Esta ciudad en 2,300 d.C. existe |
Ayer entre amigos A:R: comenta que hace veinte años un gitano le profetiza una enfermedad que le debe ocurrir a su amigo P, veinte años después. Esto es prueba que el gitano sabe "leer" el futuro. L., otro amigo presente, increpa que lo que sucede es que ese gitano se la pasa profetizando enfermedades a cada cristiano con que se encuentra. Concuerdo con L., A:R: parece dispuesto a defender su punto, pero pasamos a otro tema.
¿Será A:R: un eternalista? Cree acaso que el futuro puede verse, que está ahí, junto con todos los eventos de la historia "anterior" y "posterior". El eternalista no acepta la idea de "pasado", "presente" y "futuro". Por ejemplo, tanto la muerte de Martí en Dos Ríos y el relevo de Castro II, como la muerte de los dinosauros hace 65 millones de años, incluso el microsegundo después del Big Bang, todo eso existe. Como existen ciudades burbuja en Marte, en 2,300 d.C.
No es que A:R: tenga que creer que el futuro existe "ahora mismo". No, existe de la misma forma ue hablamos de "partes" en el espacio. ¿No hay acaso eventos pasando ahora mismo al otro lado de nuestra galaxia (en el espacio)? Para A:R: la existencia no tiene modalidad. No hay ni pasado ni presente ni futuro, simplemente existe "todo" en-bloque (del mismo modo que existen números complejos, gases ideales, Popeye, hobbits en Tierra Media y el arcángel Gabriel).
Para A:R: el tiempo no fluye, sino que está ahí de modo cuatri-dimensional.** La idea resulta atractiva cuando consideramos la teoría de la relatividad. De acuerdo a Einstein la simultaneidad no es universal (dos observadores con distintos puntos de referencia pueden tener experiencias simultáneas diferentes). Pero esto solo complica el asunto, es decir, la diferencia que existe entre el 10 de marzo de 1952 y la entrada revolucionaria en la Habana en 1959 no es una de presente (1952) vs. futuro (1959), o de pasado (1952) vs. presente (1959), sino simplemente una de sucesión. Una ocurre antes que la otra.
Aclaro que A:R: no me ha dicho qué piensa del futuro. Simplemente asumo que es así. Me resulta más coherente y -por qué no-, entretenido.
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*Por supuesto no debo usar el verbo en tiempo pasado. **Los objetos están constituidos de partes temporales. A:R: puede perfectamente asumir que las cosas existen en una especie de gusano espacio/tiempo. Por ejemplo, Colón el 12 de octubre de 1492, dos horas antes de avistar las costas de lo que él llama San Salvador no es un objeto completo, sino una parte temporal; la relación entre Colón (en 1492) y Colón (en 1502, mientras escribe El libro de las profecías) es similar a las dos ruedas de una bibicleta: son partes de un todo mayor. Todo depende cómo cortemos el tiempo. Si cada día de la vida del almirante fuese una parte, los 55 años de su vida suman aproximadamente 20,075 partes, si cada hora, entonces tenemos 481,800 partes.
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ResponderEliminarEs posible que no entendiera el texto, pero gracias por escribirlo, voy a expresar mi punto de vista. El futuro es un constructo mental pero eso no le quita un ápice de existencia. El futuro es un hecho humano aunque, habría que preguntarle a la hormiguita por qué lleva su pesada migaja cuando puede comérsela donde la encontró ¿Será que la hormiguita piensa que va a tener hambre luego?. El futuro existe, pero actualmente es incierto, especialmente para los jóvenes. Habrá quienes se empeñan en ver un tiempo posterior como positivo, esos son los millonarios en ilusiones pero quizás escasos en sentido común, por cierto, en esta época del año no tenemos mucho que celebra, para mí, es un acto de infantilismo colectivo ornamentar el entorno con un colesteroso gordinflón haciendo hohoho y, encima, vestido con un ridículo traje rojo (probablemente el viejorro es comunista como la caperucita); el futuro es now y en él 99 por ciento de la población vive (o va a vivir pronto) en condiciones paupérrimas. En nuestro actual futuro no pareciera haber alternativas: quienes controlan el poder gubernamental es un grupo financiero que ha creado una crisis económica crónica ; han aflojado las regulaciones y leyes que regían sus empresas al tiempo que destruyen los beneficios públicos de los ciudadanos. Hay poco para celebrar el futuro y mucho para cavilar y estar atemorizados. Un abrazo y buena suerte para el 2012, la necesitamos. Judith G.
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