España, hoy

Amílcar Barca

No voy a negar que es una palabra que me cuesta utilizar en mi vocabulario. Mi pasado social bajo una dictadura que ensalzaba este nombre propio bajo el linaje fascista de “Arriba España”, y la manera de abordar lo que entiendo que es mi país, Catalunya, dificulta el uso de este término. Pero mis amigos actuales son leoneses, gallegos, de la ciudad de Madrid, valencianos, de Asturias, gente de Granada… y por supuesto muchos latinoamericanos que refieren a esta tierra como “la madre patria“ en sus orígenes.

Gente que me quiero y antepongo primero el dolor de cómo está hoy la situación antes que el tema identitario de a qué nación pertenezco. Por lo tanto, hoy hay que dar una mala noticia: España está mal…pero que muy mal. No hay dinero en las arcas públicas y pedirlo en los mercados financieros está conllevando una serie de problemas de endeudamiento con altos intereses. El comisario europeo de economía Olli Rehn avisa en estos momentos de la posibilidad de poder ser intervenida como Grecia. Si esto ocurriera sería una noticia con efecto dominó. Europa estaría en peligro -…si no es que ya lo está en la actualidad como concepto- como también su moneda, el euro, y por supuesto su devaluación y las consecuencias que acarrearía sobre la economía mundial.

Ayer 29 de marzo, se vivió la primera huelga general del nuevo Gobierno del Partido Popular. La razón de la huelga por parte de los sindicatos: la reforma laboral del estatuto de los trabajadores y el robo de sus derechos adquiridos a lo largo de la democracia en nombre de la crisis. La razón de la reforma laboral por parte del gobierno: crear nuevos puestos de trabajo facilitando el despido y a la vez agilizar la contratación. El resultado de la jornada: una incidencia no muy alta en la convocatoria, pero grandes manifestaciones de protesta por la tarde, con signos no deseables de violencia urbana, sobre todo en Barcelona, que hoy ya están en las cabeceras de los periódicos más importantes del mundo, como el Financial Times.

Hace unos minutos el gobierno ha anunciado un paquete de medidas de cara a reducir más del 15% de recortes presupuestarios en un país que ya sobrepasa los cinco millones de desempleados. Una cifra que se ha triplicado en menos de cuatro años. Y el anuncio de una amnistía fiscal que permitiría aflorar el dinero negro que se esconde, sino ya bajo los colchones como nuestros abuelos hacían, sí en los paraísos fiscales que pueblan el planeta. Pero el español medio no es tonto y ve la injusticia que esto representa para los que han pagado sus impuestos oficialmente. El desánimo de la población es patente y el milagro no existe en ninguna biblia económica. La caída de Lehmann Brothers hace ahora cuatro años en nuestro país fue como un cáncer desconocido que ya ha desatado su metástasis por el mundo. La especulación y el descontrol en las regulaciones de la “ingeniería financiera” ya han condenado a varios países a la ruina o a un cambio drástico de gobierno o incluso de estado.

Hoy está más cerca de España, mañana más cerca de Europa, y en un futuro: o ponemos remedio, o nos hundimos todos en el mismo bote. Prolongar el endeudamiento hasta reflotar la economía es lo que propone Krugman, otros , la opinión es contraria y son partidarios casi de anular el estado. Desafortunadamente, con este método -al menos en Europa- la economía no reflota. ¿Ustedes saben la solución?