Jesús Rosado
Unos párrafos debajo, Triff abre una discusión candente que se extendería hacia la infinitud fácilmente con esta nueva interrogante. Después de la infausta experiencia castrista es difícil concebir que de inmediato se recicle cualquier tipo de socialismo en Cuba. Pero ello no excluye que se repitan las fórmulas dictatoriales.
Tomás Esson, Bandera (2002)
Me atrevo a relacionar de un jalón algunos de los factores endémicos que contribuyen a la recurrencia de regímenes autoritarios en la historia de la isla. Estos, por cierto, no han de considerarse legado del castrismo. Ya existían los conocidos antecedentes y más bien se diría que son potencialidades reforzadas por el último de nuestros totalitarismos.
- Debilidad ética como colectividad
- Susceptibilidad hacia la intimidación
- Disposición al colaboracionismo y al ejercicio inquisitorio
- Absolutismo del ego (cada cubano aspira a ser dictador desde su circunstancia)
- Pésima memoria histórica
- Inclinación hacia la intransigencia y a la falta de pluralismo de opinión
- Machismo, racismo y sectarismo
- Devoción por el sistema de caudillaje en todos los niveles de jerarquía
- Rencores y violencia fratricidas
- Doctrina del ejercicio duro de los cargos públicos
- Cabildeo con favores económicos o políticos
- Ductilidad ideológica y oscurantismo
No están listados en lo absoluto por orden de importancia y puede haber quedado excluido alguno que el lector puede agregar si lo motiva. Pero, lo cierto es que han actuado aleatoriamente a través de tres dictaduras, que suman ya en total casi siete décadas de las once transcurridas después de la “independencia”. Ocho años machadistas, siete de Batista y casi cincuenta y cinco de castrato. De modo que nuestra crónica postcolonial carga con más años de dictadura que de ejercicio democrático. Un saldo al que se arriba sin crisis de autoestima nacional, sino a golpe de estadísticas y de acumulación de vilezas.
Es esa inclinación filial hacia la autocracia la que mina de sospechas y temores el futuro del cubano. La cuestión no es si sabremos vivir en democracia. La interrogante es más grave. Y flotando sobre las posibles respuestas se cernirá la sombra de aquella frase lapidaria del conde de Maistre: cada nación tiene el gobierno que se merece.
Como dicen ustedes...te la comiste...Pero sí.. es posible vivir sin dictadura...sin duda. Yo he vivido esta experiencia al revés después de un periodo que se llamó transición.
ResponderEliminarPero no olviden que tienen que pactar las dos partes...la de allá y la de aquí...o mejor dicho ...los de allá y los de aquí.
Buen post
Amílcar Barca
disposición al colaboracionismo y al ejercicio inquisitorio, ejercicio duro de los cargos públicos, ductilidad ideológica y oscurantismo....
ResponderEliminarcrema.
factores endémicos al punto; excelente ejercicio de autocrítica, jr.
ResponderEliminarAmigo Rosado
ResponderEliminarEs injusto y erroneo establecer esa continuidad dictatorial.
Las dicta-blandas de Machado y Batista son incomparables con la tirania Castro Comunista.
No podemos ignorar que Machado fue General de la Guerra de Independencia y Batista un sargento que llego a General.
Ambos fueron electos democraticamente.
Durante sus mandatos se alcanzan la excelencia cultural, arquitectonica y Urbana mas elevadas en nuestra historia.
MACHADO El plan de la Habana de Jean Claude Nicolas Forestier, la formacion academica de profesionales en Ivy League universities mas la implementation de la Infraestructura y tecnologias mas avanzadas de los Estados Unidos:
Carretera Central, Capitolio Nacional, Universidad, Paseo del Prado, Hotel Nacional, Los palacios neocoloniales de Govantes y Cabarrocas, Leonardo Morales y Eugenio Rayneri.
Las acciones terroristas y antidemocraticas del ABC y los comunistas
BATISTA Plan Piloto para La Habana de Jose Luis Sert, VIA blanca y Monumental, CUJAE, Plaza de la Revolucion, Habana del Este, FHA, JUCEPLAN, Ballet Nacional, Museo Nacional, Consejo Nacional de Cultura, Oficina del Historiador, legalization del partido comunista, constitucion del 40
Ataques terroristas al Cuartel Moncada y al Palacio Presidencial y bombas del 26 de Julio en ciudades
CASTRISMO destruction, apropiacion y vandalismo de nuestro patrimonio Nacional cultural, civico y humano monumentos, instituciones, industrias,
Fusilamientos y asesinatos a gran escala y la poblacion penal mas alta de nuestra historia
Emigracion y Exilio sin paralelos
Cual seria el legado castrista?
Por que establecer una continuidad entre estos tres periodos?
RF
Mi estimado Raffaello, la continuidad no la establezco yo. Los hechos son los que suman los años de autocracia con una modalidad u otra y con un grado de intensidad u otro.
ResponderEliminarNingún avance económico o logro arquitectónico puede justificar o disimular el carácter dictatorial de un gobierno y las cuotas de sangre, sufrimiento y envilecimiento que entrañan.
Estoy plenamente de acuerdo contigo en que el castrato ha sido la más destructiva de las dictaduras cubanas, moral y físicamente. Pero ello no desdice la existencia de las precedentes, al contrario, el castrismo parece ser la adultez de nuestras deformaciones como pueblo, mientras que las dictaduras anteriores representan la niñez y adolescencia de nuestros vicios nacionales.
Recordemos, además, que esta última y peor dictadura también proclama monumentos intangibles como el acceso extendido a la instrucción pública, la alfabetización masiva, la expansión de la atención médica a los lugares más recónditos, la construcción de centros científicos en el campo médico, biogenético y farmacéutico, el desarrollo deportivo, la masificación de la cultura, etc. Esos son su carretera central, su capitolio, su plaza cívica. Y, sin embargo, sabemos que nos lega el saldo más desastroso de la historia nacional. Y lloramos el luto y la separación que ha sembrado en nuestras familias.
No hay nada que pueda salvar o lavar el daño causado por los regímenes dictatoriales.
No hemos arribado los cubanos a una fase enajenada de las anteriores. Nuestras vulnerabilidades como comunidad han ido empeorando. El castrismo es el punto más alto de la espiral autocrática en Cuba. No fue elegido democráticamente, más fue aclamado multitudinariamente. Las condicionantes históricas para esa exacerbación se fueron acumulando. Y es hora de ejercer la introspección para de algún modo identificar qué nos está ocurriendo como etnia que aspira a nación. No hay otra manera de madurar como pueblo.
La pregunta que me formulo no es para establecer comparaciones entre dictaduras, sino para reflexionar sus recidivas en nuestra historia.
Gracias, amigo mío, por visitar el blog y exponer tus opiniones.
Amílcar, ojalá tu predicción se cumpla. ¡Cuánto no hace falta a los cubanos! Gracias. Abrazo.
ResponderEliminarGracias, Alfre y Rosie. Y a seguir palante con los temas escarpados.
Incluso hay un ejercicio dictatorial de Batista, como jefe del ejército, que se extiende por cinco años (1934-39), para dar paso a la verbena democrática del 40.
ResponderEliminarY no es injusta, sino alarmante, la continuidad dictatorial, porque si Machado y Batista fueron "dictablandas," la dictadura de Castro descuella por su permanencia y sugiere que Castro, no Machado ni Batista, era el dictador que venía bien a Cuba en el contexto jalonado por Rosado.
El "pueblo" nunca demoró más de una década en salir de los dictadores ni el dictador en transitar a la democracia, como se dice ahora.
rafaello ,el legado castrista es tu educacion.
ResponderEliminarGran jalón de JR. Una lista a tener en cuenta a la hora de los mameyes.
ResponderEliminarRW