La descubrimos Ada y
yo gracias al documental sobre Joan Rivers, A piece of work. Flo Fox
es una fotógrafa virtualmente ciega que durante los 70′s y 80′s ganó
reconocimiento en New York por sus imágenes de registro beyond the senses. A Flo la
vida la ha tocado con un juego de vendas y desvendajes en su relación con el entorno. Su mirada, en la medida que se
debilitó se volvió herramienta táctil. No
obstante, en la broma que se gastó con el mundo sacándole instantáneas mientras
gozó del sentido de la vista, dejó fe de la ceguera que sufrimos los que vemos. Ver, mirar, percibir son operaciones
distinguibles en el reportaje gráfico de la fotógrafa visceralmente newyorkina. Flo ha tenido que resolver esas
tensiones en la trayectoria de su córnea. Bresson afirmaba que la fotografía
consistía en “poner el ojo, la cabeza y el corazón en un mismo punto de mira”.
En el caso de Flo, con el paso del tiempo habrá que ir soslayando el primer órgano más no el resultado estético. En estos días de perigeo lunar qué mejor elección que los testimonios de una fotógrafa invidente. (JotaeRre)