El período que pre-elecciones es un carnaval necesario. La oportunidad de conocer -en teoría- lo mejor de nosotros, el posible futuro líder de la nación. Todo un desfile de personajes. Por supuesto, no hay campañas sin escándalos. El escándalo político de la semana es Herman Cain, contendiente republicano de la raza negra, al que le iba muy bien en las encuestas, casi a la par con Mitt Romney.
Fue entonces que Político publicó la noticia de que Cain tenía un pasado turbio de acoso sexual. Ayer la campaña de Cain acusó a Perry, su rival y contendiente republicano por el estado de Texas de haber filtrado la noticia. Ahora Mark Block, el director de la campaña de Cain se retracta. ¿Qué consecuencias tiene el escándalo? El propio Limbaugh, el famoso comentarista republicano ha dicho que Cain no supo lidiar con el escándalo. Update: La campaña de Cain amenaza con un litigio contra el blog Político.
Lo cierto es que nadie por fuerte que sea puede permitirse algo como eso en este momento. Si Cain cae, como parece previsible, la contienda queda entre Perry y Romney (se dice que ni Bachmann ni Gingrich tienen chance).
Por otra parte está el discurso bizarro de Perry en New Hampshire, que ha sido muy comentado por la media. Varios analistas dan por sentado que el gobernador de Texas estaba o borracho o dopado, algo que ha sido negado enfáticamente por la campaña de Perry (!). El gobernador ha expresado que estaba "alegre".
Dicho de otro modo, estas rondas pre-elección iniciales tienen menos de política y más de comedia del arte.
