Hace un tiempo atrás cuando reseñaba a Department of Eagles ya anunciaba a Grizzly Bear, otro grupo de la movida newyorkina reciente que compendia la experiencia rock de los setenta y la reciclan con un aire actualizado. Los chicos resumen sicodelia, beat sinfónico y las búsquedas del barroquismo electrónico. Nos entregan el aliento de un sonido renovado deudor de Emerson, Lake & Palmer, Queen y Pink Floyd. Son los protagonistas de una banda sonora envidiable, la del filme Blue Valentine, un relato shakesperiano postmoderno que cala en la memoria de los cinéfilos. ¿Cuantos tributos se reúnen acá? Los cuatro chicos se las ingenian para sugerirlos. Contenidos pero certeros. Profesionales, talentosos, sensibles. El oído rockero los irá descubriendo y disfrutando. Dejándonos esa sensación de permanencia de una época feliz. (JotaeRre)