lunes, 25 de febrero de 2013

atRifF
La historia muestra que uno es el comportamiento de estos delfines mientras son observados por sus jefes y otro bien distinto cuando estos ya no están. Sólo entonces descubriremos quién es realmente el hombre que ayer pasó a ser el número dos de Cuba. No obstante, tengo la ilusión que no será en ese Consejo de Estado, ni en esa silla presidencial que se decidirá el destino de nuestro país. Tengo la ilusión de que la era de los monarcas de verdeolivo, sus herederos y su séquito está terminando.
tomemos el párrafo de yoani como introducción a un tema que puede titularse "la continuación". 

pero no hay nada que garantice qué continúa.

me explico. expertos del asunto cubano dan el continuismo como un hecho. no hace mucho se barajaba otro nombre: ramiro valdés, no tan viejo, experto en los secretos del sistema, organizado, histórico. irrumpe el símbolo: no hay discusión, díaz canel indica que la revolución "existe" más allá de los octogenarios de la generación del granma. el delfín no tiene poder alguno, acaso no lo tendrá en lo absoluto. es una figura transicional que puede quemarse muy pronto. lo importante para raúl castro es lo siguiente: la revolución per-dura (mientras, desde bambalinas, los octogenarios vigilan).

volvamos al principio: ¿qué continúa?

en ausencia de castro 1 y 2, la posibilidad del continuismo toma un matiz dialéctico. qué es y qué no es. la dinastía "castro" es un logo específico, un símbolo innegable. nadie ha dicho per-durable. eso está por verse. algún día no muy lejano, el gobierno cubano ya no tendrá a un castro en el poder. cierto, los continuistas buscan modelos probadamente estables, como china o viet-nam. partidos comunistas estables con una historia que supera aquella de sus líderes históricos.

es ahora que debemos hablar del futuro. ¿cuál es la propiedad fundamental del futuro? ¿qué hace al futuro futuro?  su imprevisibilidad.

¿será posible gobernar sin el logo castro? ¿no será ya muy tarde? no importa cuánto se planee el futuro. este siempre resulta una neblina en el ahora que se esfuma impenetrable en lo no aún.

he defendido la idea nada popular de que el pueblo de cuba apoya el castrismo. pero nada quita que ese apoyo simple y precisamente desaparezca con el símbolo que lo hizo posible. no es primera vez, ni será la última. entonces ¿qué continúa?

nadie sabe. nadie.

6 comentarios:

  1. Un artículo muy bien pensado, Alfredo. Ahora, en mi opinión, el meollo del asunto está perfectamente resumido en el último párrafo. ¿Qué continúa? Saludos.

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  2. Pero quien es Miguel Diaz-Canel? Quien lo conoce y que se sabe de el? Uan verdadera sorpesa.

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  3. A mi me parece buena idea que Cuba , una ves que desaparescan los castro , tambien deje de llamarse Cuba , y la primera eleccion de la isla sea un referendun a ver que nuevo nombre le van a poner a aquel lugar, y asi conjura el inevitable lugar Cuba -Castro, yo sujiero que se podria llamar Loma.

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  4. en sinco continuará el castrólogo la castrologia y la castrológica

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  5. Loma ¿as in Roma pronunciada por matanceros comeLes? naaah... Loma abarca mucho, implica gran vista, visión, perspectiva. Cosas de las que ya saben, somos huerfanitos.

    A nuestra Cuba le pega más algo así como Montículo. Tonce, ¿seremos montiCulanos o montiCuleros? Pamperistas cagados, por supuesto, del miedo y la oratomierditis nacional.

    Pero sí, es buena idea lo del nuevo nombre, siempre lo he pensado. Cuba de cubo de poca profundidad y tanto excepcionalismo ficticio como que no le va a ese montículo que sobresale en el caribe haciéndose la gran gargantilla, el collar de perlas después de una buena paja del norte... Venga, TMB hagan una encuesta sobre este referendum tremens sobre esto, a ver qué aportan nuestros creativos.

    Salutations sonoras.

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