domingo, 17 de julio de 2011
Eso que llaman amor para vivir
Eliseo Alberto (via Ernesto Fundora, desde tumiamiblog, deseándole lo mejor a Lichi).
Honrar, honra. José Martí
Para Ale, In Memoriam.
Hoy quisiera escribir sin la emoción que siempre provoca la gratitud para así (lúcido, objetivo, honrado en la martiana interpretación de la palabra) poderles contar una historia que me tocó vivir a lo largo y hondo de treinta horas de fe, mil ochocientos minutos de esperanzas, ciento ocho mil segundos de caridad. Todo empezó, sin que yo lo supiera entonces, en el mes de octubre de un 2004 insoportablemente aciago, cuando un niño de 3 años de edad llamado Ale Alverde Castro renació poco antes de su entierro en otros seis inocentes. Luis y Adriana, sus padres, de seguro tuvieron que hacer acopio de amor y de coraje al momento de enfrentar una encrucijada en la que jamás habían pensado porque hay preguntas demasiado tristes que uno prefiere no cuestionarse por justo miedo a su respuesta. Seguros de la justicia del Dios en quien creían y de la entereza profesional de los doctores que habían luchado por salvar al pequeño, aunque nunca resignados a su prematura ausencia, los devastados miembros de la familia Alverde-Castro, todos, aceptaron donar los órganos de Ale sin otro consuelo que el de hacer bien a un semejante.
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texto patetico,todos estamos muertos.
ResponderEliminarAl contrario. Bella historia y un texto conmovedor.
ResponderEliminarLICHI, HE LLORADO LEYENDOTE. TE DESEO QUE SALGAS BIEN D ELA OPERACION, LOS BUENOS TIENEN SU LUGAR DE GRACIA. TU NO ERES DE LOS BUENOS, TU ERES DE LOS MEJORES. QUIERO LEER EL RELATO DE TU MEJORIA. NANCY
ResponderEliminarRefrescante recordatorio de nuestra mortalidad. Gloria a los donantes que dan sin esperar otra recompensa que la posiblidad de salvar la vida de otro. Mis mejores deseos para Lichi en su batalla por la vida.
ResponderEliminarni todos estamos muertos ni nadie se quiere morir, 1128. este texto es un agradecimiento humano hacia la puta vida misma, tan cruel y sin embargo tan hermosa, aun cuando no salgas del cabrón médico con toda la burocracia que eso implica y lo único que veas sea miseria humana, respirando a tu lado con dificultad y mal aliento. vete a lavar la pose de cinismo al mar, a ver si se lo llevan las olas asesinas o ya de paso, te tiras y acabas con el teatro, viejo.
ResponderEliminarpodrias eliminar el primer comentario que hice? 11;28, no puedo hacerlo desde mi ordenador
ResponderEliminarno, ano, tu comentario determina el thread. de todas maneras nadie sabe quien eres, sino tú.
ResponderEliminarAno 11.28, la vida no tiene undo. Verdad que el texto es patético. Pero es más patética tu intervenci☻n. Bolleur, Bolleur no se escribe así, y ya no es tiempo de aprender, la muerte es resumen no empredimiento, te guarde el cielo, el siempre poético cielo.
ResponderEliminarEsto solo lo entienden los que lo han vivido o los que tienen sensibilidad suficiente apreciar el dolor ajeno! Ernesto Fundora....entre buscando algo escrito por ti y aunque encontre algo que me gusto...no te encontre a ti!!!!
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