La noticia aquí explica cómo un grupo de jóvenes estudiantes de la Universidad de Washington se dedicaban a jugar un juego de video que consistía en desarrollar cadenas de aminoácidos (los bloques estructurales de las proteínas) utilizando programas online.
Para el asombro de los científicos, los jugadores produjeron un modelo preciso de la enzima proteasa monómero, agente de un complejo
molecular de la familia de los retrovirus, familia ésta que incluye al VIH. ¡Tan solo en tres semanas!
El hallazgo ha sido publicado en Nature Structure and Molecular Biology e incluye los nombres de los jugadores y los investigadores que participaron en el artículo. El abstracto del estudio informa que "el descubrimiento de la enzima ofrece nuevas ideas para el diseño de fármacos antirretrovirales (VIH)."
¿Qué aprendemos? Que el juego es más que una manera de divertirse. Jugar es también una forma de descubrir y practicar que no se muerde la cola en la definición del "saber cómo". No hay un saber y ya. Practicar es una forma de transcender: es saber, y saber es siempre saber más.