Izquierda: Giselle and Rachel. Derecha, Tropicana. Courtesía Sergio Leyva Seiglie
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en artlog, aparece la noticia de una exposición de fotografía titulada "habana libre" del fotógrafo norteamericano michael dweck, en la fototeca de cuba, en la habana.
quisiera discutir la muestra y la manera de empacarla. la escritora anne huntington escribe de una habana en proceso de definición, pero hay problemas:
"Habana Libre" (free Cuba) es una expresión que no se escucha a menudo en los Estados Unidos, pero está pasando a 90 millas de Miami. El fotógrafo Michael Dweck ha capturado la esencia de la cultura creativa cubana en su reciente exposición "Michael Dweck: Habana Libre", en la Fototeca de Cuba en La Habana este 24 de marzo. Las obras evocan una clase atemporal y contemporánea de escritores, modelos, y artistas que están definiendo el hoy y el mañana de Cuba.llama la atención que la obra evoque una "clase atemporal y contemporánea" (lo atemporal seguido de su negación). ¿a qué apunta esa paradoja?
huntington ha caído en un acto fallido. en una sociedad que debiera ser sin clases, "habana libre" señala un problema de clase. pero el tiempo no puede tener clases. el tiempo simplemente fluye. detenerlo es por tanto una meta fotográfica que busca reflejar una sociedad sin clases y en su lugar presenta lo contrario.
Dweck posa con su obra
por eso de mirar rápido, dweck expone foto-collage, y por definición todo collage ha pasado la censura del ojo (consciente e inconsciente). estas fotos asemejan la pátina de una revista bohemia entre pre-castrista y post-castrista (cota abierta de pasado y futuro que olvida medio siglo de historia), ambiente sensual, veleidoso de féminas mulatas con caras sonrientes, dentaduras marfilinas, carne joven exótica, humo,
Michael Dweck, Tropicana, 2012. Cortesía Sergio Leyva Seiglie
ese monocromatismo de dweck tiene sabor de temps perdu, una tropicana de turismo, al borde de 1959, algo pretérita, quasi-utópica.
Vista de la exhibición "Habana Libre" de Michael Dweck en la Fototeca de Cuba
observe el banderín, en el medio del salón, con la frase martiana, "ser culto es el único modo de ser libre". ¿el único modo? ¿por qué condicionar la cultura al derecho de libertad?* un burócrata del ministerio de cultura diría que "habana libre", en la fototeca de cuba, es un ejemplo concreto de cultura. sin embargo, ¿no es la ciudad/capital dweckiana presentada aquí un ejemplo martíelitista clasista? ¿merece un guajiro campoadentro casi analfabeto ser libre?
podríamos problematizar ese espacio político que dweck presenta, en este caso por omisión. ¿se merece la oposición un espacio en "habana libre"?** sabemos que la respuesta es no.
luego, "habana libre" parece, no solo "atemporal", sino víctima de un alzheimer autoinducido por un agente inesperado: nada menos que la cultura.
en efecto, el siguiente párrafo de huntington retrata el tiempo y espacio idóneo para esta "clase atemporal":
Aunque el museo esperaba alrededor de 400 personas, la asistencia llegó a 2,300, la mayor en la historia de la fototeca. El ron y el tabaco elevó el nivel de la apertura. Prensa, artistas, escritores, algunos exilados -una multitud elegante y sexy discutían las fotografías. Entre los asistentes figuraban Carlos Quintana, Raquel Valdez, Roberto Fabelo, Alex Castro, y Camilo Guevara, la modelo Januaria Mora, los escritores Miguel Barnet y Leonardo Padura, los cineastas Pavel Giroud, y Pichi, ministros cubanos embajadores de Italia, Suecia y Francia y coleccionistas provenientes de París, Milán, Londres, Miami y Nueva York. Después de la muestra, la fiesta, con la famosa chef Sarah Saunders, quien voló desde Londres ...cabe la pregunta. ¿hay otra habana distinta a esta? esa otra habana se merece una exhibición.
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*este no es el momento para discutir esa noción martielitista de la cultura. **la ciudad implica la esfera civil, dweck omite el campo.
Buen analisis. A mi particularmente no me gusta su foto pero para gustos se han hecho.
ResponderEliminarMirando las imágenes, pienso que este es el arte que le debe cuadrar a los hijos de papá y a la elite de la nomenklatura. Está en la misma frecuencia que el Festival del Habano o los eventos cerrados de Villa Barlovento. Es tal como tu dices, Alfredo, un hedonismo pre/post/castrista. O un batistianismo que se está vengando del tiempo y de los sucesos.
ResponderEliminarAy pero que brutalidad tan garrapiñada!, es exacta y diametralmente lo opuesto : Ser libre es el único modo de ser culto. Saludos, Judith G.
ResponderEliminarNo veo el problema de clase. Una apertura a la que asisten los interesados en el arte. Marti no habla de ser culto condicionando nada. Eso lo inventa el escritor. A mi me parece una muestra mas. Ni buena ni mala. Y es bueno que hayan esos intercambios.
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