martes, 31 de mayo de 2011
lunes, 30 de mayo de 2011
Gil Scott-Heron - New York Is Killing Me
La poesía tiene también sus perros callejeros. Gentes como Bukowski, Roger Wolfe o el argentino Raúl Núñez. Talentos que expelen su orinas en los guardacantones de la gran ciudad, repitiendo las urgencias del Neardhental entre asfaltos iluminados por el neón. Gil Scott Heron es otro tigre que creció equivocado de lugar. Otro animal incómodo para los devotos del confort y los trademarks. Se despidió para siempre este fin de semana derrotado por el SIDA mientras se bailaba al ritmo del hip hop en Ocean Drive. Y funeral y fiesta hallan su razón común en la ascendencia de Heron sobre el bramido inconforme de la horda urbana. Su música y su discurso se alejan de los aromas Dove y el narcótico publicitario. Sus letras suenan a sirena dramática que pulula en la nueva selva. Textos poéticos que han sobrevivido desde Woodstock relatando desencuentros hasta apadrinar la insolencia del rap. Escoger una pieza de Scott Heron más que una elección es un compromiso con una antología contestataria. Nos decidimos finalmente por esta versión de New York is Killing Me, intervenida por el inglés Jaime xx. Llegamos a ella por su calidad, donde el artífice del remix crea un set sonoro ideal para la garganta de seis pistones de Gil, reforzando el rugido trasnochado del afroamericano. Pero, sobre todo, porque la producción del remixer demuestra el culto que le profesan los nuevos talentos a ese genio insobornable, furiosamente demonizado por el conservadurismo aristócrata. Una voz prodigiosa que en Manhattan pasaba de largo por las vitrinas de primera clase para detenerse a orillas de las cloacas. (JotaeRre)
Un jardín es un jardín un "mero" jardín un bello jardín
aTriFf
foto: RI
Anoche compartimos un barbecue en casa de Amida. La fiesta de Memorial Day reunía un grupo de norteamericanos, latinos y africanos. Se hablaba inglés, francés, español. La comida vegetariana. ¿La atracción principal? El jardín de Ami. Y aquí comienza mi historia. Un jardín es un jardín: Algo que inspira y deleita, que nos lleva a un verdor innombrable. Ese jardín para el jardinero es un lugar de riqueza: regiones de plantío, aposento de florecimiento, de cuidados diversos. Este lugar no es lo mismo para un entomólogo, quien busca en el jardín cierta realidad subyacente para otros inadvertida, tampoco para un botánico, quien desnuda la taxonomía de cada especie.
No es lo mismo para mí, neófito del universo de las plantas.
Ami nos daba un "mini-tour": Linterna en mano, cada dos pasos se inclinaba para contarnos sobre cada planta: qué es, cómo ha sido plantada, de dónde es oriunda, cómo ha crecido, es o no una especie en extinción, clima local, preferencias estáticas, etc, etc. (Ami es abogado especialista en Leyes ecológicas). Mientras lo escucho maravillado, pienso en mi ignorancia. Llevado de su mano, el jardín se revela absolutamente maravilloso, rico en detalles de universo-en-sí-mismo, reserva conjuntiva de ser vegetal.
Estar-en
Disfrutando del momento, recordé al viejo Heidegger en Ser y tiempo. En el receso de mi conciencia, su exposición sobre cómo aparece un jardín (Heidegger pone el ejemplo de un martillo, pero para el caso es lo mismo):
El asunto es cómo nos relacionamos con las cosas:
Estar-a-la-mano
No siendo jardinero no puedo comprender esa relación. Por otra parte, Ami vive en un constante estar-a-la-mano en su jardín. Ayer, mientras nos daba el mini-tour, ¿qué modo entretenía? De acuerdo a Heidegger, el mero hecho de presentarme el jardín, lo desplaza de un estar-a-la-mano a otra condición que el filósofo alemán sospecha y que en Ser y tiempo describe como una caída.** Vorhandenheit es traducido como estar-ahí:
Más tarde repasé en mi mente la llamada división "óntico-ontológica" de Heidegger y cuánto me excitaba en mis años de estudiante en los 80 tardíos y 90 tempranos. Su desconfianza del estar-ahí como modo de la ciencia que intrumentaliza al mundo parecía tener sentido. Pero algo cambió. La nueva conciencia ético-ecológica de principios del 2000 en la que el hombre no es ya el centro me hace mirar el jardín más allá de mi propia atención.
Hay que decir, contra Heidegger, que puede haber un estar-ahí que se maraville -lo que sentí mientras Ami nos explicaba su jardín. La naturaleza no puede reducirse a solo dos modos. Sino, ¿cómo hablar la naturaleza pre-Homo Sapiens?
Pregunto a Heidegger: ¿qué es el mundo antes de -o sin- Dasein?
Lo que me queda del jardín de anoche es un profunda turbación que desinfla el estar-a-la-mano y estar-ahí heideggerianos. Aunque soy Dasein, hay definitivamente algo más en ese jardín que Ami, yo, o cualquier otro Dasein.
*En Ser y tiempo, Heidegger disfruta la palabra "mero" (bloß) para destituir categorías. Es como si toda categoría fuese una caída de un categorial. Todas las citas de Ser y tiempo tomados de la traducción de Jorge Eduardo Rivera. ** Para Heidegger todo lo que es Ahí presenta problemas. En la "Constitución existencial del Ahí", Heidegger escribe:
foto: RI
Anoche compartimos un barbecue en casa de Amida. La fiesta de Memorial Day reunía un grupo de norteamericanos, latinos y africanos. Se hablaba inglés, francés, español. La comida vegetariana. ¿La atracción principal? El jardín de Ami. Y aquí comienza mi historia. Un jardín es un jardín: Algo que inspira y deleita, que nos lleva a un verdor innombrable. Ese jardín para el jardinero es un lugar de riqueza: regiones de plantío, aposento de florecimiento, de cuidados diversos. Este lugar no es lo mismo para un entomólogo, quien busca en el jardín cierta realidad subyacente para otros inadvertida, tampoco para un botánico, quien desnuda la taxonomía de cada especie.
No es lo mismo para mí, neófito del universo de las plantas.
Ami nos daba un "mini-tour": Linterna en mano, cada dos pasos se inclinaba para contarnos sobre cada planta: qué es, cómo ha sido plantada, de dónde es oriunda, cómo ha crecido, es o no una especie en extinción, clima local, preferencias estáticas, etc, etc. (Ami es abogado especialista en Leyes ecológicas). Mientras lo escucho maravillado, pienso en mi ignorancia. Llevado de su mano, el jardín se revela absolutamente maravilloso, rico en detalles de universo-en-sí-mismo, reserva conjuntiva de ser vegetal.
Estar-en
Disfrutando del momento, recordé al viejo Heidegger en Ser y tiempo. En el receso de mi conciencia, su exposición sobre cómo aparece un jardín (Heidegger pone el ejemplo de un martillo, pero para el caso es lo mismo):
¿Qué significa estar-en? Tendemos, por lo pronto, a completar la expresión añadiendo: estar‐en “el mundo”, y nos inclinamos a comprender este estar en como un “estar dentro de…” (63)Pese a lo enrevesado de la prosa, el asunto se resume como una manera de interactuar con las cosas. Para Heidegger el análisis del mundo se divide en dos: óntico (los objetos y sus categorías) y ontológico (el ser y sus categoriales). Disfrutar el jardín de Ami, es, para Heidegger, un asunto que merece una investigación.
El asunto es cómo nos relacionamos con las cosas:
Porque ¿qué puede ser más evidente que el hecho de que un sujeto se relacione con un “objeto” y viceversa? Esta “relación‐sujeto‐objeto” se convierte en supuesto necesario. Pero todo esto no pasa de ser un supuesto que —aunque incuestionable en su facticidad—resulta, sin embargo, y precisamente por ello, enteramente fatal, si su necesidad ontológica y, sobre todo, su sentido ontológico son dejados en la oscuridad. (68)En tanto que jardinero, Ami está-en. Para él, el jardín no puede ser lo que era anoche, explicándonoslo -separado de su diaria interacción de estar-en. Por otra parte, mi experiencia como observador es "óntica", completamente alienada del jardín como tal. Me explico: El mero hecho de disfrutarlo (pero) no como jardinero en la labor de plantar, irrigar, etc, es ontológicamente sospechosa. Mi jardín es oscuro, no acaso un "mero" jardín, pero no mucho más.*
Estar-a-la-mano
El martillar mismo descubre la “manejabilidad” específica del martillo. El modo de ser del útil en que éste se manifiesta desde él mismo, lo llamamos el estar-a-la-mano (Zuhandenheit).(78)Sea martillo -o jardín- es lo mismo. Heidegger estipula dos modos de análisis. No un análisis sicológico de estados mentales, sino de modos categoriales frente al mundo. Mientras Ami me muestra su jardín, no puedo realmente comprenderlo, pues para mí ese jardín no está nunca a-la-mano, sino separado, re-presentado por mi atención. ¿Es acaso un "bello jardín"? No creo. Heidegger es absoluto en esto:
El estar-a-la-mano es la determinación ontológico‐categorial del ente tal como es “en sí”.Estar-ahí
No siendo jardinero no puedo comprender esa relación. Por otra parte, Ami vive en un constante estar-a-la-mano en su jardín. Ayer, mientras nos daba el mini-tour, ¿qué modo entretenía? De acuerdo a Heidegger, el mero hecho de presentarme el jardín, lo desplaza de un estar-a-la-mano a otra condición que el filósofo alemán sospecha y que en Ser y tiempo describe como una caída.** Vorhandenheit es traducido como estar-ahí:
El estar‐ahí es empero el modo de ser de un ente que no es Dasein. La evidencia óntica de la afirmación de que soy yo el que cada vez es el Dasein no debe inducir a pensar que con ello queda inequívocamente trazado el camino de una interpretación ontológica de lo así “dado”. Es incluso cuestionable que el contenido óntico de aquella afirmación interprete en forma adecuada lo fenoménicamente dado en el existir [Dasein] cotidiano. Bien podría ser que el quién del existir cotidiano no fuese precisamente yo mismo. (120, 121)Observe mi señalamiento en rojo. Heidegger destituye estar-ahí como no ser del ser (Dasein). No es parte del ser en sí, de su mundaneidad, sino una actitud distinta, como la mía, escuchando a Ami y pensando en la planta en tanto que planta, o incluso maravillado en mi observación.
Más tarde repasé en mi mente la llamada división "óntico-ontológica" de Heidegger y cuánto me excitaba en mis años de estudiante en los 80 tardíos y 90 tempranos. Su desconfianza del estar-ahí como modo de la ciencia que intrumentaliza al mundo parecía tener sentido. Pero algo cambió. La nueva conciencia ético-ecológica de principios del 2000 en la que el hombre no es ya el centro me hace mirar el jardín más allá de mi propia atención.
Hay que decir, contra Heidegger, que puede haber un estar-ahí que se maraville -lo que sentí mientras Ami nos explicaba su jardín. La naturaleza no puede reducirse a solo dos modos. Sino, ¿cómo hablar la naturaleza pre-Homo Sapiens?
Pregunto a Heidegger: ¿qué es el mundo antes de -o sin- Dasein?
Lo que me queda del jardín de anoche es un profunda turbación que desinfla el estar-a-la-mano y estar-ahí heideggerianos. Aunque soy Dasein, hay definitivamente algo más en ese jardín que Ami, yo, o cualquier otro Dasein.
Se trata el jardín en sí, fuera del régimen de Dasein, como misterio inefable.
________*En Ser y tiempo, Heidegger disfruta la palabra "mero" (bloß) para destituir categorías. Es como si toda categoría fuese una caída de un categorial. Todas las citas de Ser y tiempo tomados de la traducción de Jorge Eduardo Rivera. ** Para Heidegger todo lo que es Ahí presenta problemas. En la "Constitución existencial del Ahí", Heidegger escribe:
(...) Que los estados de ánimo se estropeen y puedan cambiar sólo prueba que el Dasein ya está siempre anímicamente templado. La indeterminación afectiva, a menudo persistente, monótona y descolorida, que no debe ser confundida con el mal humor, no sólo no es una nada, sino que, por el contrario, precisamente en ella el Dasein se vuelve tedioso a sí mismo. En semejante indeterminación afectiva, el ser del Ahí se ha manifestado como carga. ¿Por qué? No se sabe. Y el Dasein no puede saber tales cosas, porque las posibilidades de apertura del conocimiento quedan demasiado cortas frente al originario abrir de los estados de ánimo, en los cuales el Dasein queda puesto ante su ser en cuanto
Ahí. (138)
domingo, 29 de mayo de 2011
sábado, 28 de mayo de 2011
futuro anterior
aTriFf
las cosas hablan. cartílago, irritante, hedor, glástula, neurona, fotón, magenta, gas, magnesio.
del atolón al estrecho al paso al canal a la playa al muro del malecón.
lo anterior al cuándo de hoy no emerge como de costumbre. nada más que una sinapsis fija al norte movedizo, la percepción gangosa hacia suroeste de la cama, junto a la esquina parpadeante, encima del quicio, debajo de la semicornisa. no recuerda el espacio, ahora, o ayer, o antier. es el día del sí. entonces podrían cambiar las cosas. poro, tráquea, calcio.
habría otro futuro, ahora o antes de mañana, casi seguro pasado mañana. se abrió otro horizonte y entró el azul claro antes del parpadeo. se endureció la tarde, la infección ahuyentó el aliento de la noche-, el no, la vacilación repentina, el salto del estómago, delante del quicio de la puerta. mucosa, tubo, pepsina.
conversan. hacen tiempo hasta que se aburran. reverso anterior, no es uno o él quien habla. son las cosas que te llevan de la mano, como el niño que busca desesperadamente a su madre en medio de la multitud el domingo que le prometieron si te portas bien. vaso, vesícula, cálculo.
sobresaltado con el corazón en la boca, masticando el asunto que se escapará por la puerta trasera. dará pánico, se le saldrá de la boca. nadie se percatará, todo se suspenderá de un segundo demasiado tarde, palabra sorda, lágrima sin ojo. pléura, hálito.
las cosas hablan. cartílago, irritante, hedor, glástula, neurona, fotón, magenta, gas, magnesio.
del atolón al estrecho al paso al canal a la playa al muro del malecón.
habría otro futuro, ahora o antes de mañana, casi seguro pasado mañana. se abrió otro horizonte y entró el azul claro antes del parpadeo. se endureció la tarde, la infección ahuyentó el aliento de la noche-, el no, la vacilación repentina, el salto del estómago, delante del quicio de la puerta. mucosa, tubo, pepsina.
conversan. hacen tiempo hasta que se aburran. reverso anterior, no es uno o él quien habla. son las cosas que te llevan de la mano, como el niño que busca desesperadamente a su madre en medio de la multitud el domingo que le prometieron si te portas bien. vaso, vesícula, cálculo.
sobresaltado con el corazón en la boca, masticando el asunto que se escapará por la puerta trasera. dará pánico, se le saldrá de la boca. nadie se percatará, todo se suspenderá de un segundo demasiado tarde, palabra sorda, lágrima sin ojo. pléura, hálito.
¿qué hice? ¿qué dije? ¿qué hago? ¿qué digo? ¿qué haré? ¿qué diré?
Grizzly Bear - Alligator
Hace un tiempo atrás cuando reseñaba a Department of Eagles ya anunciaba a Grizzly Bear, otro grupo de la movida newyorkina reciente que compendia la experiencia rock de los setenta y la reciclan con un aire actualizado. Los chicos resumen sicodelia, beat sinfónico y las búsquedas del barroquismo electrónico. Nos entregan el aliento de un sonido renovado deudor de Emerson, Lake & Palmer, Queen y Pink Floyd. Son los protagonistas de una banda sonora envidiable, la del filme Blue Valentine, un relato shakesperiano postmoderno que cala en la memoria de los cinéfilos. ¿Cuantos tributos se reúnen acá? Los cuatro chicos se las ingenian para sugerirlos. Contenidos pero certeros. Profesionales, talentosos, sensibles. El oído rockero los irá descubriendo y disfrutando. Dejándonos esa sensación de permanencia de una época feliz. (JotaeRre)
viernes, 27 de mayo de 2011
Wendy Guerra explora otra forma de libertad
Foto: Juan Camilo Palacio
"Padre y circo", de Wendy Guerra en la revista digital SoHo.com:
¿Mi lengua se rendía en el clítoris firme de Monna? La frotaba lúbrica, y ahora lo sé, atropellada y aturdida. Como pomarrosas maduras sentía nuestras vulvas reventar de ganas, ella se venía de un toque, yo creía que penetrar era el verdadero disparo que la dejaría sin conocimiento. Labio con labio, la rubia se resistía a mis dedos, sedosa y risueña prefería el contacto de nuestros clítoris.
jueves, 26 de mayo de 2011
Leonora Carrington y réquiem
La última surrealista ha fallecido. La Leonora amada locamente por Max Ernst y Renato Leduc se despide de “la casa del miedo” a los 94 años. Justo al morir, se están exhibiendo diecisiete esculturas suyas al aire libre dentro del complejo hotelero de Cancún. Su nombre queda prendido en la memoria, no solo por el libro que le dedicara la escritora Elena Poniatowska, o porque convivió junto a aquellos grandes como Breton, Picasso, Dalí, Remedios Varo, Buñuel y otros que compartieron con ella vino y fantasía en los años difíciles en que el fascismo se cernía sobre Europa. Sino por su inmensa obra marcada por el simbolismo, el misticismo y las emisiones de la conciencia profunda. La imaginación culta y el sentido de la metáfora hicieron de su albedrío poético un delirio desparramado entre lienzos, papeles literarios y masas de metal que hoy quedan como testimonio de una rara sensibilidad para exteriorizar lo onírico.
Max solía nombrarla “novia del viento” con palabras de enamorado. Octavio Paz la describía como “un poema que camina, que sonríe, que de repente abre una sombrilla que se convierte en un pájaro que se convierte después en pescado y desaparece”. Para que entre intelectos prominentes se confunda la existencia de esta mujer con la posibilidad del mito es porque han caminado conmovidos alrededor de una fuente de vitalidad y asombro. Y efectivamente, quien contempla lo que Leonora Carrington regaló a la vida, percibe el genio surtidor de diferencias. Seres así, en sólo una madrugada, pueden convertir el planeta conocido en un astro extravagante.
En estos casos, es escabroso hablar de muerte, aunque haya caducado el contrato vital. Es cierto que Leonora se ausenta de las tertulias adolescentes, de los amores incesantes, los horrores fascistas, la casi demencia, los sanatorios y las huidas, los olores a mar y a piano, los jardines reposados de México, los mitos celtas, la ternura de sus críos Gabo y Pablo, el lente de su amado Chiki explorándola desnuda…Se prolonga sin embargo, como confirma Carlos Monsivais, en los “sueños que tras ella ya no pueden ser abandonados”. Mientras ella viaja inmaterial por quien sabe que universos, cientos de esos sueños, o quizás miles, de repente han dejado de ser joyas inertes ante los ojos del mundo. A partir de ahora, cada maniobra estética de Leonora pasará a ser un esplendor cercanamente vigilado por la historia. (JotaeRre)
miércoles, 25 de mayo de 2011
Habla el pintor
Enrisco se hace eco del affair Oliva:
Vivo en un país marcado cada día por gente obsesionada con partir a cualquier sitio. No es ese el país que soñé. Sé que el presidente de la nación está haciendo esfuerzos por organizar nuestra maltrecha economía, titánica labor, pero aún más lo será intentar unificar la nación espiritualmente. Ha sido mucho el desgarramiento. Pero eso sí, tengo el derecho a no estar de acuerdo con un método u otro. Tengo el derecho a la duda.
martes, 24 de mayo de 2011
Pedro Pablo Oliva: jodido y radiante
Jesús Rosado
Se veía venir de modo inevitable. Un año y tantos meses antes, su mujer, Yamilia Pérez Estrella, realizó un performance contestatario en una plazoleta pinareña acosada por amenazas y un cerco policíaco. Fue una refriega difícil que lo sitió, pero pudo sobrepasarlo. Ya le antecedía el vínculo con la revista Vitral, publicación sospechosamente liberal para la Contrainteligencia, que de seguro para sus oficiales ha estado apoyada desde siempre por el Departamento de Estado. Y en el seno de la cual, Dagoberto Valdés, el “directorcito católico” detestado por los esbirros castristas, tuvo la osadía de organizarle nada más y nada menos que un homenaje al guajiro pintor. Como si esos eventos públicos no fueran patrimonio de la cultura revolucionaria.
La cosa se complica cuando, no hace mucho, el artista deja escurrir una carta con visos pluralistas en el blog de Yoani Sánchez. En las líneas, el pintor declaraba sin ambages… soy, Yoani, de los que cree que los contrarios necesitan expresarse como lo hacen el día y la noche, lo húmedo y lo seco, creo sin miedo en la necesidad de más de un partido porque las personas tienen derecho a agruparse por afinidad de pensamientos o filosofías o por la preciosa coincidencia de soñar.
Aquello retumbó. Los comisarios se apostaron ya en actitud vigilante.
Y ahora para colmo, ha aventurado unas respuestas políticamente incorrectas a las recientes preguntas de Edmundo García durante una entrevista para un show miamense, que ponen en entredicho el compromiso “militante” de un artista formado celosamente bajo los parámetros del marxismo-leninismo.
Lo suficiente para activar los odios cíclicos. Ahora sí que te has convertido en un hipercrítico, Pedro Pablo Oliva. No ameritas lo que la Revolución ha hecho por ti, chico. Mereces rabia y bochorno. Eres casi un contrarrevolucionario, pintorcito aburguesado. Si es que no lo eres totalmente ya, guajiro malagradecido, ¿o es que crees que nadie se ha percatado que desde hace años el verde olivo en tus paletas oculta una sátira a la autocracia? ¿y que las barbitas y las gorritas que asoman entre tus lienzos disimulan, en su aparente ternura, datos satánicos sobre la filia enfermiza por el poder del ser omnipresente en la vida de la isla?
Como quien no quieres las cosas te has dedicado a hacer crónica sobre los apagones, las miserias de un pueblo y la megalomanía. Al final, le sigues la rima a aquellos que traicionaron al susodicho, o te unes a los que crean espacios alternativos para desacreditar la épica de un proceso glorioso. Pues, ¿tú sabes qué? Aquí la opción es que te jodes o existes. Te expulsamos de esto, te destituimos de aquello, te degradamos de todo.
Y tú, Pedro Pablo, a estas alturas lo asumes tranquilo. Estás encanecido a ojos vistas y hastiado secretamente. Que hagan lo que les salga de los reverendísimos güevos y la santa papaya, mientras te embarras de pastas oscuras acuclillado frente a la tensa lona enmarcada. Es más, quien sabe si tu subconsciente es el que ha ido armando cuidosamente el tinglado para que te despidan de todos los argumentos institucionales. Para que te escupan al margen del oficialismo. Como lo hicieron en su momento con Tomás o con Pepe y hasta con el mismo Aldo. Aunque aún te sobrecojan las listas negras y las represalias. Después de todo, ¿no hubo otros como Lezama, Heberto o Ponte que pasaron su hora más negra y depauperada y siguieron adelante con su obra?
Decides redactar una respuesta diplomática. Una nota formal con matices conciliadores para cavarte cierto resguardo sereno. Pero, en el fondo, ya lo sabes, llega un punto en que uno lo que quiere es que lo jodan. Que lo pateen a un lado, y lo lancen lejos de compromisos y ataduras. No importa si tienes que cerrar con el corazón destrozado el espacio donde aspirabas que la gente se conectara con un relato distinto. Esta es la única manera de comenzar a existir de verdad. Así, solo, fuera de juego. Cagándote con y contra todos los miedos, y despojándote poco a poco de las máscaras. Eso, ser libre, coño, ser libre, que es por donde, en definitiva, de verdad comienza el arte. Y que si quieren, te dejen arrinconado, envuelto en el precario estado de gracia que retrató en versos un conocido poeta comunista hoy ya muerto y desusado: resumiendo, estoy jodido y radiante, quizás más lo primero que lo segundo, y también viceversa.
Ilustración:
Pedro Pablo Oliva
Muchacha condenada a vivir con una piedra en la cabeza, 2010
Escultura en bronce
De la serie Eternas condenas
lunes, 23 de mayo de 2011
Carta abierta a Alberto Montaner
Amílcar Barca
El café se me atragantó en Starbucks cuando abrí la página de opinión de este domingo por la mañana en el Nuevo Herald y vi omitir a la opinión pública de Miami –o del mundo hispano donde se dirige su artículo “Los antisistema y la indignación estéril,” -el calificativo de “indignados” “por el de “antisistema”, al movimiento espontáneo que durante la semana pasada ha ocupado las primeras páginas de los rotativos de todo el mundo respecto a las elecciones municipales y autonómicas en España.
Por supuesto señor Montaner: las empresas son necesarias, los bancos indispensables, y mientras no haya alternativa a un sistema democrático, los partidos son las instituciones que nos representan. El tema es que la política de ocupación del empresariado español -o la del propio gobierno del PSOE- es nefasta: se piensa más en el modo de despedir que en el de invertir, y los sindicatos, más en el modo de protestar que en el de cooperar. Los responsables bancarios de nuestra crisis están cobrando los mismos sueldos millonarios a expensas de los contribuyentes; no abren el crédito a las empresas ni a los particulares; no permiten la anulación de la hipoteca si no hay posibilidades de afrontarla, y jubilan con el sueldo casi completo a trabajadores privilegiados a partir de los 50 para acortar la plantilla.
Por otra parte, desde el flanco de la derecha hasta la izquierda radical, los partidos están sólo pensando en el poder en favor de sus intereses y reacios a abrir una nueva ley electoral que valore al diputado, más por sus méritos que por su obediencia a la organización. El desempleo de España es oficialmente del 21 % y entre la propia juventud se roza la cifra del 40%. El deficit del estado central que rige el PSOE, lo traspasa a las autonomías para ocultarlo al FMI y el Banco Central Europeo y las ONG que intentaban ayudar a los países con subdesarrollo se han quedado casi sin fondos, incluso, hasta para poder ayudar a las más de un millón de familias en las que no trabaja ninguno de sus miembros. La Iglesia y los bancos siguen siendo poderes fácticos a la sombra, y el partido de la oposición el cual me supongo que usted apoya,el PP (Partido Popular), no sólo no ha colaborado en subsanar la situación de emergencia con el gobierno sino que, encima, ha puesto piedras en el camino como con campañas poniendo en duda la lucha antiterrorista o de carácter xenófobo – la ciudad de Badalona en Catalunya es un buen ejemplo- enfrentando a los inmigrantes con los nativos del lugar por la actual situación, (no quiero que olvide que Ud es... o ha sido un inmigrante allí).
Los medios de la derecha conservadora española (ABC, La Razon y el Mundo, Intereconomía) -con la cual usted colabora- sólo están pendientes de que dimita Zapatero y el señor Rubalcaba y que el Sr. Rajoy tome el poder con la cuadrilla de políticos imputados en casos de corrupción, – esto no es una opinión sino un hecho, por ejemplo en la comunidad de Valencia con el caso Gurtel. Mientras que los del PSOE, o incluso de unos pocos de Izquierda Unida también se suman al acto bochornoso.
Y ahora bien, ¿Qué tiene que ver un encapuchado con barras de hierro que cuando hay una concentración del G8 o G20 destroza el mobiliaro urbano en Seattle, Roma, o la banlieu de Paris o lanza cócteles molotov contra las instituciones bancarias para protestar contra el political-star-system? Es decir ¿qué tiene que ver un “antisistema” con un ciudadano que hoy –por ayer- pacíficamente ha ocupado una plaza para manifestar el descontento social reinante en el país?
Hoy el Partido Popular ha ganado en mayoría en casi todo el territorio español y esto es democráticamente lícito, respetable y como tal le felicito. Pero deje que un “indignado”que ha emitido su voto por correo desde Miami –otros indignados por supuesto se abstienen por derecho- le dé un consejo: no omita la realidad de este movimiento desprestigiándolo o comparándolo con lo que no es. Pancartas tan sutil –o deliberadamente- infantiles como las que han aparecido en la puerta del Sol de Madrid o en la plaza de Catalunya en Barcelona (“No es una crisis es una estafa”, “Ellos comen canapés, y yo no llego a fin de mes”, “La banca al banquillo”...) es para manifestar un punto de atención a todos -repito a todos- los partidos para que aporten coherencia, equidad y justicia en sus actos públicos y políticos. Y para que, a partir de hoy, se tome en cuenta todo esta aparente “fiesta de izquierdosos” que ustedes consideran que ha sido esta protesta nacida el 15 de mayo...
Si no, me temo que una de las consignas aparecidas en la capital ,“Colorín colorado vuestro cuento se ha acabado”, refiriéndose a todos los que nos representan en el Congreso, va a empezar a ser un hecho, en no muy largo plazo, dentro del país que lo ha acogido.
El café se me atragantó en Starbucks cuando abrí la página de opinión de este domingo por la mañana en el Nuevo Herald y vi omitir a la opinión pública de Miami –o del mundo hispano donde se dirige su artículo “Los antisistema y la indignación estéril,” -el calificativo de “indignados” “por el de “antisistema”, al movimiento espontáneo que durante la semana pasada ha ocupado las primeras páginas de los rotativos de todo el mundo respecto a las elecciones municipales y autonómicas en España.
Por supuesto señor Montaner: las empresas son necesarias, los bancos indispensables, y mientras no haya alternativa a un sistema democrático, los partidos son las instituciones que nos representan. El tema es que la política de ocupación del empresariado español -o la del propio gobierno del PSOE- es nefasta: se piensa más en el modo de despedir que en el de invertir, y los sindicatos, más en el modo de protestar que en el de cooperar. Los responsables bancarios de nuestra crisis están cobrando los mismos sueldos millonarios a expensas de los contribuyentes; no abren el crédito a las empresas ni a los particulares; no permiten la anulación de la hipoteca si no hay posibilidades de afrontarla, y jubilan con el sueldo casi completo a trabajadores privilegiados a partir de los 50 para acortar la plantilla.
Por otra parte, desde el flanco de la derecha hasta la izquierda radical, los partidos están sólo pensando en el poder en favor de sus intereses y reacios a abrir una nueva ley electoral que valore al diputado, más por sus méritos que por su obediencia a la organización. El desempleo de España es oficialmente del 21 % y entre la propia juventud se roza la cifra del 40%. El deficit del estado central que rige el PSOE, lo traspasa a las autonomías para ocultarlo al FMI y el Banco Central Europeo y las ONG que intentaban ayudar a los países con subdesarrollo se han quedado casi sin fondos, incluso, hasta para poder ayudar a las más de un millón de familias en las que no trabaja ninguno de sus miembros. La Iglesia y los bancos siguen siendo poderes fácticos a la sombra, y el partido de la oposición el cual me supongo que usted apoya,el PP (Partido Popular), no sólo no ha colaborado en subsanar la situación de emergencia con el gobierno sino que, encima, ha puesto piedras en el camino como con campañas poniendo en duda la lucha antiterrorista o de carácter xenófobo – la ciudad de Badalona en Catalunya es un buen ejemplo- enfrentando a los inmigrantes con los nativos del lugar por la actual situación, (no quiero que olvide que Ud es... o ha sido un inmigrante allí).
Los medios de la derecha conservadora española (ABC, La Razon y el Mundo, Intereconomía) -con la cual usted colabora- sólo están pendientes de que dimita Zapatero y el señor Rubalcaba y que el Sr. Rajoy tome el poder con la cuadrilla de políticos imputados en casos de corrupción, – esto no es una opinión sino un hecho, por ejemplo en la comunidad de Valencia con el caso Gurtel. Mientras que los del PSOE, o incluso de unos pocos de Izquierda Unida también se suman al acto bochornoso.
Y ahora bien, ¿Qué tiene que ver un encapuchado con barras de hierro que cuando hay una concentración del G8 o G20 destroza el mobiliaro urbano en Seattle, Roma, o la banlieu de Paris o lanza cócteles molotov contra las instituciones bancarias para protestar contra el political-star-system? Es decir ¿qué tiene que ver un “antisistema” con un ciudadano que hoy –por ayer- pacíficamente ha ocupado una plaza para manifestar el descontento social reinante en el país?
Hoy el Partido Popular ha ganado en mayoría en casi todo el territorio español y esto es democráticamente lícito, respetable y como tal le felicito. Pero deje que un “indignado”que ha emitido su voto por correo desde Miami –otros indignados por supuesto se abstienen por derecho- le dé un consejo: no omita la realidad de este movimiento desprestigiándolo o comparándolo con lo que no es. Pancartas tan sutil –o deliberadamente- infantiles como las que han aparecido en la puerta del Sol de Madrid o en la plaza de Catalunya en Barcelona (“No es una crisis es una estafa”, “Ellos comen canapés, y yo no llego a fin de mes”, “La banca al banquillo”...) es para manifestar un punto de atención a todos -repito a todos- los partidos para que aporten coherencia, equidad y justicia en sus actos públicos y políticos. Y para que, a partir de hoy, se tome en cuenta todo esta aparente “fiesta de izquierdosos” que ustedes consideran que ha sido esta protesta nacida el 15 de mayo...
Si no, me temo que una de las consignas aparecidas en la capital ,“Colorín colorado vuestro cuento se ha acabado”, refiriéndose a todos los que nos representan en el Congreso, va a empezar a ser un hecho, en no muy largo plazo, dentro del país que lo ha acogido.
domingo, 22 de mayo de 2011
El arte y el CASH
Rudolf Stingel, Untitled, 2004.
Miami Bourbaki examina la retórica del mercadeo del arte en el caso de Untitled de Rudolf Stingel:
La tropología del discurso del arte se presenta como búsqueda legítima de relaciones de forma y contenido entre lo visto y lo supuesto. Para probarlo el escritor hábilmente implosiona la realidad y la ficción. De pronto, la inflación crece hasta el punto de un desborde retórico fatuo, patológico.¡Aquí lo que importa es el CASH!
"Stressed" by Karen Kelly
Lápiz y animación convencional pasada por el filtro sofisticado de la tecnología. Cuerpos volátiles que se derriten o reencarnan inter expresionismo y abstracción. Vértigo -porque de eso se trata- de la tensión, la angustia y la incompasión de la barbarie urbana. Stress en su multiplicidad de causa, efecto y eco. En medio de la vorágine, se desliza una esperanza, un punto de comparación en la memoria. Un salto lírico. Una utopía a vuelo entre infancia y vejez. He ahí la tesis de Karen Kelly. (JotaeRre)
sábado, 21 de mayo de 2011
Otra de Geandy Pavón
Una nueva edición de NEMESIS de Geandy Pavón, dedicado al artista chino Ai Weiwei. La proyección comenzó a las 10:30PM sobre el consulado de la República Popular de China en la ciudad de NY, y consiste en una imagen que se refleja en aceite de girasol.
¡Amárrense las portañuelas!
¡Qué le pasa a estos hombres que no pueden controlar sus braguetas! Dominique Strauss-Kahn, con un historial mujeriego para llenar una biblioteca, ahora enredado en este escándalo bochornoso que incluye asalto, sexo-por-mis-cojones, y lesiones. ¿Cómo puede un genio financiero y político perder la cumbre y hasta la posible presidencia de Francia por una erección desalmada? Arnold Schwarznegger, Mister Mundo, Mister California, Mister-ioso llevando una doble vida durante 13 años, con hijo ilegítimo y sirvienta-amante bajo las narices de María Shriver Kennedy en su propia casa. ¿Pero qué coño es esto? ¡Si el patriarca de esa familia estuviese vivo, el terminator yerno ya sería picadillo! No que en el clan Kennedy los mujeriegos no hayan sido la regla y no la excepción, desde el propio fundador, Joseph, pasando sobre todo por John y Edward. A Jack Kennedy le tenían un calendario para las calenturas en la Casa Blanca que casi lleva a Jacqueline Bouvier a plantearle el divorcio. ¿Quién no recuerda el “Happy Birthday, Mister President…” de Marilyn Monroe? A Ted, el hermano menor, su debilidad por farras y faldas lo llevaría hasta el nefasto accidente de Chapaquitic en 1969 donde se ahogó Mary Jo Kopechne, y lo mantuvo a él quieto-en-base en el Senado hasta su muerte. Esto no es un acontecer nuevo, pero los machos no aprenden.
El padre de la democracia norteamericana, Thomas Jefferson, además de esclavista, se anotaba en la cama a Sally Hennings –literalmente, su negra- con la que tuvo seis hijos. Y otro Jefferson – Bill Jefferson Clinton- la cagó completa en la Sala Oval (desde entonces choteada “Oral”) con la pasante Mónica. Bill Clinton –a quién llamé entonces “Machito Pipialegre”- que ante 300 millones de norteamericanos, además, mintió descaradamente por televisión sobre su infidelidad. ¿Qué crueldad primitiva lleva a hombres como estos a humillar públicamente a sus esposas? Al igual que a Hillary, con cuya dignidad Bill Clinton trapeó los pisos, le sucedió a Eleanor Roosevelt todos los años que tuvo que aguantar los tarros de su marido –FDR- con su propia secretaria. ¿Y qué decir del ex gobernador de Carolina del Sur, Mark Sanford, con la amante argentina por quien lloró ante cámaras y micrófonos antes de renunciar a la gubernatura? ¿Y dónde dejamos a John Edwards, que destruyó con su infidelidad a la mejor estratega política de su carrera, su esposa Elizabeth, brillante abogada y madre de sus hijos, al descubrirse la relación extramatrimonial con una videógrafa de su staff con quien tiene, además, una hija?
¿Y dónde dejamos al viejo verde de Silvio Berlusconi? ¿A Fidel Castro con su media docena de hijos fuera de matrimonio, cuyo modelo intelectual, José Martí, no se quedó atrás en el juego de Casanova, para la época? ¿A Evo Morales, que confiesa que además del fútbol, conquistar mujeres –y putas- era para él otro deporte, y que desde que llegó a la presidencia de Bolivia –repudiado por las feministas bolivianas, dicho sea de paso-, ha inspirado decenas de escritos titulados “Las Evas de Evo”?
[Anoche vi el film Inside Job, sobre la crisis financiera del 2008, que comenzó hace más de cuatro décadas, y ahí comparece, entre los cinco o seis inmisericordes expertos críticos entrevistados, Dominique Strauss-Kahn, señalando los desmadres y la avaricia indolente de la comunidad financiera internacional –los Bear-Stearns, los Goldman-Sachs, Standard & Poors, la Merril Lynch, IAG, Lehman Brothers, Morgan Stanley - que ha defalcado al mundo sin tener que renunciar a bonificaciones multimillonarias, y de pronto me pregunté: ¿será que al francés le han tendido una trampita para sacarlo del ruedo? También en el film testifica como una aplanadora el ex procurador general y ex gobernador de Nueva York, Eliot Spitzer, que hace unos años comenzó a investigar las prácticas inaceptables de esta claque gansteril, y a quien se le enredó la pinga con prostitutas para costarle el puesto y la carrera. ¿Habrá caído Spitzer también en una trampa? Trampa o no, no me importa. Hay que saber que la zancadilla –y el asesino- siempre andan a la vuelta de la esquina, y líderes como ellos tienen que mostrar mayor control sobre sus apetitos.] ¡Coño, amárrense bien la portañuela, y piensen con la cabeza que tienen sobre los hombros, y no con la que les cuelga!
viernes, 20 de mayo de 2011
La fiebre del fin del mundo
EE.UU. pasa por una masiva fiebre apocalíptica. El juicio final es este sábado.
En momentos de profunda crisis material y espiritual, Dios sencillamente ha decidido llevarse a los suyos, estilo barroco, en un masivo rapto celestial. La Biblia lo deja claro desde hace decenas de siglos. Solo hay que buscar cada versículo que concatena el augurio como un candado profético. El momento ha llegado. Las familias de los escogidos dejan sus trabajos y se preparan para el éxtasis (qué llevo puesto al cielo, a quién le dejo la casa, los números en punta para una llamada atmosférica, familias dormirán tomados de las manos).
Mientras el resto de la humanidad se queda aquí, dándole el pecho a la catástrofe.
La fe es ciega. De nada valdría discutir si sí o no. No importa ni la evidencia, ni la lógica, ni la historia, que siempre se repite. La única solución es esperar que el sábado se aboque, cuando acaso cerca de las 11:58pm, los escogidos confronten su fe con la diamantina dureza de la pared de la verdad. Ese será un momento de estupor.
Mientras, el resto de nosotros, los no-escogidos, reportaremos al día siguiente.
jueves, 19 de mayo de 2011
Von Trier, Hitler y el ridículo
aTrifF
Von Trier ha sido expulsado de Cannes como persona non grata. De acuerdo a la noticia del New York Times, el comité de directores del festival manifestó que "sentían profundamente que el foro fuera usado por Von Trier para expresar comentarios intolerables, inaceptables, y contrarios a los ideales humanitarios que presiden la existencia del festival." Von Trier estaría de acuerdo, pues se disculpó inmediatamente.
He aquí la transcripción:
Yo quería ser un judío... después me di cuenta que era un nazi" "...mi familia tiene ascendencia alemana..." "qué puedo decir... puedo comprender a Hitler". "...es cierto que hizo cosas horribles, pero puedo verlo sentado en su bunker..." "es cierto que fue un tipo malo, pero lo comprendo..."Algo anda mal en occidente cuando podemos burlarnos de Mohammed, y de Jesús pero no de Hitler. Tanta demonización, tanta singularización de la monstruosidad termina causando el efecto contrario. Convertimos a un fanático asesino en vaca sagrada. Hitler ha sobrepasado al mismísimo rey de la maldad.
La explulsión de Trier de Cannes por enredarse hablando basura, tratando de ser chistoso, demuestra que no sabemos realmente lidiar con la maldad. Es entonces que nuestra idea de respeto y consideración se banaliza al punto del ridículo. ¿A qué le tememos? El miedo al horror no hace más que alimentar el horror.
Por ahora, Hitler es el in-Dios de occidente -aunque en estos días tiene otro rival muy de cerca.
____________
*La sacralidad es "eso separado para un propósito", y el proposito de lo que Hitler simboliza es el hueco negro de la maldad. Y ese hueco es intocable.
miércoles, 18 de mayo de 2011
Miami: sonido 70
Nelson Correa, bajista y líder; Joe Rubio, voces y teclado; Danny Jiménez, voces y guitarra; y Raúl Rodríguez, voz principal y baterista. Este es el núcleo fundamental de Mantrap, otra banda del Miami setentoso que aquí se hacen escuchar en Beware, un hit local de esa época. Un grupo que contribuye a perfilar el espectro sonoro del sur de la Florida y que irá acondicionando la aparición en algún momento del Willy Chirino temprano, de Miami Sound Machine, y de una figura clave en el sonido miamense: Carlos Oliva, el hombre que sincretiza son, guaracha y rock. (JotaeRre)
martes, 17 de mayo de 2011
de reflejos y un traspié
un aguacero me sorprende casi frente a un café en la milla de los milagros del sur. aunque anunciado por la excesiva humedad y nubarrones, los borbotones de agua son repentinos y hasta milagrosos —dado el lugar— en ráfagas de gotones abiertos. apenas atino a refugiarme bajo un toldo aceptando que ya, voy a llegar tarde a todas partes donde tanto no me esperan a partir de esta impuesta pausa. tremendo milagro ese, yo llegar tarde si siempre ando anticipándome al tiempo, tarea laboriosa y molesta destinada al fracaso. la precipitación acuática, nunca mejor dicho, continúa alucinante y tropical en su fresca furia de cortina vitral escoba que barre escombros, peluquines y trajes Gucci por igual. sal pica sal pica y bah, ya tengo los zapatos empapados, qué más da la cabeza… y la saco justo bajo el chorrito que cae de un pliegue del toldo. a mi izquierda dos hombres ya maduros y barrigones hablan en apurada jerga cubana sobre una “tipa” que sólo sirve para pasar una “noche de tragos”, conocimiento común entre los dos y ellos tan amigos —eso sí es un milagro. me miran incrédulos que yo me quiera mojar. después de mi ducha espontánea sacudo el cabello mojado y los miro con sorna: “niños, seguro la damitipa opina que ustedes apenas sirven para pagarle un par de tragos”, les digo sonriendo y me voy, dejándolos entre sorprendidos y mentándome la madre.
dando un traspié en los reflejos engañosos de la acera encharcada me meto en el café y el aire acondicionado me engallina la piel mojada. después de pedir mi cafecito escojo una esquina y me seco con servilletas mientras saboreo la espumita dorada y espesa. en la mesa a mi lado dos mujeres muy maquilladas y enjoyadas hablan de sus hijonietos. las miro y en efecto, podrían tener mi edad más o menos. qué horror, pienso, o tal vez lo piensen ellas al mirarme a mí, tan suculenta en mi frugalidad de afeites y fuetes, fuelles, tintes y resortes, ocultas fallas incendiarias en cada ceja y farsas frívolas en la lengua silente pero no muda. el escalofrío ahora es interno y más fuerte, pero no extraordinario. lo he experimentado muchas veces, en esta misma ubicación geográfica, quita un gables, un coconut o pon un ocho y un milagro. en su charla las dos mujeres saltan del inglés al español —como yo en mis laberintos— y escupen cubiñoñerías —como yo en estos desvaríos— sobre partos y ginecólogos, un señor muy respetable y su mujer que le pega tarros y una hija que no acaba de casarse y se va a quedar para velar santos. alabao, en pleno siglo 21, velar santos una solterona tal vez de treinta años, me digo tomando el telefonito para llamar a alguien, a cualquiera que me responda y quiera, antes de las doce del día, hablar de la complicada artesanía embarrada del sexo intelectual o cómo ensuciar letras sueltas con música lubricada, dispersa y deshidratada de popfondo. o lo que sea, que acepto todo como escape ambulatorio de este instante deficiente en calcio y estrógeno. entonces la veo. a una ella, de las tantas.
esta vez el escalofrío es gélido y profundo, de esos que congelan y abaten el espíritu. trato de achicarme en mi rincón, cosa imposible y aun más sin hallar un periódico —para eso sirven— con el que cubrirme el rostro porque las servilletas no dieron abasto como toallas secantes. ponerme el bolso en la cara sería muy obvio, me digo, pero pensándolo bien tal vez ella de tantas ni recuerde mi careta, que es la misma de nuestro antiguo carnaval, uno de tantos, pero ni se parece a la de éste, único y último, por desteñida de colores corridos después del traspié en la lluvia... y es que hace un siglo y dos días, más o menos, de aquello, aquellas y lo otro, sin definir lo demás en plural de años idos al auxilio del olvido, en medio del exilio de costras y costas opuestas. en fin, a hurtadillas veo que ella, tan ella de tantas, se apoya en la vitrina de los dulces y pareciera que no ha mirado en mi dirección. se ha quitado las gafas oscuras y ha diseminado sus avellanados ojos ilustres mientras habla con la dependienta. no es mi imaginación, concluyo entonces al escuchar la voz que dice “quiero de ése y ése… en una cajita”. si su nombre, común y gastado, se me hubiera olvidado como debió haber ocurrido con el paso del siglo no sentiría este ataquito cursi que me embarga, me repito con la cabeza y los zapatos mojados mortificándome la elaboración de presencia firme y universal que cultivo aun cuando sea espantapájaros contundente en medio de mi huerta de apuntaladas zanahorias y tomates podridos de ironía, fertilizante cruel la burla constante de la vida y sus encantos, frutos frescos si alguna vez los hubo. y si ella, tan ella de tantas, hubiera sido sólo un pasaje incierto de juventud cascabelera sin mucha huella ya me atrevería a levantarme de esta esquina y pasaría por su lado empujándola levemente contra la vitrina, tal vez para que sienta el frío de lo inesperado e incómodo de lo olvidado que sale de la tiempogrieta a enfrentarla con mi sonriente jeta de “vaya, caramba, muchacha, cuánto tiempo”. pero no, ella, siempre tan de ella entre tantas sin huellas, fue capacostras múltiples en tamaño y mínimas en demasía, aunque ya ni sepa denominarlas por ausentes y efímeras. sólo sé que fuimos un fuérase que fueron a jugar afuera en el rico fango mineral carnal mientras viéramos indiferentes el juego cerebral con el que fuimos hacia dentro, acuchillando la metáfora disimilar tratando de ser épica epopeya para terminar en un apócope furioso. además, hace un siglo y dos días, más o menos, que ambas elegimos eso que —me viene a la mente porque casi lo acabo de leer— Andrew “The Dish” Sullivan llama Hate as the Compliment to Love, a partir de lo que leyera en este artículo, que va así… If you love someone, you run the risk of not loving them one day. You run the risk of seeing them in a grocery store years later and hiding behind the display of bananas so you won’t have to say anything to them and pretend that the love never happened…
eso mismitico. por falta de madurez y pocas ganas de crecernos ante las subterráneas circunstancias, ella de tantas y yo de menos elegimos esa opción, la del escondite bananero, que nunca fuera habanero por destinos bifurcados y el peso de toda esa heredada cristalería fina y vajilla rota con la consabida platería —de El Encanto, que conste— que trajimos en el cubi bote bote un chino cayó en un pozo…. y ya, ayer hoy siempre, pretendemos que no existimos y listo, no nos saludamos porque los fantasmas… ya se sabe, son halucinaciones. y tú tan niña narcisa que fuiste (y eres) tan mujer presumida que se sigue mirando en el reflejo de la vitrina de los dulces acaramelados amerengados anatillados achocolatados descompuestos con el peso calorífico del azúcar polvo y nueces necias como si tu gula tronchara indiferente mis razona-mientos apurados que justifiquen la cobardía. dale, pienso, te los mereces todos, atragántatelos como premio por haber sabido llegar hasta aquí intacta —que ni mojada estás— sin inmutar el orden de los factores que fueran producto del resultado de esta zanja insalvable en la que caímos. y entonces, como lo sabemos inalcanzable el encuentro y el consecuente saludo cordial, te proyectas dulce de leche agria casi en la misma bandeja de los alfajores y las milhojas usurpando su halo empalagoso e ignorando con sospechosa parsimonia la cabeza canosa que se refleja huidiza justo sobre la imagen del mousse de chocolate con partículas de frambuesas que te quieres llevar a casa. por eso sé que al verme ocultándome —porque me viste flotando en el reflejo resultado del traspié— entrecerraste los ojos por la sorpresa y suprimiste el deseo de comprobar si era yo u otra que me reemplaza cuando desciendo a la península a degenerarme en su calor despavorido, sus imprescindibles aguaceros primaverales alimentando la fauna del pantano falso que cruza los puentes que no van a ningún lugar con el peso de su comparsa corrupta hundida en las raíces que se desprenden de esas arenas movedizas del cementerio tropical de las exes de una vida con cabeza en el norte y culo en el sur.
y por más que eso, ya que mi gesto distante te lo comprueba como a mí tu maña de mirarte en los espejos para adentrarte en ti misma, confirmamos que el pacto tal vez fuera mutuo. por eso nadie se mueve y los dulces emanan sus olores seductores sin lograr acercamiento. y es que después de un siglo y dos días, es preferible esconderse bien en el presente hacia el futuro mal donde tú, tan ella, no estés. porque tal vez tú seas otra, entre tantas, pero ella sigue siendo ella. porque a ti ya ni te conozco pero a ella sí. y cuando por fin te veo salir del café con tus dulces en cajita y tus gafas oscuras superpuestas sobre tus ilustrados ojos avellanados, mirando velozmente hacia mi esquina con toque de desafío tardío, sé que tampoco la próxima vez, cuando te vuelva a ver —después de un siglo, dos décadas y un quinquenio, más o menos— reflejada en otro punto de esta “nuestra otra ciudad”, lograremos resbalar sobre una de las bananas que ya ni nos servirán de escudo para chocar y dejar que el impacto haga añicos lo poco mutuo que entonces aún nos quede.http://sonoramatancera.blogspot.com/
lunes, 16 de mayo de 2011
Fuente es, y no es, un orinal
En la discusión conceptual algo se muerde la cola (¿o se corta la cabeza?). De Duchamp a Caravaggio, a Rees a Manzoni, todo queda en familia. El concepto se diluye y dilucida en Miami Bourbaki.
domingo, 15 de mayo de 2011
sábado, 14 de mayo de 2011
cover a+
viernes, 13 de mayo de 2011
la herida de una nota
Rosie Inguanzo
Erik Satie es intolerable. Frédéric Chopin, en mi corazón no hay nada como los Nocturnos. Pero Satie ya me había quebrado. Chopin no existe para Satie. Satie contrae el vientre del escucha, galopa salvaje en los oídos, aboca al desasosiego. Sobre la lápida mohosa, la hora de la muerte. Un neoclásico que describe la pantomima crucial, un desorden emocional –en la vocación clásica, un existencialismo antes del Existencialismo.
¿Entre Chopin y Satie? Un tris se desangra.
Satie es cine, es la fábula en la bruma. Es el misterio del horror, el humo de la guerra, el amante abatido, y lo que desaparece de la mirada para siempre. El pozo de los candores. Los edificios imaginarios -que Satie guardara en una vitrina, sus cápsulas sonoras.
Chopin es la complejidad de mitad de siglo, polaco desterrado y activista –casi un cubano, dice A., disecciona el dolor que la tiene a una, les temps perdu, el cromatismo de la escala, la herida
de una nota, la lágrima en la nieve. Tos intermitente y corcheas mojadas de saliva sobre el pentagrama.
Vivir y componer fuera del aire, ese es Chopin.
miércoles, 11 de mayo de 2011
martes, 10 de mayo de 2011
lunes, 9 de mayo de 2011
Respeto implica simetría entre gobierno y gobernado. El gobierno se debe a los gobernados, no lo contrario. Expresarse pacíficamente es un derecho del gobernado. Exigirlo es un deber. Permitirlo es saber gobernar.
atRiFf
A partir de la pateadura que resultó en la muerte de Juan Wilfredo Soto, miembros de la disidencia han señalado con preocupación este penúltimo párrafo del informe de Raúl Castro en el VI Congreso del PCC.
(...) es necesario aclarar que lo que nunca haremos es negarle al pueblo el derecho a defender a su Revolución, puesto que la defensa de la independencia, de las conquistas del socialismo y de nuestras plazas y calles, seguirá siendo el primer deber de todos los patriotas cubanos.¿Qué es una plaza? ¿Qué es una calle? Son espacios públicos. En cualquier estado -incluyendo por qué no, al socialista- debiera permitirse el derecho pacífico de la libre expresión popular, sea a favor o en contra del gobierno. Eso hoy en día es sencillamente un derecho político inalienable por el que pueblos enteros están siendo masacrados a través del medio oriente. Estar en desacuerdo con ese derecho es ir contra la marcha de la historia.
Mirémoslo desde el ángulo del gobierno. Como dirigente máximo del PCC, Raúl Castro está en la obligación de permitir la libre expresión popular en las calles y las plazas cubanas. Es de esperar que no todo el pueblo tiene -ni puede- estar de acuerdo con una sucesión familiar ininterrumpida por más de 50 años. El hecho de expresarlo no pone en peligro conquista alguna. Si la Revolución es apoyada por la mayoría del pueblo no hay por qué temerle a la protesta pacífica de un grupo de damas vestidas de blanco, u otros "grupúsculos". La represión contra la disidencia lejos de "preservar las conquistas del socialismo" hace lo opuesto: Pisotea el respeto político que todo gobierno le debe al gobernado.
¿Cómo puede el gobierno cubano llenarse la boca y criticar la represión en el mundo capitalista y no respetar el derecho de su propia población a expresarse pacíficamente? La justificación no puede ser ya más que tal acción es un peligro para las conquistas del socialismo, lo que la hace ilegal. Es ilegal porque viola las leyes revolucionarias. Viola las leyes revolucionarias porque es un peligro para las conquistas del socialismo. Tal falacia fuera risible, sino implicara tanta humillación. Cabe preguntarse cuál es la causa real del miedo. Si salir a la calle fuese un peligro para las "conquistas del socialismo" lo sería precisamente porque se le niega al pueblo su derecho a tener derecho. Pero entonces no hay tal "conquista". Si la hubiese, sería una conquista aberrante, injusta.
Respeto implica simetría entre gobierno y gobernado. Como expresión de la voluntad popular, todo gobierno se debe a los gobernados, no lo contrario. Expresarse pacíficamente es un derecho del gobernado. Exigirlo es un deber. Permitirlo es saber gobernar. La razón está del lado de la disidencia que pide un espacio de expresión pacífico. Negárselo es injusto y arbitrario.
¡La calle es un derecho de todos!
domingo, 8 de mayo de 2011
La llamada en la que Juan Wilfredo Soto advierte de su futura muerte
Las palabras de Juan Wilfredo Soto desde el pasado son premonitorias. Repite, desde la tumba y para el mundo, la amenaza de los sicarios castristas:
"Los 15 días que te pasaste en apoyo al Coco (Fariñas) te van a repercutir... atente a las consecuencias'". Yo responsabilizo a la seguridad del estado y al gobierno de la policía represiva de aquí de Santa Clara por lo que me pueda suceder de hoy en lo adelante.
Juan Wilfredo Soto García, muerto a golpes por la policía castrista
Condenamos al régimen de Raúl Castro por el asesinato del disidente cubano Juan Wilfredo Soto García a manos de sicarios policiales en la ciudad de Santa Clara.
Reacciones aquí, aquí y aquí.
"Condenamos de manera enérgica esta muerte absolutamente evitable de este ex preso político, porque no tenemos duda de que hubo una relación de causa y efecto entre la golpiza y su muerte".-- Elizardo Sánchez.
El País:
Según la disidencia, Juan Wilfredo Soto García estaba sentado en el principal parque de Santa Clara cuando la policía le exigió que se retirase. Al negarse, fue reducido por la fuerza, esposado y golpeado con saña. Según Lisset Zamora, después la misma policía lo llevó al hospital donde fue atendido y enviado a casa. Horas más tarde se sintió mal y un compañero de la oposición lo llevó de nuevo al hospital, donde paso dos día en estado crítico hasta que murió en la madrugada de hoy.Basta de impunidad. ¡La calle es de todos!
sábado, 7 de mayo de 2011
¿Qué constituye una violación sexual?
Ileana Fuentes
“Concimiento carnal forzado de una mujer, sin su consentimiento”. Esa es la definición que da el FBI al acto máximo de violencia que pueda perpetrarse en contra de una mujer. “Conocimiento carnal” sinónimo de “vaginal con falo” [o como se diría en un monólogo: a fuerza de pinga por el boyo]. Esa es la definición estándar. Excluye penetración forzada por vía anal u oral; penetración –perforación- con un objeto; y también excluye la violación de un hombre. Es una definición heterosexista y misógina. Data del año 1929, o sea, es un concepto octogenario, léase anticuado. Hacia esta definición arcaica y puritana se acercó la Cámara de Representantes de Estados Unidos el día de ayer al aprobar el Proyecto de Ley HR 3 que limitará el pago de abortos con fondos del Medicaid solamente en casos de violación general, violación incestuosa y peligro a la salud de la madre. Si la mujer fue violada mientras estaba inconsciente, bajo los efectos de alguna sustancia, o simplemente atemorizada por su vida, la definición de “forzado” – forcible es el término en inglés- no se cumple. No forzado, no Medicaid. Esto es una medida en contra de la salud sexual y mental de las mujeres pobres, que son las que acuden al seguro médico federal del Medicaid para atenderse.
Y eso no es todo. De adoptarse la ley que propone el proyecto HR 3 aprobado ayer por la Cámara, se impediría la realización de abortos en instalaciones del gobierno federal, como por ejemplo las bases militares. Eso quiere decir que si a una soldado norteamericana que está sirviendo a su país en Irak hubiera que hacerle un aborto –por cualquier razón- esa soldado tendría que regresar a casa, a unjo de los 50 estados, a hacerse el legrado, o buscar quién se lo haga en Irak. ¡Qué demagogia eso de “serving our country”!
Y hay más: la Ley le negará créditos de impuestos (tax credit) a las corporaciones que ofrezcan a sus trabajadores cobertura de abortos en sus pólizas de seguro médico privado. El 87% de las compañías ofrecen ese renglón como parte de sus beneficios de seguro médico a sus empleados. También se negarán los tax credits al individuo en su declaración de impuestos: al poner un legrado como gasto médico en su declaración, el preparador de la declaración, o el agente del IRS estará obligado a pedirle una explicación con lujos de detalles a la víctima para determinar si la violación fue “vaginal con falo”.
De los 251 votos a favor de HR 3, tres fueron de cubanoamericanos: los republicanos por la Florida Ileana Ros-Lehtinen, David Rivera y Mario Díaz Balart. Sin comentarios. El congresista demócrata por New Jersey, Albio Sires, votó en contra al igual que 174 de sus colegas. Ahora el Proyecto de Ley pasará al Senado donde, con su margen de mayoría demócrata, se espera sea rechazado. [Podríamos pronosticar cómo votarán los senadores cubanoamericanos). De aprobarse en el Senado esta ley discriminatoria, tendenciosa, sexista e inhumana, el presidente Barak Obama ya anunció que la vetará.
“Concimiento carnal forzado de una mujer, sin su consentimiento”. Esa es la definición que da el FBI al acto máximo de violencia que pueda perpetrarse en contra de una mujer. “Conocimiento carnal” sinónimo de “vaginal con falo” [o como se diría en un monólogo: a fuerza de pinga por el boyo]. Esa es la definición estándar. Excluye penetración forzada por vía anal u oral; penetración –perforación- con un objeto; y también excluye la violación de un hombre. Es una definición heterosexista y misógina. Data del año 1929, o sea, es un concepto octogenario, léase anticuado. Hacia esta definición arcaica y puritana se acercó la Cámara de Representantes de Estados Unidos el día de ayer al aprobar el Proyecto de Ley HR 3 que limitará el pago de abortos con fondos del Medicaid solamente en casos de violación general, violación incestuosa y peligro a la salud de la madre. Si la mujer fue violada mientras estaba inconsciente, bajo los efectos de alguna sustancia, o simplemente atemorizada por su vida, la definición de “forzado” – forcible es el término en inglés- no se cumple. No forzado, no Medicaid. Esto es una medida en contra de la salud sexual y mental de las mujeres pobres, que son las que acuden al seguro médico federal del Medicaid para atenderse.
Y eso no es todo. De adoptarse la ley que propone el proyecto HR 3 aprobado ayer por la Cámara, se impediría la realización de abortos en instalaciones del gobierno federal, como por ejemplo las bases militares. Eso quiere decir que si a una soldado norteamericana que está sirviendo a su país en Irak hubiera que hacerle un aborto –por cualquier razón- esa soldado tendría que regresar a casa, a unjo de los 50 estados, a hacerse el legrado, o buscar quién se lo haga en Irak. ¡Qué demagogia eso de “serving our country”!
Y hay más: la Ley le negará créditos de impuestos (tax credit) a las corporaciones que ofrezcan a sus trabajadores cobertura de abortos en sus pólizas de seguro médico privado. El 87% de las compañías ofrecen ese renglón como parte de sus beneficios de seguro médico a sus empleados. También se negarán los tax credits al individuo en su declaración de impuestos: al poner un legrado como gasto médico en su declaración, el preparador de la declaración, o el agente del IRS estará obligado a pedirle una explicación con lujos de detalles a la víctima para determinar si la violación fue “vaginal con falo”.
De los 251 votos a favor de HR 3, tres fueron de cubanoamericanos: los republicanos por la Florida Ileana Ros-Lehtinen, David Rivera y Mario Díaz Balart. Sin comentarios. El congresista demócrata por New Jersey, Albio Sires, votó en contra al igual que 174 de sus colegas. Ahora el Proyecto de Ley pasará al Senado donde, con su margen de mayoría demócrata, se espera sea rechazado. [Podríamos pronosticar cómo votarán los senadores cubanoamericanos). De aprobarse en el Senado esta ley discriminatoria, tendenciosa, sexista e inhumana, el presidente Barak Obama ya anunció que la vetará.
viernes, 6 de mayo de 2011
¿Cuánto costó Bin Laden?
El artículo del National Journal propone la cifra de 3 billones: $3,000,000,000,000.
Se trata de dos guerras que ocupan a 150,000 soldados y que se traga 1/4 de nuestro presupuesto de defensa, un aparato inflado de seguridad en el Departamento de Homeland Security, que ha disminuído nuestras libertades civiles. Los altos precios del petróleo son parte de la guerra global contra Al Qaeda, y una parte creciente de nuestra deuda nacional, que amenaza con perjudicar a la economía... la reducción del déficit.Todo eso para lidiar con un sólo hombre. El artículo es franco, el resultado absurdo:
Le dimos a Bin Laden exactamente lo que quería. El líder terrorista comenzó su guerra contra los Estados Unidos creyendo que era un "tigre de papel". Pero para el 2004 ya había cambiado su objetivo estratégico, comparando la lucha contra EE.UU. con Afganistán lo que trajo como consecuencia la quiebra de la URSS durante la Guerra Fría. Dijo en una declaración grabada: "Continuaremos con nuestra política de sangrar a América hasta el punto de la bancarrota". Sólo el más pequeño signo de al-Qaida "haría carrera generales hay que hará que Estados Unidos sufre pérdidas humanas, económicas y políticas sin que nada para lograr la nota que algunos otros beneficios para sus empresas privadas." Hay que tener en cuenta que hemos gastado en Bin Laden más que el presupuesto total de EE.UU. para 2008.Bin Laden ha sido el tipo más caro en la historia militar de EE.UU. ¿Y qué ganamos a cambio? El avión predador.
Supervivencia del instinto indomado
Cristóbal Manuel toma la instantánea galardonada después de horas de espera: un hombre solo y denudo camina las calles de Puerto Príncipe –premio de periodismo gráfico Ortega y Gasset 2011. La inquietante fotografía no nos remite necesariamente a Haití ni a la desgracia del terremoto –es una imagen contingente. El ave Fénix se erige entre los escombros de la ciudad –la piel chocolate oscuro contra fondo gris azulado, cuando la luz empieza a menguar y la llovizna se detiene. La fotografía gana por lo que es, y por lo que no es. Mejora cuando va más allá de su contexto. Un loco –nos dicen, camina las calles después del terremoto. Pero es más que eso, es su belleza esfinge, su fuerza muscular, la pureza del desnudo público. La imagen espontánea trepa su escalada simbólica. Es el progreso que devino distopia (tantas veces fantaseada por Hollywood). Primitivismo entre las ruinas de la civilización –lo inútil del esfuerzo civilizador ante las fuerzas de la naturaleza. Y nos habla de la supervivencia del instinto indomado. A la fotografía de Manuel le precede el paradigma estético de El caminante sobre el mar de nubes de Caspar David Friedrich, solo que el abismo al que se enfrenta el neorromántico de la post postmodernidad es la urbe capitalina de un país socialmente descalabrado -al que se le acumulan los destrozos. También lleva algo de la carga simbolista de La isla de los muertos de Arnold Böcklin –válganos la doble metáfora dolorosa. Siempre me molesta dejarme representar por un hombre* porque el hombre es solo el 50 por ciento de la humanidad toda. Y porque además el hombre impregna pero no pare. De modo que este hombre solo, algo cabizbajo y perdido valida para mí el des-madre y la carencia –el estado en falta en que se halla la mitad de la especie.
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La foto arriba es Premio Ortega y Gasset (2011) de Periodismo Gráfico. * Dedico este último pensamiento a la imprescindible Ileana Fuentes. ______________
jueves, 5 de mayo de 2011
Eleno y yo
Ernesto González
Cuando un varón tiene ganas de sexo, va al fin del mundo si es preciso. Tuve un guajiro, Eleno, que ligué en Prado y tomó el ómnibus conmigo sin tener la más mínima idea de adónde nos dirigíamos. Preguntando a cualquiera yo encuentro el camino de regreso, me dijo, no te preocupes, vamos. Le advertí que no podía quedarse a dormir en casa, por el qué dirán de los vecinos —lo cierto es que yo detestaba dormir acompañado—, y aceptó incluso el reto del aguacero que amenazaba con caer. Yo viro, no te preocupes, yo le pregunto a cualquiera y viro. Vamos te digo, ¡vamos! Obedecí, por supuesto.
A partir de entonces, me visitaba a menudo. Nunca se quitaba el calzoncillo ni las medias para hacer el sexo. Al principio me molestó; después, en la práctica, me atizó sobremanera que me poseyera mientras el calzoncillo se le iba desplazando hasta dejar sus nalgas al aire, de manera que podía verlas sumiéndose en las mías, a través del espejo que había colocado en la cabecera de mi cama.
Una madrugada Eleno, que era de “vírate y ya”, se me acomodó encima con el calzoncillo puesto, como acostumbraba. A los pocos minutos de estar disfrutándonos, y cuando el calzoncillo se le empezaba a caer y yo a aguzar mi vista en el espejo, algo nos detuvo. Escuchamos una especie de aúllo que salía del barracón de la esquina. Al guajiro, constructor de escuelas y hospitales en la capital, aquel sonoro gozar de mi vecina lo trastornó: sentí que se incrementaba su violencia de penetración, sin averiguaciones ni resquemores.
Ante la noticia del segundo orgasmo de la mulata, Eleno continuó poseyéndome con mayor vehemencia durante unos segundos. Entonces sí preguntó de dónde salían aquellos aullidos. Cuando le iba a explicar, me calló con un gesto rudo. Me apretó la boca y la nariz, ahogándome casi. Pero el sabor y el olor de sus dedos de guajiro zorro, me encendieron por dentro. Macusa gritaba de nuevo, se quejaba, exigía. Calló unos minutos para transponer el umbral de su tercer orgasmo con gran algarabía. Eleno, moviéndose furiosamente dentro de mí, eyaculó con respiros profundos, graves, a la par de Macusa.
Pensé que se levantaría enredándose en su propio calzoncillo desplazado hasta las rodillas, como era usual en él, pero esta vez permaneció calmo, en absoluto silencio, diríase que meditativo. En eso escuchamos la antesala del cuarto orgasmo de Macusa; sentí que Eleno crecía sedimentado en mí y que reiniciaba mi posesión con muchísima eficacia.
Mi vecina, desde su barraca, voceó cuatro carajos, y Eleno se vació en mí. No le había interesado o no se había percatado de que el calzoncillo, con tanto tira y jala, había ido a parar nada menos que a sus pantorrillas, y yo detallaba, como nunca lo había podido hacer, los dos macizos peñones que formaban sus nalgas y el seísmo que los atraía hacia las mías. Eleno estaba subiéndose el calzoncillo en el momento en que Macusa anunció su quinto orgasmo. La sorpresa que desdibujaba su cara de constructor no fue un obstáculo para que volviera a excitarse y casi me violara, cuando yo ya me había puesto mi short. En esta ocasión se demoró tanto que alcanzó la sexta gritería de la mulata, y él mismo gritó a su manera, siempre a dueto con mi vecina. Enseguida se vistió, se despidió volando, salió de casa y pasó por el barracón de la esquina contemplándolo.
Llevaba en su rostro la expresión de haber experimentado la aventura más misteriosa de su vida.
Cuando un varón tiene ganas de sexo, va al fin del mundo si es preciso. Tuve un guajiro, Eleno, que ligué en Prado y tomó el ómnibus conmigo sin tener la más mínima idea de adónde nos dirigíamos. Preguntando a cualquiera yo encuentro el camino de regreso, me dijo, no te preocupes, vamos. Le advertí que no podía quedarse a dormir en casa, por el qué dirán de los vecinos —lo cierto es que yo detestaba dormir acompañado—, y aceptó incluso el reto del aguacero que amenazaba con caer. Yo viro, no te preocupes, yo le pregunto a cualquiera y viro. Vamos te digo, ¡vamos! Obedecí, por supuesto.
A partir de entonces, me visitaba a menudo. Nunca se quitaba el calzoncillo ni las medias para hacer el sexo. Al principio me molestó; después, en la práctica, me atizó sobremanera que me poseyera mientras el calzoncillo se le iba desplazando hasta dejar sus nalgas al aire, de manera que podía verlas sumiéndose en las mías, a través del espejo que había colocado en la cabecera de mi cama.
Una madrugada Eleno, que era de “vírate y ya”, se me acomodó encima con el calzoncillo puesto, como acostumbraba. A los pocos minutos de estar disfrutándonos, y cuando el calzoncillo se le empezaba a caer y yo a aguzar mi vista en el espejo, algo nos detuvo. Escuchamos una especie de aúllo que salía del barracón de la esquina. Al guajiro, constructor de escuelas y hospitales en la capital, aquel sonoro gozar de mi vecina lo trastornó: sentí que se incrementaba su violencia de penetración, sin averiguaciones ni resquemores.
Ante la noticia del segundo orgasmo de la mulata, Eleno continuó poseyéndome con mayor vehemencia durante unos segundos. Entonces sí preguntó de dónde salían aquellos aullidos. Cuando le iba a explicar, me calló con un gesto rudo. Me apretó la boca y la nariz, ahogándome casi. Pero el sabor y el olor de sus dedos de guajiro zorro, me encendieron por dentro. Macusa gritaba de nuevo, se quejaba, exigía. Calló unos minutos para transponer el umbral de su tercer orgasmo con gran algarabía. Eleno, moviéndose furiosamente dentro de mí, eyaculó con respiros profundos, graves, a la par de Macusa.
Pensé que se levantaría enredándose en su propio calzoncillo desplazado hasta las rodillas, como era usual en él, pero esta vez permaneció calmo, en absoluto silencio, diríase que meditativo. En eso escuchamos la antesala del cuarto orgasmo de Macusa; sentí que Eleno crecía sedimentado en mí y que reiniciaba mi posesión con muchísima eficacia.
Mi vecina, desde su barraca, voceó cuatro carajos, y Eleno se vació en mí. No le había interesado o no se había percatado de que el calzoncillo, con tanto tira y jala, había ido a parar nada menos que a sus pantorrillas, y yo detallaba, como nunca lo había podido hacer, los dos macizos peñones que formaban sus nalgas y el seísmo que los atraía hacia las mías. Eleno estaba subiéndose el calzoncillo en el momento en que Macusa anunció su quinto orgasmo. La sorpresa que desdibujaba su cara de constructor no fue un obstáculo para que volviera a excitarse y casi me violara, cuando yo ya me había puesto mi short. En esta ocasión se demoró tanto que alcanzó la sexta gritería de la mulata, y él mismo gritó a su manera, siempre a dueto con mi vecina. Enseguida se vistió, se despidió volando, salió de casa y pasó por el barracón de la esquina contemplándolo.
Llevaba en su rostro la expresión de haber experimentado la aventura más misteriosa de su vida.
miércoles, 4 de mayo de 2011
El arte de idear pirámides
AtRifF
Una pregunta capciosa, ¿era el orinal de Duchamp arte antes de ser "Fuente"? Se diría que no. Lo que lo hace arte es una investidura: la firma en este caso. Mas no todo lo que se firma es -automáticamente- arte. ¿Acaso la firma del artista? Puede ser, pero no siempre que un artista firma produce arte. Puede firmar un cheque. La firma debe acompañar un hacer específico, dirigido a un objeto en particular. Debe tener intencionalidad. Sí, pero la intencionalidad no es algo visible. El único vestigio de intencionalidad de "Fuente" es la firma: "R. Mutt", que por cierto no es el nombre de Duchamp, sino la marca misma del orinal. Duchamp ha firmado con la firma de otro; una falsificación -como si la intencionalidad apuntara a un vacío. Vericueto conceptual que para 1917 es todo un acontecimiento. Es acaso el paradigma genial del ready-made duchampiano, que el arte puede ser arte al instante.
Generalicemos: Imaginemos a un artista conceptual X, internacionalmente conocido. La próxima obra de X se titulará "Giza". Consiste en aprehender la esencia de la pirámide de Giza, incluyendo la Esfinge.
¿Qué tipo de autoría podría reclamar X para "Giza"? La obra es suya en tanto la origine.* ¿Podría venderse? Ciertamente, tal y como se vende cualquier idea. ¿Podría coleccionarse? Con un poco de trabajo definicional. Recuerden, no se trata de la pirámide real en Egipto, ni siquiera una foto de la misma, como la de arriba, que usamos ahora solo para ilustrar de qué se trata el asunto. La noche de la muestra, las paredes de la galería estarán absolutamente vacías.
Lo difícil del asunto no es imaginar Giza, sino "Giza".
X desea explorar lo esencial sin más ayuda que la idea en sí. Busca eso sin lo cual, Giza no puede dejar de ser lo que es. Se habla del substrato mismo, que no tiene que ser la pirámide que lleva ese nombre -el nombre no es lo fundamental, pudo haber tenido otro (pudo haberse nombrado Eiptis, solo que fue renombrada Giza por el faraón siguiente).
Por ejemplo, imaginemos a Giza con solo tres pisos y la construcción se paraliza. ¿No hay "Giza" acaso? El arquitecto general tiene una idea de Giza, no ejecutada (lo cual no implica que la pirámide material sea una mera copia de la idea). Ahora tenemos un punto difícil, la posibilidad que el arquitecto general tuviese la idea de Giza simplemente porque "Giza" siempre existió. La esencia de Giza = "Giza" no consiste en -tan solo- pensarla. Veamos, desde el punto de vista ideacional, Giza puede pensarse por más de una persona. ¿Hay alguien que sea dueño de la idea de pirámide? Entonces podría concluirse que "Giza" está más allá de la manifestación de Giza.
Por supuesto, hay algo aparentemente absurdo en todo esto: "Giza" es coextensiva con cualquier posibilidad -o no- de manifestación. Aún más problemático, ¿cómo es posible que el pensamiento pueda aprehender la emergencia de tal manifestación sin ser manifestada? Para llevarlo al límite, "Giza" (al igual que "pirámide") no son porque hayan sido pensadas por alguien. Existen en sí mismas, inpensadas o en potencia, en tanto que posibilidad de ser pensadas. ¿Y si no son pensadas nunca?
¿Hay en todo esto una "cañona" conceptual? Sí y no. Lo que descubrimos mediante el ejercicio metódico es que "Giza" es un "como si fuera...", una metodología del pensamiento para llegar a lo inabarcable -sin jamás reducir su manifestación.
¿No es eso suficientemente arte?
_____________
* ¿Qué significa "originar" en la era de la apropiación y el cut-and-paste? La pregunta debiera reformularse: ¿Existe algo realmente original? Si "Giza" existe independientemente de su ideación, entonces ni el arquitecto general de Giza podría haberla originado (la ideación de Giza "por primera vez" es una posibilidad a considerar, aunque inútil en el contexto de nuestro análisis pues no es verificable). Habrá que conformarse con la idea de que somos propensos a repetir ciertas ideas "a la deriva".
Una pregunta capciosa, ¿era el orinal de Duchamp arte antes de ser "Fuente"? Se diría que no. Lo que lo hace arte es una investidura: la firma en este caso. Mas no todo lo que se firma es -automáticamente- arte. ¿Acaso la firma del artista? Puede ser, pero no siempre que un artista firma produce arte. Puede firmar un cheque. La firma debe acompañar un hacer específico, dirigido a un objeto en particular. Debe tener intencionalidad. Sí, pero la intencionalidad no es algo visible. El único vestigio de intencionalidad de "Fuente" es la firma: "R. Mutt", que por cierto no es el nombre de Duchamp, sino la marca misma del orinal. Duchamp ha firmado con la firma de otro; una falsificación -como si la intencionalidad apuntara a un vacío. Vericueto conceptual que para 1917 es todo un acontecimiento. Es acaso el paradigma genial del ready-made duchampiano, que el arte puede ser arte al instante.
Generalicemos: Imaginemos a un artista conceptual X, internacionalmente conocido. La próxima obra de X se titulará "Giza". Consiste en aprehender la esencia de la pirámide de Giza, incluyendo la Esfinge.
¿Qué tipo de autoría podría reclamar X para "Giza"? La obra es suya en tanto la origine.* ¿Podría venderse? Ciertamente, tal y como se vende cualquier idea. ¿Podría coleccionarse? Con un poco de trabajo definicional. Recuerden, no se trata de la pirámide real en Egipto, ni siquiera una foto de la misma, como la de arriba, que usamos ahora solo para ilustrar de qué se trata el asunto. La noche de la muestra, las paredes de la galería estarán absolutamente vacías.
Lo difícil del asunto no es imaginar Giza, sino "Giza".
X desea explorar lo esencial sin más ayuda que la idea en sí. Busca eso sin lo cual, Giza no puede dejar de ser lo que es. Se habla del substrato mismo, que no tiene que ser la pirámide que lleva ese nombre -el nombre no es lo fundamental, pudo haber tenido otro (pudo haberse nombrado Eiptis, solo que fue renombrada Giza por el faraón siguiente).
Por ejemplo, imaginemos a Giza con solo tres pisos y la construcción se paraliza. ¿No hay "Giza" acaso? El arquitecto general tiene una idea de Giza, no ejecutada (lo cual no implica que la pirámide material sea una mera copia de la idea). Ahora tenemos un punto difícil, la posibilidad que el arquitecto general tuviese la idea de Giza simplemente porque "Giza" siempre existió. La esencia de Giza = "Giza" no consiste en -tan solo- pensarla. Veamos, desde el punto de vista ideacional, Giza puede pensarse por más de una persona. ¿Hay alguien que sea dueño de la idea de pirámide? Entonces podría concluirse que "Giza" está más allá de la manifestación de Giza.
Por supuesto, hay algo aparentemente absurdo en todo esto: "Giza" es coextensiva con cualquier posibilidad -o no- de manifestación. Aún más problemático, ¿cómo es posible que el pensamiento pueda aprehender la emergencia de tal manifestación sin ser manifestada? Para llevarlo al límite, "Giza" (al igual que "pirámide") no son porque hayan sido pensadas por alguien. Existen en sí mismas, inpensadas o en potencia, en tanto que posibilidad de ser pensadas. ¿Y si no son pensadas nunca?
¿Hay en todo esto una "cañona" conceptual? Sí y no. Lo que descubrimos mediante el ejercicio metódico es que "Giza" es un "como si fuera...", una metodología del pensamiento para llegar a lo inabarcable -sin jamás reducir su manifestación.
¿No es eso suficientemente arte?
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* ¿Qué significa "originar" en la era de la apropiación y el cut-and-paste? La pregunta debiera reformularse: ¿Existe algo realmente original? Si "Giza" existe independientemente de su ideación, entonces ni el arquitecto general de Giza podría haberla originado (la ideación de Giza "por primera vez" es una posibilidad a considerar, aunque inútil en el contexto de nuestro análisis pues no es verificable). Habrá que conformarse con la idea de que somos propensos a repetir ciertas ideas "a la deriva".
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