La noticia que circula los periódicos del mundo es clara:
Según testigos horrorizados, el oficial de policía se obervó a un hombre desnudo que mordía (y masticaba) salvajemente la cara de otro hombre. El oficial entonces le ordenó al sujeto desnudo a retroceder, y cuando este continuó el asalto, el oficial le disparó. Pese al disparo en la espalda, el atacante siguió devorando los cachetes y la nariz de su víctima, lo que obligó al oficial a continuar disparando. De acuerdo a testigos se escucharon por lo menos una media docena de disparos.Las autoridades lo atribuyen a la llamada "psicosis cocaínica", pero entre los conocedores de la realidad miamense, se comenta un síntoma perturbador, causa más tenebrosa. Vivimos horas de pánico. Nuestra comunidad, en su mayoría escapada de experimentos sociales seudo puristas, es el caldo perfecto de cultivo para un fenómeno post-castrista post-capitalista de resultados francamente impredecibles. Es aún temprano para determinar la verdad. Pocos se atreven a comentar esa otra posibilidad, la de que el asalto revele una mutación socio-política, transhumana, y transgenética. Seguiremos informando.