Jesús Rosado
La lectura de un artículo de Eugenio Yáñez que hoy publica Cubaencuentro sobre los hechos de Girón me ha replanteado el suceso histórico como conflicto de curaduría. No anda desacertado Yáñez en su llamado a la sensatez analítica ante tantas toneladas de papel impreso, celuloide y videotape gastadas para justificar fanáticamente las causas de cada bando.
¿Dónde está la verdad? me pregunto con el articulista. Las fuentes documentales yacen viciadas por las pasiones y encontrar un espacio imparcial donde el museólogo enrumbe una tesis objetiva es, a todas luces, una misión imposible en cualquiera de las dos orillas.
Hay algo intuitivamente que se me define esencial como ética para el extrañamiento de oficio. Las intrigas políticas y los cálculos de consecuencias son determinantes en el desenlace antes que la pericia militar y el sentimiento de los combatientes. No estoy presumiendo la ausencia de corazón en la batalla. Ni aludo a los actos heroicos desde cada parte beligerante. Lo que presiento es la frialdad de la inteligencia política persiguiendo un giro de los destinos. ¿No terminó Bahía de Cochinos como quizás deseaba secretamente Washington, desembarazándolo definitivamente de un compromiso militar que no se adecuaba a sus intereses de circunstancia? ¿Y no fue el pretexto del mercenarismo y la agresión imperialista lo que le permitió a Castro la movida radical y desinhibida hacia el sovietismo? Girón era entonces indispensable para los proyectos sigilosos de los polos de poder.
Por tanto, lo acontecido en los predios de la Ciénaga de Zapata, fue para los imperialismos antagónicos como un precedente temprano de los videojuegos de guerra concebidos para un Play Station. Los ideales, los principios patrios fueron utilizados y abusados para hacer póker de alta política. Tras la fachada propagandística de las ideologías contrapuestas se echó mano al fratricidio como herramienta de posicionamiento estratégico en la lucha por la hegemonía en el planeta. Para qué cuestionarse a estas alturas qué siglas –USA ó URSS- salió ganando. Perdió la familia cubana, perdió la concordia. Nos agenciamos más de medio siglo de odio sumado a la crueldad de la dictadura. Ahora viene otra pregunta, ¿cómo convencer a los veteranos y caídos de aquella gesta, a sus familiares, herederos y amigos, que los amasijos de vísceras y hueso mezclados en las arenas negras eran víctimas involuntarias de otros protagonismos que pulsaban desde arriba las cuerdas del coraje y la dignidad humana?
Veamos, pues. Si intentáramos exponer en un espacio, a través del testimonio físico, gráfico y documental, esta problematización que puede ser crucial para la reflexión y la recuperación de un concilio nacional que excluya definitivamente al castrismo, ¿curador y curaduría se librarían de actos de repudio y vilipendios? ¿Nos golpearían, escupirían y encarcelarían en el lado oscuro del territorio? ¿Nos tildaría la otra mitad de pueblo como comunistas y segurosos, arrasando con nuestra labor de museólogo con una aplanadora? ¿Obtendríamos el perdón de la sangre y la memoria de los que murieron?
Contando con que en todo momento rehuiríamos la adulteración del dato, la interrogante entonces, amigo Yáñez, es no sólo sobre la ubicación de la verdad, habría que preguntarse también la hora de su arribo.
Mandados a matar!
ResponderEliminarSegún muy bien señalas, y con mucho respeto a los participantes y a los que dieron su vida, pero esa invasión fue una empresa concebida y ejecutada con desacierto total, donde prevalecieron los personalismos y la ignorancia (por ejemplo, que el pueblo se sublevaría en apoyo al enterarse de la invasión). Una tragedia más de nuestra historia. Saludos.
ResponderEliminarde esa carniceria humana salio el cuban sandwich. una tapa rusa con pepinillo y la otra americana mostaza. en el centro nuestras tripas chamusqueadas
ResponderEliminarDificlmente puedas organizar la exposicion. Mientras existan los Castro, Giron sera tabú
ResponderEliminarEl artículo pretende un relativismo moral en el que se igualan las causas y se justifica, de paso, la tiranía como un subproducto del enfrentamiento entre las grandes potencias.
ResponderEliminarEl sovietismo de Castro empezó mucho antes de Bahía de Cochinos y el desacierto de la invasión no puede haber sido otra cosa que INEPTITUD de parte del gobierno de Kennedy, que era un político mediocre pese a todo el glamour que lo rodeó. Creyó que el tiempo trabajaría a su favor, sin necesidad de acentuar el papel "imperialista" de EE.UU. frente al resto de América Latina y del mundo. Y en eso cometió un grave error.
Los muchachos de la Brigada 2506 fueron auténticos patriotas, independientemente de la dirección de la CIA; así como la tiranía del castrismo —que no tiene ninguna cualidad que la redima, que es equivalente al MAL absoluto para la historia de la nación— ya estaba en vigor antes de que ocurriera ese desembarco. Los milicianos que murieron en Bahía de Cochinos, por sinceros que fuesen, cayeron en defensa de la opresión, aunque no lo supieran. Los invasores que murieron cayeron en defensa de la libertad. No hay arenas que puedan igualarlos.
Bueno tu descargo, Vicente, aunque hay cosas que no comparto. Primero, de acuerdo totalmente contigo en la existencia de una tiranía anticipada al conflicto, la cual, por supuesto, no admite justificación y tú eres lo suficientemente talentoso como para percatarte que mis tiros van por otra dirección. En mi opinión, la autocracia insular fue hábilmente aprovechada en estos sucesos por una maraña de poderosos intereses que se nos escapa al discernimiento en toda su magnitud porque habría que peinar voluminosos archivos. Lo de la INEPTITUD de Kennedy y los errores de la CIA, no me convencen en lo absoluto. Me inclino a pensar que había interés en salirse del paquete de una operación forzosamente heredada. Los valerosos combatientes de la 2506 fueron tan manipulados y traicionados como lo fueron aquellos ignorantes milicianos entonces cautivados o atemorizados por un castrismo que se dejaba reclutar por Rusia. Iluminados o equivocados, ambos tipos de cubano estaban a merced del choque de poderes. Y tendidos y ensangrentados sobre la arena, amigo mío, los muertos que ponen los pueblos son iguales.
ResponderEliminarPero mi aspiración a la hora de exponer los hechos en un proyecto curatorial sería aproximarme al suceso con una metódica no partidista. Ese es el desafío como historiador y museólogo.
Por último, te aclaro que si no desarrollo más las reflexiones en este texto es porque están esbozadas con la premura de un blogger. Así que tampoco concuerdo contigo en que se trate de un artículo. Saludos y bienvenido
Efectivamente, Miguel, un episodio triste. Cubano contra cubano. Esa es la espiral de nuestra historia.
ResponderEliminarFuerte tópico.
ResponderEliminarBuen post, y atreverse a sacarlo. No olvidemos que ese dramático evento puede (o no ) verse dada esa cortina de humo llamada "Guerra Fría".
ResponderEliminarsobre el video de xiomara: pésismo. la interpretación: magistral
ResponderEliminarconcuerdo: la ineptitud de J.F.Kenedy. otros K. hubo, más capaces.
ResponderEliminarLos muchachos sobrevivietes de la brigada 2506 andan andan todavía vestidos de camuflage con el rifle al hombro, practicando el tiro al blanco, en espera de otro presidente mediocre que los mande a matar o que por obra de magia del tirano, los convierta en fichas dde cambio. Cincuenta años después o 51, para los más puristas, la Bahía de Cochinos todavía nos sabe mireda porque no hemos aceptado la unidad de todos los cubanos y la inteligencia como la única arma posible para descabezar al HP (hijo pródigo) que bajó de la sierra. Felicidades al autor del post.
ResponderEliminarEl amigo Luzbrillante
Los cubanos entre potencia y potencia nos la pasamos siendo colonizados, esclavos, conejillos y prostitutos
ResponderEliminarquE buenas preguntas jesUs, cargadas de humanismo. recuerdo que hace algUn tiempo ilustraste un post sobre este tema: dos lApidas colectivas de ambas partes. recuerdas? RI
ResponderEliminarGracias por tu comentario, Luzbrillante.
ResponderEliminarAlfre y Rosie, es que esta idea viene dándome cuerda desde hace rato. Todavía está ahí, hecha grano integral.Pero me late que el tratamiento de este asunto es clave para desarmar rencores.
Sí, Rosie, recuerdo el blogo memorial con los dos obeliscos. Este es el link: http://www.tumiamiblog.com/2011/04/la-misma-sangre-dividida.html
Fue justo por esta fecha, el año pasado. En el título de entonces ya se hospedaba una tesis
Giron es un giro grandon
ResponderEliminarLa idea de la curaduria es genial,pero el precio es alto,no se si valga la pena
ResponderEliminarJesús, mis respetos por tu enfoque con lupa de un tema que casi todos prefieren mirar a través del maniqueísmo simplón de las doctrinas. Tema para curaduría histórica, a resolver en libro no en paredes.
ResponderEliminarGracias, RLR, bueno tener otro criterio serio en el bando de un enfoque frío. En lo del libro estoy de acuerdo a modo de necesaria plataforma, pero sabes por la experiencia de curador la importancia de interactuar de modo menos abstracto con el sujeto.
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