domingo, 23 de septiembre de 2012

José Curbelo in memorian



Mentor de músicos grandes, precursor de lo que allá en los setenta comenzó a nombrarse como "salsa", el habanero Pepe Curbelo deja un legado en pentagrama y magisterio.

Desde dos décadas antes, ya Curbelo se anticipaba con su sonido al panorama salsero y gracias a su impulso, talentos como Tito Puente,  Santitos Colón, Mon Rivera, Tito Rodríguez, Vitín Avilés y Gilberto Monroig, se hicieron de un nombre en el mundo musical a orillas de Broadway.

Deja dos discos memorables grabados en la década del 40, Rumba gallega y Live At The China Doll, este último grabado en directo en el famoso club conocido como La Conga, localizado entonces en la Calle 51, entre Broadway y 7ma. Avenida. Son dos proyectos de marcadísimo sabor caribeño, pero imposibles de desvincular con el contexto de la urbe colosal donde las subculturas pugnan por sobresalir entre la amalgama cosmopolita. Porque lo que aporta Curbelo, al igual que lo hicieron otros virtuosos de la isla establecidos en la Gran Manzana desde finales de los años 30, explica por qué la clave cubana ya es parte indisoluble de la mística sonora newyorkina. (JotaeRre)