Perdimos ¿y ahora qué?

Perdimos. Y la victoria estuvo tan cerca. Perdimos. ¿Y ahora qué?

No se pierde nada con reflexionar. De los peores momentos de la historia emergen las mejores posibilidades. La amarga derrota de ayer puede cambiar definitivamente la historia de los HEAT. Hay que asimilar la lección y decir la verdad. ¿Cómo puede perder un HEAT con el trío mágico James-Wade-Bosch?* Moraleja: no basta un trío mágico. La destreza y el virtuosismo por sí mismos no son suficientes.

Hace falta otro ingrediente. ¿Cuál?

Desde los griegos, el deporte es una actividad humana cuyo propósito va más allá del deporte en sí. Sea cual fuere, el deporte tiene un ideal llamado a desarrollar y fortalecer no solo el cuerpo, sino el alma.

Imaginemos por el momento que el Miami HEAT es un cuerpo constituido por cada uno de sus jugadores. ¿Cuál es el alma del HEAT? Desde el año 1995, la historia del equipo es no tanto una de continuo crecimiento como de altas y bajas: el cuaternio gris (1991-1995), la era de la institucionalización (Riley-Morning, 1996-2002), el cuaternio del duo mágico Wade-Shaq con la retirada bochornosa de Shaq (2007-2008). Le sigue una corta reconstrucción (2008-2010) interrumpida por la actual era del trío mágico James-Wade-Bosch.

No se puede construir un equipo solo con dúos y triadas mágicas. Lo que hay que construir es un propósito.** Hay que encontrar cuál es la meta de los HEAT. No hablamos de ganar juegos, que es obvio. La meta de qué se persigue con la victoria. El alma de los HEAT está ausente. Lo que tiene que hacer la dirección del equipo ahora es el trabajo lento, pacientemente entrenarse, conocerse, cultivar un propósito común que los lleve a la victoria.***

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*El salario combinado de James-Wade-Bosch es de $300 millones. **Lo que queda es una identificación entre el todo y la parte. La ciudad y su equipo. Hay ejemplos de ganadores: los CELTICS de Boston o los LAKERS de Los Angeles. Algo supieron hacer ellos que no hemos podido hacer nosotros. ***Pese a su fama y la victoria con los HEAT en 2006, tal parece que Pat Riley no ha podido lograr el balance de su equipo.