lunes, 1 de octubre de 2012
La broma colosalmente broma
Jesús Rosado
Hablando de la broma como concepto, digamos que en su construcción puede haber implicado mucho dolor. No por ello tiene que dejar de ser broma. Es el caso, por ejemplo, de este material visual. En el presente video algún protagonista ha sido tocado por la brutalidad totalitaria. El resultado es un disparate filmado que pudiera considerarse una autobroma compasiva si se conjugan las deudas luctuosas del líder anticastrista con la inoperatividad apabullante de su propuesta ficticia.
Pero el punto en que se convierte de autochiste en broma categorizada es cuando desde la chapucería mediática sirve de herramienta a la razón de estado. EcuRed, la versión castrista de Wikipedia cita a Rodolfo Frómeta Caballero como un terrorista consumado. Si usted googlea el nombre del jefe de los comandos F-4 se topará con decenas de argumentos en defensa del castrismo. No hay una sola evidencia en que la broma de estado deje de ser broma y, más grave aún, la singularidad de la meta quimérica que se propone en contraste con la realidad histórica la hace multiplicarse como broma.
El reportaje de un ejercicio militar ñoño pasa a justificar amenazas de atentado o de invasión. La broma se convierte astutamente en exacerbación publicitaria de la dictadura. De contra, su aprovechamiento propagandístico levanta suspicacias en observadores escépticos. Las opiniones de que Frómeta y sus seguidores se tratan de presuntos colaboracionistas que engordan las tácticas de contrainteligencia castrista le siguen sumando múltiplos a la broma. Ya no hay que convencer a los necios necesarios. De acuerdo a Platón, “muchas veces ayuda una broma donde la seriedad solía oponer resistencia”. Un episodio como es la filmación de un ejercicio militar absurdo y decadente se va complicando como chanza y, paradójicamente, nunca crece como argumento responsable. Toda estas derivaciones lejos de asfixiarla como broma, la refuerza y la agiganta. Aunque en su trasfondo siga latiendo el drama sordo y lacerante.
La han cogido con la broma pesada de la Zoes, y es que todos se parecen...
ResponderEliminarese Frometa es lo mas parecido a un heroe que tenemos por aca...
ResponderEliminarExquisito este post sobre la locura sin elogio de la nación cubana en su diferendo con USA. El canciller de la indignidad, Felipe Pérez Roque, imprimió a esta broma uno de sus giros más grotescos, al ejemplificar en conferencia de prensa, en medio de la Primavera Negra (2003, el peligro de intervención armada en Cuba con los ejercicios paramilitares de Comandos F-4 en los Everglades.
ResponderEliminarMiguel Fernández
con cosas como estas uno no sabe si reir o echarse a llorar
ResponderEliminarFeliz encuentro entre el saber y la critica. La broma mayor, mas allá de un nombre u otro, es el empeño por crear sustitutos complacientes a una red de redes. Por eso EduRed es un sustituto de los buscadores reales de información en Cuba.
ResponderEliminarAntonio Correa
Magnífico artículo, Jesús, has puesto el dedo en la llaga: Cuba es un sainete tragicómico desde que el primer español pisó la Isla hace más de medio milenio. Todo es grave, nada es serio. El cubaneo y el choteo fluye en el torrente sanguíneo de nuestra cultura, lo que sería simplemente ridículo o deplorable si no hubiera sido una fórmula fatal que dio como resultado la devastación total de la nación y una montaña de cadáveres (y zombies). El castrismo es el resultado del aprovechamiento oportunista de esa condición cubaneística y choteística de nuestra cultura, la misma que ha producidos personajes como Frómeta, Saavedra y compañía que, víctimas del castrismo y tras 50 años de frustraciones, traiciones, penetraciones y manipulaciones, son incapaces de encontrar el rumbo. No tienen la más remota idea de cómo asumir una forma de lucha adecuada contra el castrismo, si existe alguna, llevando al patriotismo más allá del ridículo. Por otras parte, el castrismo ha desarrollado un mecanismo truculento capaz de aprovechar no sólo a estos representantes del cubaneo sino a cuanto se le oponga o, simplemente, no esté en su bando. Eso hace del castrismo algo incapaz de ser tocado ni con el pétalo de una flor a pesar del desastre económico, social y político, el desgobierno, el embargo, la lucha violenta o pacífica, los éxodos masivos, la caída del bloque comunista, etc. ¿Cómo es posible que Fidel Castro esté senil y hasta posiblemente agonizando pero todavía al mando tras 53 años de catástrofe tras catástrofe nacional sin parar hasta el presente día, extendiendo sus tentáculos a buena parte de América Latina y hasta el propio Miami y, quizá, Washington? Al cabo de tanto tiempo, no creo que esta pregunta pueda contestarla ni Dios. http://havanaschool.blogspot.com/
ResponderEliminarCastrismo es ya virtualmente un término médico que describe una de las expresiones más graves de la sociopatía (TPA. Las conductas disfuncionales del castrismo pueden apreciarse tanto a escala individual como colectiva. El video que presenta Tumiami es ilustrativo en cuanto a manifestación de estas conductas.
ResponderEliminarque material tan castristamente absurdo.
ResponderEliminarquE chiste implacable, jesUs.
ResponderEliminarDa pena ajena.Que tristeza todo ese show
ResponderEliminarMe pregunto, Miguel, qué le puede ser más útil al castrismo, si un cuerpo de ejército o la evidencia de maniobras como estas de los comando F-4.
ResponderEliminarAntonio, yo le doy ojeadas a EcuRed luego de tomarme un antihistamínico.
Cuba entera es una enorme llaga, estimado Octavio.
Es que hemos enfermado absurdamente de castrismo, Alfre.
Es triste, Rosie, la ridiculez puede vaciar venas.
Al final, mantillita, hemos de ser compasivos
Gracias a todos
ResponderEliminarSi es patético y jocoso, pero es la última moda en el género dramático. Mezclar los dos sentimientos.
ResponderEliminarUn abrzo sincero Jesús
Amílcar Barca
te van a acer un atentado Rosadito, ajila con los comando
ResponderEliminarPatético, claro. Gracias, A.B., faltaba ese adjetivo.
ResponderEliminarMe vas a tener que perdonar, no opino ná pk no entiendo ná.
ResponderEliminar