Luz a tu química

Yoxi Ramírez, Pata de elefante

Antonio Correa Iglesias

Un nuevo noviembre llega y con el, Luz a tu química, esfuerzo conjunto donde gravita una pluralidad no siempre acompasada de hacedores. Lo fotográfico como registro de experiencias en tabulae, como visualidades en proceso, da cuenta de lo que podría ser, un juego perspicaz ¿pertinaz? y caprichoso de quien acude a un medio para re-semantizarlo con argumentos muchas veces provisionales.

Muchos de los que aquí hoy confluyen, son traficantes de sueños, que, queriendo hipostasiar su desvelo, dejan migajas esparcidas en un territorio saturado por el barrullo. Con ojos piadosos, estas obras nos asechan, aglutinadas con el solo fin de mostrar un rostro escurridizo y desleal, pero también de Conjunciones y disyunciones.¹

Reinaldo Echemendía, Contracción

El proyecto “Luz a tu química”, ha venido, para suerte nuestra agrupando a una promoción con voces y ámbitos que -aún en formación- han sabido macerar las uvas en el tonel que guardará para todos el buen vino. Sin temor, esta muestra exhibe obras cuyas gradaciones semiológicas, compiten con las de un prestidigitador, que olvida -en el espectáculo de las candilejas-, a la mujer que ha troceado y se desangra. Mucha de estas trazas, -como intersticios adosados en el desencanto- son perceptibles hoy, es cierto, pero lo relevante está en el ímpetu de búsqueda y vocación genealógica que como escapularios nos guardan del sin sentido.

Alfredo Zaravia Jr.

Luz a tu química, -pese a su centellante brevedad en tiempo y espacio- es un ejercicio de auto-intelección. No venimos aquí para ser como Acteón,² hemos venido para crear vasos comunicantes que nos libre de las ambigüedades y los espejismos. Hemos venido para vaciar el vacío “(…) de la inmundicia del vacío, de la cobardía y la traición del vacío, limpiar los establos del alma, echar a patadas los grotescos, sutiles, ridículos demonios, desafiar la opinión, matar el amor propio, morir, exactamente eso, morir y volver a nacer”.³

Por eso, Yo, como el Etrusco de la Habana Vieja, remonto mi sillón y me balanceo, contemplo desde el esta nueva escalada y me sumerjo en la inmensidad de un bostezo.
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¹Hago referencia con todo propósito al texto de Octavio paz “Conjunciones y disyunciones” 1969. ²Hago referencia al Mito de Acteón, quien, en la contemplación de las musas, lo lleva a metamorfosearse en ciervo. ³Cintio Vitier. De peña pobre (Memoria y novela). Ediciones completa, México, Universidad Veracruzana, 1990, Pág. 127