Rosie Inguanzo
El vino al congelador después de mojar la botella. Miami tan bonita esta noche. Colándose por el balcón del 14 piso. A. ha regañado a la ayudante de cocina porque no ha traído suficientes almejas y algunas están abiertas (a la ayudante de cocina le sube un escalofrío por la columna vertebral torcida). A. ha de improvisar la cena acomodándose a menos de lo esperado. 15 minutos la faena. Enciende el agua para la pasta—spaghetti fresco; corta hongos shiitake, que son delicados y gelatinosos, yéndole en textura y sabor a los moluscos (la ayudante de cocina dice: las almejas se cocinan con el sabor hacia adentro –y A. asiente.). Ajo generoso picadito, cebolla blanca, vino blanco bueno, aceite del mejor. A. dice que hay trasgresión en juntar estos hongos con almejas. La ayudante al ver el agua hirviendo enciende el Paninni Press para calentar el delicioso pan baguette rustique de The Gardens Market y sacarle la frescura. Siguiendo órdenes envueltas en vapores exquisitos empieza a deshojar orégano y albahaca frescos. A. en protesta aún por la cantidad de almejas (pobre de mí) las sumerge en el escurridor con hielo, las lava, las cepilla y ausculta como criaturas vivas que son. A poco los olores suben, para cuando el cocinero ha tapado el gran sartén con las almejas dentro, el ajo, la cebolla transparentándose y endulzándose, el vino blanco y el aceite. Pide queso pamesan reggiano abundante para agregarlo en el último instante, los espaguetis de la seminola exquisita van al dente para el sartén en cuando se abre, y ¡zas! Se hace el milagro. Vamos a la mesa corriendo con Chico Buarque y la luz ámbar adecuada, cráneo de las papilas, Savignon Blanc argentino helado, manos enlazadas debajo de la mesa, suspiro y degustar la paleta de sabores calientes –es el mar en la boca, dice la ayudante de cocina. La ciudad bonita se derrite en lucecitas titilantes, nubes parlanchinas y azul Prusia desparramándose en la vaporosa alegría.
Y ese hombre está flaco, señoras y señores.
ResponderEliminarUn poquito de cilantro fresco a última hora sobre la pasta con los mejillones, cubiertos de parmesano reggiano les da un aroma único, tocayo me estás matando de hambre a esta hora. Rosy perdónalo, los cocineros somos siempre inconformes.
ResponderEliminarUn abrazo a los dos.
Invicta mujer;
ResponderEliminarInvita a tus lectores... yo te llevo un passion fruit mousse y/o de guanabana "como" cielo para ese apetitoso mar.
Salud y Bone appetit!
Judith G.
Yo he tenido la sensación del mar en la boca cuando he comido las ostras en Arcachón, Burdeos, cuando fuimos con Maya hace un año. Sobre todo las que se cultivaban allí mismo a la sombra de la Duna.
ResponderEliminarsaludos
¡Qué sabroso es el cilantro Pong! Mi mami se lo pone a todo.
ResponderEliminarSaludos Judith. Precisamente hace una semana probé un postre brasileño hecho con passion fruit y leche condensada que era una delicia. Bueno, pues ya que somos tan decadentes un día deberíamos juntarnos a degustar.
Arsenio eso suena inmejorable: "ostras en Arcachón, Burdeos... Sobre todo las que se cultivaban allí mismo a la sombra de la Duna."
ResponderEliminarY el vino debe estar a la altura. Saludos