martes, 8 de enero de 2013
ironías de una historia coja que se repite
(...) Un gobierno revolucionario con el respaldo del pueblo y el respeto de la nación después de limpiar las instituciones de funcionarios venales y corrompidos, procedería inmediatamente a industrializar el país, movilizando todo el capital inactivo que pasa actualmente de mil quinientos millones a través del Banco Nacional y el Banco de Fomento Agrícola e Industrial y sometiendo la magna tarea al estudio, dirección, planificación y realización por técnicos y hombres de absoluta competencia, ajenos por completo a los manejos de la política.
(...) Un gobierno revolucionario resolvería el problema de la vivienda rebajando resueltamente el cincuenta por ciento de los alquileres, eximiendo de toda contribución a las casas habitadas por sus propios dueños, triplicando los impuestos sobre las casas alquiladas, demoliendo las infernales cuarterías para levantar en su lugar edificios modernos de muchas plantas y financiando la construcción de viviendas en toda la Isla en escala nunca vista, bajo el criterio de que si lo ideal en el campo es que cada familia posea su propia parcela, lo ideal en la ciudad es que cada familia viva en su propia casa o apartamento. Hay piedra suficiente y brazos de sobra para hacerle a cada familia cubana una vivienda decorosa. Pero si seguimos esperando por los milagros del becerro de oro, pasarán mil años y el problema estará igual
(...) no hay razón, pues, para que exista miseria entre sus actuales habitantes. Los mercados debieran estar abarrotados de productos; las despensas de las casas debieran estar llenas; todos los brazos podrían estar produciendo laboriosamente. No, eso no es inconcebible.
(...) ¿cómo no explicarse que desde el mes de mayo al de diciembre un millón de personas se encuentren sin trabajo y que Cuba, con una población de cinco millones y medio de habitantes, tenga actualmente más desocupados que Francia e Italia con una población de más de cuarenta millones cada una?
(...) Os voy a referir una historia. Había una vez una república. Tenía su Constitución, sus leyes, sus libertades, Presidente, Congreso, tribunales; todo el mundo podría reunirse, asociarse, hablar y escribir con entera libertad. El gobierno no satisfacía al pueblo, pero el pueblo podía cambiarlo y ya sólo faltaban unos días para hacerlo. Existía una opinión pública respetada y acatada y todos los problemas de interés colectivo eran discutidos libremente. Había partidos políticos, horas doctrinales de radio, programas polémicos de televisión, actos públicos, y en el pueblo palpitaba el entusiasmo. Este pueblo había sufrido mucho y si no era feliz, deseaba serlo y tenía derecho a ello. Lo habían engañado muchas veces y miraba el pasado con verdadero terror. Creía ciegamente que éste no podría volver; estaba orgulloso de su amor a la libertad y vivía engreído de que ella sería respetada como cosa sagrada; sentía una noble confianza en la seguridad de que nadie se atrevería a cometer el crimen de atentar contra sus instituciones democráticas. Deseaba un cambio, una mejora, un avance, y lo veía cerca. Toda su esperanza estaba en el futuro.
(tomado de la historia me absolverá, 1952).
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12 comentarios:
Fuerte, muy fuerte, fortísimo.
Cristy
La historia se repite como un chiste.
Citar a Castro es un descaro.
ya decía yo, eh! pero quien escribe (piensa) así de bonito. jejeje. Politics.
En el desdicho de lo entonces dicho, se encarama el karma vernáculo. Luciría un chiste, de no ser que el desdicho ha implicado vasta desdicha.
todo en ruinas... todo a medias... y todo a media luz, todo se repite.
Cuantos cubanos aun creen que La historia me absolvera fue una transcripcion del alegato de defensa de Castro,y no un panfleto escrito en prision disponiendo de una enorme biblioteca y editado por nuestro sabio Jorge Mañach.
Sobre lo que dijo que haria y no hizo, o deshizo, mejor ni hablar, basta leerse los discursos del año 59 para saber que este señor es lo mas mentiroso que pario la Isla.
Ironia es que Roblan se haya muerto primero que el Fifo
Con todo respeto, citar a Castro me parece ingenuo por no citar otros sinónimos. Su intensión nunca existió, la macabra mentalidad del tirano es tal que justifica el asesinato preventivo de toda su mala idea y persona. La muerte se queda corta, por desgracia a destiempo. El mal esta hecho para siempre. La maldad se queda corta a escala humana. Quien sabe en que particula del Big Bang estaban sus tripas.... el universo hubiera estado mejor sin el y sin otros personajes más. La trajedia cubana es solo otra desagarcia gracias a el. hubiera podido prescindir de ¨Ni siquiera su historia lo absolverá¨
RL
Quien depostita su fe y pone sus ojos en un hombres fracasa. De la misma manera que el pueblo norteamericano va en rumbo del fracaso.
Con todo respeto, citar a Castro me parece ingenuo por no usar otros sinónimos. Su intensión nunca existió, la macabra mentalidad del tirano es tal que justifica el asesinato preventivo de toda su mala idea y persona. La muerte se queda corta, por desgracia a destiempo. El mal esta hecho para siempre. La maldad se queda corta a escala humana. Quien sabe en que particula del Big Bang estaban sus tripas.... el universo hubiera estado mejor sin el y sin otros personajes más. La trajedia cubana es solo otra desagarcia gracias a el. hubiera podido prescindir de ¨Ni siquiera su historia lo absolverᨠLa maldad es la maldad en cualquier historia.
RL
Tenemos que comenzar a distinguir en el Castrato entre Fidelismo y Raulismo porque son dos periodos muy diferentes
El odio sostenido hacia la Roma de la Americas tiene un origen Gallego, barbaro y antinacional. Pero sobrevivira, Sus ruinas legitiman hoy su excelencia republicana y democratica y el fracaso rotundo de sus invasores.
No obstante debemos reflexionar sobre el deterioro de muchas ciudades latinoamericanas que no han sufrido la experiencia comunista, mirar al futuro y comenzar a instrumentar estrategias de preservacion y recuperacion de nuestro patrimonio
RF
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