A propósito de la visita de Antonio Rodiles he estado revisando rápidamente el recorrido documentado de Estado de Sats y el de su más reciente propuesta Demanda ciudadana por otra Cuba. Al reflexionar sobre sus respectivas razones de ser, se abren ventanas en mi memoria a otras citas no tan lejanas con la alternatividad dentro del último modelo de regencia en la isla.
Causas, intenciones y procederes semejantes me remitieron hasta aquellos pininos del movimiento civilista moderno en Cuba que fundaron, durante la séptima década del siglo XX, Ricardo Bofill y la Dra. Marta Frayde. Una confrontación de nuevo tipo con la dictadura que adoptaría expresiones inéditas hasta entonces en la historia de las contiendas sociales de la nación.
Inspirados por los ejemplos de Gandhi, Luther King y el ideario disidente de Europa Oriental, las jornadas contestatarias del movimiento pro-derechos humanos asumieron novedosas tácticas de desobediencia civil, resistencia pacífica y discusión de ideas, articulándose en plataforma no clandestina de denuncia política e integrando contenidos teóricos y estéticos a la actitud contra el establishment sovietizado. De aquellas fechas se recuerdan eventos que estremecieron el contexto cultural e ideológico en la capital como fueron la aparición de las revistas El Disidente y Aurora creadas por Ariel Hidalgo, la celebración de mesas redondas debatiendo públicamente la crítica situación de los derechos humanos y la insólita realización de exposiciones y talleres de arte disidente en espacios deslindados de la institucionalidad.
Fueron hechos que corrieron paralelos a los efectos de larga distancia de gladsnot + perestroika (o no tan larga la distancia gracias a los noticiarios de Radio Martí) e intercambiaron ondas expansivas con el acontecer simultáneo que se desencadenó en el arte y el pensamiento crítico de los 80. Fue como si el revolucionarismo doctrinario sustentado sobre la autoapología nacionalista y la forzosa filiación con la avanzada marxista de los años 20 comenzara a dar muestras de un parkisonismo insuperable. Y lo más curioso es que la revision más radical del discurso político lo protagonizarían excomunistas de la vieja guardia, académicos postmarxistas y el talento artístico y profesional formado bajo el castrato.
No quiero pecar de reduccionista. Sería desdeñoso con la complejidad con que se comportan los azogues del tiempo en una sociedad cerrada como la cubana. Pero es innegable que Estado de Sats es la espira más reciente de una dinámica que despega con muy discreto perfil en el proceso de la microfracción del 68, recorre el activismo seminal de los setenta, el cual a su vez se multiplicaría en las rondas hipercríticas contra el aparato político en los 80. Toma de esos años, y lo digo con palabras de Iván de la Nuez, “el desafío creciente del sujeto cultural a la institución” que se expresó en diversos proyectos artísticos y teóricos (Criterio Alternativo, Arte-Calle, Paideia, etc) e incorporó la ecuación para perder el temor frente a los mecanismos de represión.
Ahora bien, en las curvas y recurvas de espiral en toda esta historia se tiende a repetir un fenómeno que en cada circunstancia parece contemplarse en el azogue, ignorar causa y efecto y sumergirse en la amnesia más incurable. Me refiero a la desconexión social de la disensión con sectores amplios de la población. Hasta hoy día, la disidencia anticastrista, sea en el campo ético o estético, se ha movido una y otra vez, década tras década, en perímetros restringidos. No llega a calar, no se arraiga en el sentir popular, ni impacta en la conciencia colectiva. Sencillamente no mueve comunidad. No al menos como lo harían un malecón sin aduanas o la embajada de un país libre con las fauces abiertas. De modo que toca esperar nuevamente si la disidencia histórica, la blogosfera contestataria, el proyecto Estado de Sats, las figuras emergentes del movimiento cívico, el apoyo del exilio, junto a la opinión pública internacional, logran congelar en empeño común los azogues de la espiral antes de que se derritan una vez más bajo el sol bochornoso y el embate del salitre.
esto promete.
ResponderEliminarEl autor escéptico como siempre
ResponderEliminarme parece muy buen último párrafo. aunque lo que tiene la disidencia en cuba no es fácil, como decimos.
ResponderEliminarla mera preocupación de los "sectores amplios de la población" es la superviviencia. A nos todavía nos resta desbloquear la carta escondida e inquebrantable de el embargo. Un arma práctica inamovible, tan sangrienta cómo un misil, cuyo efecto desnutritivo nos impide incluso las fuerzas de echarnos a remar. Casi qué llego a intuir, que la única razón de la existencia de ese estado es "el embargo". El respaldo del exilio...¿cuál exilio? ¿el dolído? ¿el condicionado? ¿el altivo? ¿el obstinado? ¿O el respaldo del exilio que está dispuesto a ceder su rencilla con tal de resolver la situación primero? Demasiada prepotencia por todos lados.
ResponderEliminarEl problema a mi entender sigue siendo "el poder" demasiado poder por el poder. Sin escuchar a los qué "supuestamente" se deben. Disidentes, contestatarios, hordas de inmigrantes, el progreso, la buena vida... Nada interesa. No escuchan. Al exilio, no le interesa el negrito que se murió de hambre en la carcel, más o menos que le interesa a los de allá. Más que como estandarte, cómo ejemplo. Yo me encuentro con estos poderes entre "la peste y el mal olor". Refutale y repiqueteale a este y también a el otro. Y cómo bien dice JR, ni nada por aquí, ni nada por allá. Nada en concreto, más que la persistencia del desastre. Es el balance perfecto entre el Yin y el Yan, cómo si supieran que la muerte del uno es la muerte también del otro. Muerte a la que, por supuesto, no estan dispuestos. Sin quitar la política de uno, no se puede desactivar la política del otro... están viciados...
ResponderEliminarHace medio siglo los militantes anticastristas salían de Miami a infiltrarse en Cuba. Hoy en día los militantes anticastristas salen de Cuba a dar giras por Miami. A pesar de oponerse diamentalmente, ambos movimientos comparten la misma irracionalidad: no son instrumentalmente anticastistras, es decir: no sirven para derrocar al castrismo, que se supone sea la clave de toda resistencia, oposición, disdidencia o lo que sea en conta de la dictadura. Así que la primera pregunta a Antonio Rodiles debe ser: ¿Cómo piensas tumbar al castrismo? Y si no tiene respuesta, ahí mismo debe concluir la sesión.
ResponderEliminarMiguel Fernández
Creo que es un análisis serio, profundo, a pesar de su extensión.
ResponderEliminarCoincido con Triff en que el último párrafo es un cierre muy bueno.
Gracias por tus posts.
en fin, si quitar el embargo iba a funcionar o no, nunca lo sabremos. Y la muerte, solo la corporea. Nos jodimos.
ResponderEliminarja ja ja muy simpático el planteamiento de Miguel. Oye pero en serio, Alfre, si el señorito Antonio no viene con la concreta, que desmaye la muela y hablen mejor de Física qué tan interesante es. En fin, grabad sonido si podeis para escuchar. ja ja ja Miguel... en buen cubano, "estamos hasta el pecho, de muela".
ResponderEliminarAunque ya tengo lustro y medio en esta rivera del Estrecho -demasiado ancho para los balseros, por cierto-, aún no he podido quitarme de mi olfato el olor a chícharos, picadillo de soya y al alcantarillado reventado de la Habana Vieja. De igual forma, todavía me resulta sorprendentemente extraño que por las calles de Cuba caminen disidentes profesionales que, demasiado libremente, hablen y escriban abiertamente contra el régimen -sobre todo por Internet-, salgan y entren, reciban honores, den entrevistas a los medios de la “propaganda enemiga" y a los congresistas cubanoamericanos –sobre todo a Ileana Ros-Lehtinen, a la que el régimen bautizó como la "loba feroz". No creo que a la tiranía le interese un comino la "opinión" ni la "presión" internacional (no sé de quién, pues la mayoría de los medios internacionales, los gobiernos y las organizaciones internacionales le tienen un dudoso amor al régimen castrista). Jamás le ha interesado como tampoco nada ha cambiado bajo el mandato del Benjamín de los Castro. Miren sólo lo que el ejército de ocupación ha hecho en el parlamento venezolano. Durante décadas, vi personalmente demasiada gente "tronada", acosada, encarcelada y desaparecida por muchíííísimo menos de lo que se han atrevido a hacer estos flamantes disidentes cubanos. Debo haber salido demasiado psicótico por la paranoia que me contagiaron los 46 años que viví bajo la bota de la tiranía cubana, pero las biografías de la Yoanis, Antonio Rodiles y unos cuantos "disidentes" más -incluso catalogados hoy como "mártires"- me resultan excesivamente sospechosas. Sé que el exilio y la disidencia, como quiera que se le llame a la oposición a los Castro, ha carecido de los "héroes" y "líderes" necesarios para convocar a la unidad nacional para enfrentar la dictadura. Pero, como puso Bertolt Brecht en boca de Galileo: "pobre del país que necesite héroes".
ResponderEliminarDisidencia... no quiere decir coincidencia. Solo una alternativa inteligente, pacifica y incluyente va a dar resultado.
ResponderEliminarUn abrazo amigo
Amilcar Barca
Pues pa mi lo mejor es una intervención americana,posarle la 82 division en punto cero, el comite central y bloqueo a toda la isla!!
ResponderEliminarMuy sintéticamente objetivo la propuesta de Miguel Fernéndez. Sólo hay que preguntarle a Rodiles y a Yoanis como rayos piensan tumbar a los Castro.
ResponderEliminarEstimado Anónimo, no malgastemos la 82 división en el Punto Cero, con un dron es más que suficiente.
ResponderEliminarMuy organizado el evento del College y linda la entrevista de Karen a Antonio
ResponderEliminarY si se reunen con los Diaz Balart, Joe Garcia y toda la politequeria miamesca se desconectaran mas todavia del sentir popular. Aqui se les fue el deseo de FIGURAR por encima de la ESTRATEGIA e INTELIGENCIA. Firmaron su decreto de CERO A LA IZQUIERDA.
ResponderEliminarcomo se parece esa primera frase de rodiles a la famosa respuesta de bofill al interrogador del G2:
ResponderEliminaroficial,"lo mio es vivir de esto"
Habria que preguntarle a Rosado que cosa es "el sentir popular". Yo creo que esas ideas si estan desconectadas de lo que es un pensamiento critico. La respuesta esta en el propio articulo,.. que "sentira el pueblo" al respecto de este? Nada, sin dudas, pues no existe algo como los sentimientos colectivos o las ideas masivas. Son topicos individuales que solo se transfiguran en multiples a conveniencia de algunos malos proyectos sociales.
ResponderEliminarCreo que el ejercicio intelectual es suficiente. Si algo ha faltado en la disidencia cubana han sido intelectuales implicandose directamente en el asunnto.
Preguntar que van a hacer Rodiles u otros para tumbar a Castro es una pregunta equivocada, por decir lo menos.
De mas esta contarnos aqui entre nosotros lo que sucede en un pais totalitario respecto a los medios masivos. Comunicar el mensaje a otro intelectual interesado ya es suficientemente dificil. En fin que la sospecha aqui es un lamentable ejercicio de autoafirmacion en la abulia el ego y la nada.
Rojas, "sentir popular" se refiere a percepción, ánimo, estado emocional del pueblo que es donde se cultivan y se digieren las ideas de los guías. Con "pensamiento crítico" se reflexiona y se hacen propuestas pero para acometer acciones de cambio funcionan otros factores más emocionales, menos intelectuales. De modo que sentir popular quiere decir sentir popular. Gracias por desconectarme de la mera teorización.
ResponderEliminarEn cuanto a los comentarios de otro bloggers sobre las formas de "tumbar", recuerda nuestro componente intrínseco de choteo. Precisamente, desde esa sorna ellos también pueden pensar que tú eres el equivocado. Te sugiero que tomes esos comments de una manera menos rígida y le busques los ángulos de una historia fatigada. Éxitos con tu obra.
Primero quiero agradecer la invitación que recibí de los amigos para asistir a la conversación con Antonio Rodiles en el Miami Dade…. razones digitales y de trabajo no me dejaron asistir al evento.
ResponderEliminarTambién como siempre reitero mi respeto a otras percepciones ajenas bien intencionadas en estos comentarios.
Sobre ellos, mi percepción es de que sin duda la sobrevivencia, más que la supervivencia, ha sido una estrategia divisionista exitosamente usada por Bebe Rocamadour y su pandilla, para diluir al cubano en el diario existir. Aunque también a veces me desconcierta observar cómo le echan la culpa de todo al SANGRIENTO! Embargo y no a la inútil gestión económica del régimen. Eso me recuerda aquello de que la culpa de todo la tiene el ToTí del IMPERIALISMO! como parte de la vetusta retorica involucionaría y repetitiva del Patillón. Es interesante observar también la clasificación divisiva y por ende exclusivista del exilio, del antes y después, no solo de la historia de Cuba; sino también de su exilio. Dice la RAE: exiliado, da. Adj. Expatriado, generalmente por motivos políticos, forzado a vivir fuera de su Patria. Yo creo que Exilio hay uno solo, y no es del que se habla en los comentarios; porque yo soy exiliado y no tengo nada que ver con las percepciones que aquí describen. Sí me importa que cualquiera (de cualquier color, o matiz de piel, no entiendo porque tiene que ser negro o negrito) muera de hambre en una cárcel, y sí me avergüenza que yo no tuve la valentía de hacer lo que ellos hacen hoy; y si no que le pregunten a la valiente Yoani. Les recomiendo que cambien la emisora de radio, creo que estas percepciones solo ayudan a dividir y a excluir a favor de la cerrera pandilla de gobierno de L a Habana. Creo que todo esto está más allá de un juego de intereses y de espías. Yo creo que todo esfuerzo es válido y contribuye, cualquiera que sea; a socavar la propaganda rosada de paraíso comunista, que genera tantos ingenuos que nunca han vivido como un cubano de a pie. Y si no regreso es porque temo por mi vida, porque no da me la gana de exponerme a que me encierren otra vez, y por qué no tengo la cara para ponerle a este gran país que me salvó de la ignominia. Si alguien me pregunta, yo diría, también con el riesgo de estar equivocado por supuesto, que el exilio es uno que salió temiendo por su vida y sus libertades además de por una mejor vida. Uno que salió expulsado porque le hicieron la vida imposible en su propio país. Por supuesto que respeto las razones que otros tengan tanto para huir, como para regresar. Pero cuando uno sale huyendo, no se tiene la misma sociología del regreso que otros que salen sin riesgo ninguno; o porque el Bebe y su hermano, en su senilidad ya les importa in carajo después de haber destruido sociológica y psicológicamente la cultura e idiosincrasia del cubano. Quizás otros pueden perdonar más fácil; pero a mí quien me devuelve la vida, el tiempo y todo lo que me arrebataron. Quien nos regresa las vidas y toda esa distorsión del tiempo? Me parece que todo no es tan simple como una rencilla de barrio, y me parece que llamarlo así es una miopía atemporal; no quiero decir pasajera, sino excepta de una noción seria del transcurso del tiempo. Carente de pasado, por ende, de presente y futuro.
Me siento más cerca de la visión de Octavio y Amílcar; creo que entre nosotros hay una coincidencia más inclusiva; aunque hay que tener en cuenta un horizonte distinto, pero sin olvidar el pasado y usarlo para no cometer los mismos errores en el presente o el futuro.
Acertada la definición de sentir popular usada por JR; pero también como Joel, tiendo a desconfiar de la sabiduría del tonto populacho; aunque no de la sabiduría popular que son cosas distintas. Me recuerda la dicotomía del Condicionamiento Social y la Calidad Artística de Arnold Hauser en su “Introducción a la historia del arte” Nada, que Dios nos coja confesados y nos salve de los héroes….
RLL
….ah! me olvidé comentar sobre el importante e ilustre componente del choteo, sin el cual hubiéramos resuelto nuestro problema o nos hubiéramos vuelto locos… Yo creo que el choteo de todo, es un componente trágico e importante en la tragedia cubana… Oye, me parece un buen título para una novela sobre el choteo cubano: El azogue, el sol bochornoso y el embate del salitre”
ResponderEliminarRLL