atracar al sistema por $11 millones. el más sonado es jorge ramírez que usó tratamientos de HIV fraudulentos por un total de $42 millones. vivía en cuba y fue capturado en miami el 12 de diciembre del 2008. tras apoderarse de $6 millones, caridad guilarte se daba la vida de una reina en panamá, venezuela y colombia (fue capturada el año pasado en miami). abel carrazana le tumbó al medicare $5 millones y se largó no se sabe adónde. emilio r. seijo se la comió, le tumbó al sistema 14 millones y vive en cuba sabroso. eduardo moreno 7 millones y vive en cuba. pero el decano de los truhanes del grupo es el ecuatoriano orlin tamayo quiñones, que le robó $100 millones al medicare. hoy en día vive en cuba como un rey.
existe una lista de 90 médicos que han mandado facturas por "tratamientos" al medicare. "médicos" cubanos que han sido sobornados. estos cubanos han aprendido a "ordeñar" el sistema:
... en el 2009, Alcides García, buscado por el papel jugado en una estafa de equipos médicos de $10.7 millones acudió a una compañía de envíos en las Islas Canarias para que trajeran sus pertenencias personales desde Miami a la isla española junto a la costa noroccidental de Africa. García decía que él era mexicano, pero su fuerte acento cubano lo delataba (...) el dueño de la compañía de envíos buscó el nombre de García en Google y encontró una historia de The Miami Herald/El Nuevo Herald publicada en enero del 2009 que describía a García como un fugitivo nacido en Cuba y buscado por acusaciones de fraude al Medicare en el sur de la Florida. La historia, en la que aparecía una foto policial de García, confirmó su identidad.la red de lavado de dinero termina en el banco nacional de cuba. the miami herald comentó el año pasado el caso de orcar l. sánchez, un casi analfabeto que logró establecer una tienda de cambio de cheques por el que se sabe que pasaron $63 millones:
¿Cuál es la causa de este "sindicato" bancario clandestino? Desde mediados de la década de 1990, oleadas de inmigrantes cubanos han aprendido miles de formas para estafar el programa de salud financiado por los contribuyentes para los ancianos y los descapacitados. Una vez descubiertos más de 150 sospechosos lograron huir a Cuba y otras partes de América Latina.estos delincuentes operan en miami pero tienen otra vida hecha en la habana:
Los Benítez, quienes vinieron a este país en 1995 y se hicieron ciudadanos estadounidenses cinco años después, encontraron ahora un refugio seguro en Cuba, según fuentes familiarizadas con su estatus. El FBI no puede perseguirlos a ellos ni a ningún otro fugitivo en Cuba porque Estados Unidos no tiene relaciones normales con la isla comunista. Pero los hermanos perdieron la mayoría de las propiedades que habían adquirido en República Dominicana antes de que huyeran de su juicio federal en Miami.y la vida que se dan:
Las autoridades federales trabajaron con República Dominicana para confiscar sus extensas propiedades en el área turística de Bávaro, incluyendo un parque con el tema de los Piratas del Caribe.al césar lo que es del césar: lo de "piratas del caribe" es justo.
Otros activos incluían hoteles, un helicóptero Robinson R44 Raven, edificios de apartamentos, mansiones de lujo, supermercados y una agencia de alquiler de carros, todos registrados bajo compañías de fachada o nombres falsos. En el 2011, las autoridades dominicanas y el gobierno de EEUU anunciaron un acuerdo conjunto para compartir las propiedades confiscadas y cuentas de banco congeladas de los Benítez, que se estiman alcanzaban un total de $37.5 millones.¿quién paga por el desfalco? nosotros los contribuyentes.
hasta los años 90 por la época de los balseros, los que venían venían buscando libertad. los de ahora vienen buscando "una vida mejor". más claro ni el agua.
¿y esta "nueva ola" de dónde salió?
con la posibilidad de un futuro así la yuma se ha hecho más apetecible que nunca.
lunes, 4 de noviembre de 2013
A Savater: "Dar caña" no es tan malo como lo pintan
Alfredo Triff
Leo este artículo de Fernando Savater, "Dar caña", en El País:
Para sorpresa del lector tenemos lo siguiente:
¿La crítica dónde queda? Se infiere del artículo casi que una admisión de culpa ante la crítica. ¿Y qué hacer allí donde "hay falta"? Desde la ilustración conocemos que somos bestias normativas. Hallar falta no es nada raro, es, por el contrario una condición fundamental de la evolución de la cultura. La mala fe sería pretender no hallar falta allí donde la hay. El cómo es otra cosa. Hay críticos duros, otros más condescencientes. ¿Qué sería Samuel Johnson sin su verbo cínico o Barbey D'Aurevilly sin su erudito vituperio o Wilde sin su esnobismo nunca cursi? Todos daban caña: el casi ateo de Diderot, el políglota Schlegel, Hume el escéptico. Marx da caña (al duro) en sus mejores ensayos, Nietzsche escribe venenos nihilistas. Cómo no incluir el verbo lunático de Bataille, el ardor revolucionario de Trostky, el hondo y abrasivo estilo de Adorno, la sátira deconstructiva de Derrida, el teatro mordaz de Foucault. Por no dejar maestros de Savater, los irredomables Cioran y Agustín García Calvo.
Es hora de decirlo sin tapujos: la mejor crítica se da en el cañaveral.
De acuerdo a Savater, uno "da caña" y disfruta el asunto... y disfrutarlo es como una especie de ceguera de la conciencia... hasta que le den caña a uno...entonces duele. Ya para entonces la mala fe queda al desnudo.
Qué simplista la receta.
Defendemos la crítica como práctica axiológica fundamental en la cultura. El crítico sabe el juego que juega y lo elige como una elección de vida. El crítico no tiene por qué jugar el juego del paciente que alude Savater. Un crítico se sabe siempre en la mirilla. El precio a pagar es ser un paciente en estado permanente. ¿Y qué? Aquí aplica la máxima de Bushido: "Despiértate cada día como si fueras a morir". El crítico debe abrazar la crítica como una verdad, no un negocio sentimental. Y aceptar las consecuencias.
Me preocupa el tono moralizante y enredado que sigue:
Pregunto: ¿No se puede acaso criticar a los nuestros? Y criticar duro a los nuestros.
De lo individual a lo social no hay más que un paso:
En efecto, los problemas de la sociedad son siempre arduos e inciertos. Pero sopesarlos no nos llevará necesariamente a "la insatisfacción". Qué clase de filosofía es esa que no comprenda que los problemas sociales son una parte del gran problema universal, sin solución, que es la existencia. No hay solución total a los problemas. Solo hay soluciones locales y temporales. Las que nos tocan.
Leo este artículo de Fernando Savater, "Dar caña", en El País:
Ya sabemos lo que es “dar caña”: proferir enormidades truculentas e insultantes que acogoten sin miramientos al personaje público detestado, sea del gobierno o de la oposición. Lo de menos es que tal demolición esté bien fundada, solo cuenta que utilice munición del más grueso calibre y que no condescienda a ningún miramiento con su víctima...basta que aparezca en lontananza la silueta de alguien de la facción opuesta para que se desencadene arrollando todo a su paso como un tsunami inquisitorial y aniquilador.¿Inquisitorial? Tal pareciera que hay un problema con "dar caña". ¿Es "dar caña" y "crítica" lo mismo? Savater no lo aclara (él que ha sido un filósofo polémico). El problema es balístico: "la munición del más grueso calibre" y el no miramiento con "la víctima". Estamos al pie del cadalso. El subtítulo del artículo lee: "La conciencia moral es algo que desasosiega: en cierta forma, tener conciencia es siempre tener mala conciencia".
Para sorpresa del lector tenemos lo siguiente:
Este método vulgar, que ahora es también la norma del periodismo actual que no es de izquierdas, está diseñado para convertir a cualquier idiota ruidoso en un analista magistral”. Lo malo es que ... yo mismo, ay, y tantos otros, hemos incurrido a veces en esa práctica cuya mala fe nos resulta tan evidente cuando somos pacientes de ella…Esta mala fe asemeja la mauvaise foi del Sartre del ser y la nada. Pero para un voluntarista radical como Sartre "dar caña" sería siempre una calle de dos vías. Incluso hay cosas en el mundo a las que hay que darle caña. ¿Qué hacer?
¿La crítica dónde queda? Se infiere del artículo casi que una admisión de culpa ante la crítica. ¿Y qué hacer allí donde "hay falta"? Desde la ilustración conocemos que somos bestias normativas. Hallar falta no es nada raro, es, por el contrario una condición fundamental de la evolución de la cultura. La mala fe sería pretender no hallar falta allí donde la hay. El cómo es otra cosa. Hay críticos duros, otros más condescencientes. ¿Qué sería Samuel Johnson sin su verbo cínico o Barbey D'Aurevilly sin su erudito vituperio o Wilde sin su esnobismo nunca cursi? Todos daban caña: el casi ateo de Diderot, el políglota Schlegel, Hume el escéptico. Marx da caña (al duro) en sus mejores ensayos, Nietzsche escribe venenos nihilistas. Cómo no incluir el verbo lunático de Bataille, el ardor revolucionario de Trostky, el hondo y abrasivo estilo de Adorno, la sátira deconstructiva de Derrida, el teatro mordaz de Foucault. Por no dejar maestros de Savater, los irredomables Cioran y Agustín García Calvo.
Es hora de decirlo sin tapujos: la mejor crítica se da en el cañaveral.
De acuerdo a Savater, uno "da caña" y disfruta el asunto... y disfrutarlo es como una especie de ceguera de la conciencia... hasta que le den caña a uno...entonces duele. Ya para entonces la mala fe queda al desnudo.
Qué simplista la receta.
Defendemos la crítica como práctica axiológica fundamental en la cultura. El crítico sabe el juego que juega y lo elige como una elección de vida. El crítico no tiene por qué jugar el juego del paciente que alude Savater. Un crítico se sabe siempre en la mirilla. El precio a pagar es ser un paciente en estado permanente. ¿Y qué? Aquí aplica la máxima de Bushido: "Despiértate cada día como si fueras a morir". El crítico debe abrazar la crítica como una verdad, no un negocio sentimental. Y aceptar las consecuencias.
Me preocupa el tono moralizante y enredado que sigue:
Tener conciencia moral es algo que desasosiega y obliga a una permanente autocrítica: en cierta forma, tener conciencia es siempre tener mala conciencia. Pero eso puede arreglarse convirtiéndose uno mismo en la conciencia moral que critica a los demás y les recuerda los altos deberes que han vulnerado: de ese modo, la conciencia es siempre para uno buena conciencia. Dar caña a quienes no son de los nuestros nos hace sentir morales sin padecer los agobios del examen de conciencia. Uno se convierte en exigencia para los otros, sobre todo si ocupan puestos social o políticamente relevantes, mientras se envuelve en la autocomplacencia de ser el dedo que señala pero nunca es señalado.Savater por fin menciona la palabra "crítica". Uno critica para arreglarse la conciencia, pero no hay tal arreglo, pues conciencia equivale a "mala conciencia" de acuerdo a Savater -ahora hecho un existencialista. La crítica queda reducida a una actividad que justifica la conciencia "para uno", que es como decir la peor. "Dar caña" es como una pulsión tribal contra "quienes no son de los nuestros", y la crítica queda a merced de esta pulsión (de la peor clase de conciencia).
Pregunto: ¿No se puede acaso criticar a los nuestros? Y criticar duro a los nuestros.
De lo individual a lo social no hay más que un paso:
Los problemas de nuestras sociedades son siempre arduos, inciertos, llenos de aristas y aspectos contrapuestos. Ser honrado frente a ellos, sopesar sus matices y distintas perspectivas, es condenarse a la insatisfacción de no saber nunca del todo.Savater supone que el hecho social de la primera oración implica la segunda como tesis moral del individuo. Mi querido y respetado filósofo es víctima de la paradoja del pato o el conejo y parece ahogarse en un vaso de agua.
En efecto, los problemas de la sociedad son siempre arduos e inciertos. Pero sopesarlos no nos llevará necesariamente a "la insatisfacción". Qué clase de filosofía es esa que no comprenda que los problemas sociales son una parte del gran problema universal, sin solución, que es la existencia. No hay solución total a los problemas. Solo hay soluciones locales y temporales. Las que nos tocan.
domingo, 3 de noviembre de 2013
Charlie Rouse - Hopscocht
Hopscocht no es justamente lo más típico en Charlie Rouse. Tampoco lo es el disco Two is One al que pertenece la pieza, pero la complejidad de este álbum tiene un fundamento empírico que se explica por sí solo: Charlie, antes de llegar a este proyecto, había acompañado con su saxofón y su flauta a Thelonius Monk durante once años. En Hopscotch, el conocido saxofón tenor y la guitarra del virtuoso Paul Metzke entablan un diálogo tan entusiasta y empático que por momentos el oído se niega a deslindarlos. No obstante, al margen de la coincidencia y las frases alternativas entre ambos instrumentistas, advierto sobre el indisimulado liderazgo rítmico de David Lee en el drum. Totalmente comprensible si se tiene en cuenta que el autor de la pieza es Joe Chambers, músico versátil, que ha incursionado en el piano y el vibráfono, pero cuyo fuerte es el set de percusión. (JR)
viernes, 1 de noviembre de 2013
Tierra de fuego en el Lehman Theatre
Amílcar Barca
En los años setenta en plena época de violencia y atentados terroristas en Medio Oriente, un avión de la compañía israelí Al Hal es secuestrado por un comando palestino cuando aterriza en Londres. En el altercado muere uno de los dos terroristas y una azafata. Sobrevive otra tripulante, Yael (Vanessa Zolari), y el asesino Hazan (José A. Mesa). Veinte años después, en el estado de Israel, gobierna Sharon y han pasado muchas cosas. Yael, una mujer que entiende por vivencia propia el conflicto árabe-israelí y que está a favor de su resolución, decide escribir una carta a su agresor para averiguar el por qué de su motivo. Entonces, decide ir a Londres y visitarlo en la propia cárcel. Después de mil y un sinsabores con su esposo Ilan (Manuel Hernández), su papá Dan (Wiston González) y la madre de la azafata muerta, Guela ( Lizaida Mansito), Yael toma diligencias sobre el asunto mientras es alentada por el abogado de Hazan George Walid (Reinaldo González) a firmar una carta para mejorar el estado de Hazan en la prisión.
Al final, el espectador sacará sus propias conclusiones sobre lo que quieren decir los temas principales de que trata: los derechos humanos, la justicia social y la política en ambos lados.
Bajo este título convergen dos significados distintos: Un lugar mítico y pacífico, es decir un espacio real ubicado en Argentina donde Hazan depositará sus sueños heredados de su abuelo “algún día me gustaría ir allí”, y la realidad del día a día que vive/vivió él y su víctima, Yael, durante su infancia en Palestina e Israel, respectivamente.
Este fin de semana, tienen la última oportunidad de ir a ver este magnífico drama en nuestra ciudad por $0 pesos. De verdad, la recomiendo con los ojos cerrados. Este eterno conflicto, bien lo merece. Una recomendación: pongan mucha atención al texto…es una auténtica tesis del autor basado en un hecho real.
Tierra del Fuego. Autor: Mario Diament. Director: Max Ferrà
The Lehman Teatre.
11380 NW 27 Ave. Miami, Fl 33167 / MDC North Campus
Viernes y Sabado 8pm. Domingo 5pm.
Último fin de semana 1, 2, 3 de Noviembre, 2013
Totalmente gratuita y apta para mayores de 13 años.
En los años setenta en plena época de violencia y atentados terroristas en Medio Oriente, un avión de la compañía israelí Al Hal es secuestrado por un comando palestino cuando aterriza en Londres. En el altercado muere uno de los dos terroristas y una azafata. Sobrevive otra tripulante, Yael (Vanessa Zolari), y el asesino Hazan (José A. Mesa). Veinte años después, en el estado de Israel, gobierna Sharon y han pasado muchas cosas. Yael, una mujer que entiende por vivencia propia el conflicto árabe-israelí y que está a favor de su resolución, decide escribir una carta a su agresor para averiguar el por qué de su motivo. Entonces, decide ir a Londres y visitarlo en la propia cárcel. Después de mil y un sinsabores con su esposo Ilan (Manuel Hernández), su papá Dan (Wiston González) y la madre de la azafata muerta, Guela ( Lizaida Mansito), Yael toma diligencias sobre el asunto mientras es alentada por el abogado de Hazan George Walid (Reinaldo González) a firmar una carta para mejorar el estado de Hazan en la prisión.
Al final, el espectador sacará sus propias conclusiones sobre lo que quieren decir los temas principales de que trata: los derechos humanos, la justicia social y la política en ambos lados.
Bajo este título convergen dos significados distintos: Un lugar mítico y pacífico, es decir un espacio real ubicado en Argentina donde Hazan depositará sus sueños heredados de su abuelo “algún día me gustaría ir allí”, y la realidad del día a día que vive/vivió él y su víctima, Yael, durante su infancia en Palestina e Israel, respectivamente.
Este fin de semana, tienen la última oportunidad de ir a ver este magnífico drama en nuestra ciudad por $0 pesos. De verdad, la recomiendo con los ojos cerrados. Este eterno conflicto, bien lo merece. Una recomendación: pongan mucha atención al texto…es una auténtica tesis del autor basado en un hecho real.
Tierra del Fuego. Autor: Mario Diament. Director: Max Ferrà
The Lehman Teatre.
11380 NW 27 Ave. Miami, Fl 33167 / MDC North Campus
Viernes y Sabado 8pm. Domingo 5pm.
Último fin de semana 1, 2, 3 de Noviembre, 2013
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