Ahora, mientras el Comité de Reducción del Déficit debate a puerta cerrada el futuro financiero inmediato de la nación no puede no pensarse que vivimos un momento único de la historia. Nos toca este presente de espejismos, y la paradoja es que se alcanza a saber su urgencia y por lo tanto perdemos la oportunidad de comprenderlo.
¿De qué hablamos?
El Comité sencillamente no podrá llegar al compromiso necesario. ¿Por qué? Hacerlo sería ir en contra de su función como comité de dos partidos divididos por un cisma inconmensurable. De nada vale que el momento sea históricamente extrordinario. Dicho de otra manera, los protagonistas casi que pueden verse a sí mismos como en una película en la que son capaces de alterar la trama (la historia parece tener esos momentos en que se contempla a sí misma). Y es precisamente por eso que hacen lo que hacen, que a la postre no altera en lo absoluto la trama. Es decir, aunque puedan atisbarse el descalabro, no podrán hacer nada por evitarlo.
2 comentarios:
Complejos de Casandra a izquierda y derecha del vórtice...Lo inmediato de los papeles de estos actores excluye la visión que retardaría el final trágico de la gran puesta en escena del capitalismo. Poca esperanza para la ratio levitante.
Los republicanos que integran ese Comité de Salvación no pueden dar un paso fuera de la línea política que su Partido ha mantenido en sus dos últimos años, o sea: mantener la economía al borde de la crisis y el desempleo alto hasta las elecciones de noviembre 2012.
Aunque bajara San Pedro del cielo e hiciera un "plan perfecto" seguirían con el "No"
¿No es acaso lo que orientó su ayatola Rush Limbaught al tomar posesión Obama cuando dijo: "Ojalá que fracase."?
Saludos, Jacobo
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