Amílcar Barca
Hoy los mercados de la bolsa en Europa están por el suelo, el desempleo empieza a ser insostenible y los europeos ven en la inmigración un problema añadido: el viejo continente necesita un cortafuegos urgente para estabilizar la economía y el euro; desarrollar políticas de crecimiento para crear puestos de trabajo y regular la inmigración para preservar un equilibrio de entendimiento entre la población autóctona y la recién llegada.
En Italia se desplomaba la bolsa. Su deuda pública que es más del 120 %, sufría uno de los castigos más severos al subir sus intereses. El lunes pasado de rebote recibía España que, curiosamente, sólo la tiene del 60% , sin aparente justificación. Pero, oigan ustedes, la culpa venía porque los regentes económicos no se ponían de acuerdo en rescatar financieramente a Grecia (¿dónde está la solidaria Alemania y Francia decían algunos?). En consecuencia, los inversores del mundo subían los intereses de la deuda a estos tres países a montos imposibles de pagar a corto plazo. Concluyendo: créditos para pagar créditos. Mayoritariamente, aquí, los gobiernos –socialistas o de derechas - han hecho los “deberes”, es decir, han reducido los salarios públicos y rebajado los gastos sociales, sanitarios y educativos, sin subir los impuestos. Pero la población, que no es estúpida, es consciente que la crisis financiera la pagan los trabajadores mientras que los altos ejecutivos de los bancos y las grandes empresas disfrutan de prebendas a coste de sus impuestos. Esto ha ocasionado la caída de varios gobiernos en todo el territorio y la indignación del ciudadano. El aforismo es claro: o todos o ninguno.
España, Grecia o Portugal son países donde el desempleo se ha disparado porque sus economías no son primariamente productivas. Es decir, están basadas en los servicios o la construcción, no en la producción y/o exportación mayoritaria de sus bienes. Los sindicatos han salido a la calle reclamando que no se aproveche la situación de crisis para los recortes salariales o sociales, ni que se acuse a los más desfavorecidos de estos desarreglos de, los cuales, no se sienten responsables. Los despidos en las empresas han sido sangrantes desde 2008 -más de dos millones en España con una tasa de más del 21%. El estado ha tardado en sofocar el gasto de los desempleados y ha llegado a puntos insostenibles de mantener. Por otra parte el empresariado no recibe dinero de los bancos, porque están paralizados con sus problemas de solvencia y el crédito interbancario prácticamente ha desaparecido. Este viernes saldrán las instituciones bancarias que no han superado las auditorías que requieren para ser una entidad autónoma y , gracias que en verano en España el turismo es una fuente de ingresos, se dice que se cumplirá la fábula de la cigarra y la hormiga. El otoño, como dicen aquí, se presenta caliente.
Hoy en un programa televisivo en Catalunya se preguntaban si no había que poner cupo en los municipios a la población emigrante debido a los problemas que ocasiona el gueto informal y la tasa de desempleo y “delincuencia” que se crea alrededor. Pues bien, el 98% votaba que sí. Como americano me asusté y no entendí esta reacción en mi país de origen. Mas adelante indagué el asunto y empecé a comprender la problemática –sin justificarlo, por supuesto. Poblaciones con barrios de más del 50% de la población desempleada. Apartamentos de 300 pies cuadrados habitados con entre 15 y 20 personas amontonadas y focos de tráfico de drogas que ha aumentado la delincuencia, anteriormente con índices menores en el lugar donde se establecen. Europa vive un verano caluroso, pero parece que las aguas de los países mediterráneos lo incendian aún más. Ya se dice que esto no es nada comparable con lo que se avecina en el norte de África este invierno. Pero encima ya hay quién -para evadir la situación- se pregunta: ¿Y EE.UU qué?
5 comentarios:
A ver qué pasa, caja de sorpresa.
Apocaliptico, amigo. OjalA y no corra la sangre. EU ya tiene bastante que resolver de si mismo. RI
Has sido objetivo, Amilcar. Sin caer en alarmismos se percibe como la situación económica más seria para la humanidad desde la tercera década del siglo XX y sin pronósticos concretos. ¿Porque volverá el capital a recurrir a la guerra como paliativo sangriento sabiéndose amenazado por el tigre asiático? Tal vez la solución haya que meditarla en aquellas economías que en medio del desastre están creciendo de manera equilibrada.
Tal vez las ideas que tenemos con respecto a pais,naccion,estado son muy estrechas para los tiempos que corren. Judith G.
Esto está bueno y propone paradojas, como aquella crisis de la deuda externa que lideró Cuba con su exigencia de impago. Ahora son los paises desarrollados (Grecia, España, Portugal, Italia, jajajaja!) los que no pueden pagarla, pero al menos no han exigido que se los condone. Despues esta el caso de los impuestos en EEUU que es más complicado que una obra de Arte Abstracto en Bassell, porque lo que no dicen es que la excención impositiva es un cortejo suplicándole a los grandes inversores que no se vallan a contratar trabajo esclavo en China Africa y America Latina, que es muy barato.
¿Por qué alguien se quedaría a producir en un país cuya productividad se estrecha por el populismo, se desalienta la riqueza individual, y se piden más licensias para vender una fosforera que para manejar un avión? Como ejemplo vean la escena teatral del presupuesto local, todos se rasgan las vestiduras por el cierre de (algunas) bibliotecas pero nadie dice dónde recortar los gastos, como si la excelensia en los servicios no fuera un lujo.
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