Amílcar Barca
Acudir al Lehman Theatre del Miami Dade College North Campus; esperar que las luces se apaguen y ver como el primer protagonista es la escenografía (Alejandro Galindo), es una indicación sutil de “espíritu” de riesgo. Su director, el cubano Max Ferrá, es honesto y consecuente con su función pedagógica, y da protagonismo a la palabra y a quienes la relatan: sus alumnos. Con tan solo unas cortinas de mallas, cinco cubículos y un sencillo juego de luces (Vladimir Ameneiro) para indicar lo inmediato y el pasado: desfilan por una finca, el prostíbulo citadino, escenas de campo, el bosque, la iglesia, la morgue o la celda de tortura de un cuartel…una hilera de personajes que cuentan su drama en lo que se ha venido a llamar el realismo mágico.
Caridad Svich hace una hechicera y visual adaptación sobre la obra de Isabel Allende. “Barrabás llegó a la familia por vía marítima, anotó la niña Clara con su delicada caligrafía” así empieza la autora en su primer capítulo. Pues bien, en la adaptación de Svich : la primera escena aparece un barrabás de verdad, Esteban García (Lucho Acosta) que nada tiene que ver con el hermoso perro que crece al compás de quien escribe sus memorias. El hijo bastardo de Esteban Trueba ( J.A Mesa de joven y R. González de mayor) con una imagen pinochetiana en su haber, tortura con toques perversos a su sobrina Alba (S. Velasco). Esta posposición, acrecienta el relato de tal manera que mantiene una narrativa sostenida hasta llegar en el primer tercio de la obra a puntos culminantes …como cuando Rosa (E.Velázquez), la mujer por la cual Esteban Trueba huye del rancho de las Tres Marías, se le practica la autopsia en una doble escena estéticamente memorable: en una se abre en canal el cadáver, y en la otra se oye a Alba evocar su sufrimiento, “El coronel tortura mi piel herida y con su máquina eléctrica acaricia mis senos.”
La obra sigue su curso centrándose en la vida del protagonista Esteban Trueba que al final se casa con la hermana menor de Rosa, Clara ( L. Córdova de joven y A. Cossio de mayor) una mujer con poderes mágicos. Dialogando sobre el amor y la existencia con la prostituta Tránisto ( M. Martin) o tratando con el capataz y los parceros de la finca… Al lado, una estupenda y obsesiva Férula ( L. Mansito) que conoce el destierro y la muerte. Nace al final su hija Blanca (E. Velázques) y con ello los bretes de intereses familiares por una amor “comunista” con Pedro Tercero (J.A Mesa). Se suceden los conflictos políticos de un pueblo que vive momentos turbulentos de gloria y caída, a la par que los estragos se suceden en Tres Marías. Pedro Tercero es perseguido. Aparece en escena un nuevo personaje el conde de Satigny ( W. González), un ser lascivo y rico, a tapar las vergüenzas de Blanca. Nace la hija escondida: Alba. Nace también un nuevo ciclo político. Y el poder militar cierra dos barbaries: la nacional de un pueblo y la interior de una familia.
El teatro en español abre cada día más puertas y propuestas en la escena de Miami. No hay excusa para no poder acudir a una obra donde la potente voluntad de unos esforzados actores y la vigencia del tema… por la crisis que vivimos, están conjuntadas en un mismo hábitat, esta vez: por el espíritu abierto y determinado del grupo de teatro : Actors Arena y su conductor Max Ferrà. No se la pierdan.
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Lehman Theatre del Miami Dade College, North Campus, 11380 NW 27 Ave, Miami. Funciones: viernes y sábados a las 8 p.m., y domingos a las 5 p.m. Gratis. Hasta el 6 de noviembre