domingo, 5 de febrero de 2012

Pavel Puhov, graffiti postsoviético






Firma 183 y lo llaman el Bansky ruso. Ha trascendido los realismos groseros para devolverle a la relación entre arte y mundo el laberinto subjetivo. Para Pavel Puhov, calle, muro y ciudad son lienzos naturales. Es una gran galería donde licuar la tensión en estética e interactuar con los predios y con la mirada ávida. Una oportunidad outsider de poesía. Ha hecho que la adrenalina marginal retome los caminos creativos que reprimió en algún momento una sociedad inclemente. Ha logrado convertir en arte un puente o una luminaria callejera que de otra manera sería paisaje repetible. Decidió canjear el miedo por el hambre de utopías. Esa bohemia compasiva de seguro sobrevivivirá a la desidia. (JR)

3 comentarios:

Anónimo dijo...

que sigan los pintores comiendo mierda y regalando el arte a los yupis aburridos de winwood para que vean a donde van a parar...

Anónimo dijo...

Lo prefiero a Bansky

sonora y matancera dijo...

en este sitio hay cosas muy buenas de street art
http://www.unurth.com/