Creo saber. Video Instalación (2012)
Antonio Correa Iglesias
Es un sólido lugar común pensar en el arte como espacio generador de sentido, sin embargo, basta avistar el rostro de algún visitante a una exhibición de arte contemporáneo para descubrir la perplejidad y el abismo en el cual caen aquellos que formula la pregunta: ¿Y esto que cosa es? No dudo que muchos de los desavisados que visitaron la exhibición “Creo saber…” hayan salido como bola poltronera ante un espectáculo tan poco figurativo.
La más reciente exposición de Celia & Yunior, hablan de un caudal imaginativo y productivo, sustancial con los momentos de cambio y “transformación” que está viviendo la Cuba contemporánea.
Y es que el dueto Celia & Yunior establece un dominio ante cuestiones relativas a la estructura lógica y no siempre lógica del pensar en las obras. De este modo, su emplazamiento hablan de un espacio que deja de ser entendido como “Galería” en el sentido laxo, para habitar otras morfologías que pueden ir desde el templo hasta el cuarto de fambá. Esta es la primera impresión que se advierte en la exposición “Creo saber…”. Y es que quizás no sepa el inquieto inquilino que asiste a un ejercicio analítico y poco complaciente. Un ejercicio que recupera de un golpe saberes insospechados, saberes que son puestos a dialogar. En efecto, es la memoria del "qué" y el "cómo", dos de las interrogantes más frecuentes en esta muestra. Interrogantes que acompañan a preocupaciones no siempre visibles desde el arte y que adquieren sentido en indagaciones socio-antropológicas. Y no es que el arte esté desprovisto de estas herramientas, todo lo contrario, es el dominio del instrumental epistemológico que viene de la sociología y la antropología -por ejemplo- el que detona universos simbólicos que se “cosifican” en pieza de arte. Celia & Yunior están conscientes de ello.
La isla de la reunión. Instalación y Video-proyección (2012)
Si bien la génesis común está en el arte, son los elementos contextuales, los procesos sociales asociados en lo que ha sido considerado su expresión global, lo que viene a revestir alcance ontológico. Es, justamente el alcance ontológico lo que hace que la obra de Celia & Yunior se enriquezca en las iteraciones de campos disciplinares de indagación. Nada más natural, Celia & Yunior han asumido una producción simbólica desde un dominio teórico que no establece demarcaciones. Ello puede ir desde la variación de la función de onda en los términos de la ecuación de Schrödinger, hasta el sentir levitativo de un salvavidas ondulante en el mar.
Atendiendo a ello, “Creo saber…” nos invita a discursar desde diversos niveles de indagación y heurística. Cuestión relativa a la propia estructura lógica de la constitución de las obras, así como a sus niveles lingüísticos o a su mejor o peor disposición para el control empírico. “Creo saber…” se mimetiza entonces en metodologías que discurren en tiempos paralelos y en escenarios posibles. “Creo saber…” es un esfuerzo que disipa las ingestas que vienen como piedras en un saber institucionalizado, que calcinado por su propia extensión, pierde de vista la contemplación de lo telúrico desde un fortín de acero.
Los amigos de mis amigos. Video-Instalación (2012)
Se trata entonces de que lo relacional, lo fenoménico, lo contextual se constituyen en apetecibles incitaciones que movilizan una práctica devoradora. Muestra de ello es la video-instalación “Amigos de mis amigos” (2012). Asumiendo el desconociendo y verdadero significado e implicación de las redes sociales desde la contextualidad cubana, Celia & Yunior, con mirada oblicua, logran resolver el complejo acertijo que guarda una cerradura y con ojo transgresor abren una puerta resquebrajada por el silencio. “Amigos de mis amigos” muestra perfiles de Facebook de jóvenes cubanos entre 20 y 30 años que residen fuera del país. “Amigos de mis amigos” muestra como una nación se desangra ante el paso acomodado y contemplativo de un paisaje que, por su cotidianeidad, carece de relevancia. “Amigos de mis amigos” es solo una muestra de la agudeza de estilo en términos de indagación y morfología que han ido construyendo para lo contemporáneo estos dos jóvenes.
Cuando la producción de arte hoy ha adquirido dimensiones más allá de la reproductibilidad tecnológica de la que hablaba Benjamín. Cuando hay mucho de performatividad y coqueteo en el arte cubano contemporáneo. Cuando boxeadores por razones insospechadas se creen artistas. Cuando ex ministros de relaciones exteriores hacen “gala” de sus habilidades ¿!pictóricas¡? Mientras algunos hacen concesiones para salir por la TV. Cuando otros andan corriendo a diestra y siniestra para estar a la moda, el dueto Celia & Yunior guarda para sí eso que Lezama llamaba el “misterio de la claridad”.
3 comentarios:
un poco denso, pero bien.
cada cual con su discurso.
Interesante la manera en que un estudioso del pensamiento se acerca al planteamiento estético. Concepto y lenguaje propios. Vale ese otro ángulo.
Publicar un comentario