La noticia del opositor que gritó "Abajo el comunismo" durante la misa del Papa Benedicto XVI en Santiago de Cuba aparece en video y ha sido seguida por muchos en el exilio.
Alejandro Armengol se hace eco del incidente en Cuba Encuentro. Nos interesa este párrafo preciso de Armengol:
Es a la salida del perímetro en que se encuentran los participantes en la misa que ocurre lo increíble: un miembro de la Cruz Roja se acerca rápidamente al hombre que ha gritado y le da una galleta que le vira el rostro. De inmediato brota como una fiebre de ira entre los supuestos feligreses ―esos mismos que supuestamente han venido a rezar y darse palmadas y a saludarse mutuamente― y estos comienzan a lanzar golpes que no solo alcanzan al hombre sino también al agente de seguridad que lo tiene agarrado. En medio del caos, al fornido miembro de la Cruz Roja no le basta con lanzar la primera galleta, sino que utilizando la camilla como arma la emprende contra ese ser humano ―que se supone sea su hermano y al que él debe cuidar si sufre una lesión o un desmayo― con furia homicida.El hecho absurdo, nota menor, casi insignificante, nos ayuda a entender desapasionadamente el fenómeno socio-político cubano actual. Con muchos de nosotros en el exilio pasa como aquella falacia del discurso sentimentalista decimonónico que suponía que "si algo no nos gusta es porque no debe gustarle a los demás".
Bajo el sol santiaguero, ese opositor solitario alucina en medio de una multitud feliz, creyente e indiferente. Y es que, digámoslo, ese apoyo patente del cubano de la isla al castrismo puede llevar a algunos (incluyendo al opositor) al delirio. Esa vocación castrista del cubano prueba que el lavado de cerebro y la coerción con el tiempo funcionan, pero olvidamos lo más importante: los 50 años por la cabeza hacen patente la equi-vocación de muchos aquí y algunos allá: El castrismo y el cubano son yunta.
¿A qué cubano de pura cepa no le llama la atención salirse con la suya, fundar un partido político, dársela de héroe, saberlo todo, emular al apóstol, ir de oriente a occidente, liberar a la patria de..., y de vez en cuando, meter forro?
7 comentarios:
En la violencia concentrada en esa "nota insignificante" que desencadena el balido de una solitaria oveja descarriada, hay un aviso. Es una hipérbole apocalíptica del que vendrá. De lo que sucederá el día que, desaparecidos ya los dueños del rebaño, el protocolo timorato de los actos de masas no funcione como corral.
y el papa-ratzi se hizo el de la vista gorda...hmmm! contubernio papa-castrista. vati-castrismo, vati-cinio. creo que aquí no cabe vati-stiano
Me parece que Ud. habla de estas cosas con cierto regocijo, somo si le deleitara presentarnos a un grupo de cubanos exiliados como castristas. Yo soy anti castrista. Por eso me fuí de mi país que amo mucho.
sanderson@icrc.org
por favor, difundir ... gracias
Mr. Steven Anderson
Media contact for North and West Africa, Latin America and the Caribbean
International Committee of the Red Cross
sanderson@icrc.org
Mr Anderson,
Cuban citizens all over the world feel outraged that the International Committee of the Red Cross (ICRC) has not yet denounced publicly the attack that took place yesterday in Santiago de Cuba, Cuba, prior to the mass that Pope Benedict XVI was to give in a public plaza of the above mentioned Cuban city.
The attack was carried out—filmed and photographed by the international media: http://noticias.univision.com/edicion-nocturna/videos/video/2012-03-27/hombre-que-grito-en-cuba , http://youtu.be/cmD6BsHRAWM, Reuters, etc.—by a person wearing a Red Cross vest and carrying what appears to be a medical stretcher, and it was inflicted upon an unarmed Cuban citizen who simply protested that there are no civil liberties in his country, which the subsequent detention itself proves. After the protester was detained by police forces dressed in civilian clothes, abundant throughout the plaza, the “questionable” Red Cross worker attacked the detainee—who was visibly restrained and incapacitated to defend himself—, hitting him on the head with the stretcher after pushing him.
The Cuban community feels that the ICRC owes the world an urgent explanation as to why a person wearing its iconic Red Cross of good will and human concern for others, would act in such a violent way against someone that was only exercising his freedom of expression, which we are fully aware the Cuban government violates and does not respect, but the International Committee of the Red Cross (ICRC) should indeed not only respect, but defend as the “neutral organization ensuring humanitarian protection and assistance for victims of war and armed violence” that it is.
Respectfully,
OM Ulloa
Ano, no eres el primero en escandalizarte. Pero ¿anticastrismo no es ya una forma de castrismo? Sigue visitando. No lo tomes de manera personal.
brava!! om,muy buena carta/idea. quE carajo fue eso??!! hasta con la camilla le golpeO. i'm baffled. RI
Me niego a aceptarlo. Es muy duro!!!!
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