En El País: Su primera gran novela,
El túnel (1948), un agudo ensayo
psicológico, lleno de ironía, pero también de amargura y del pesimismo
que marcaría toda su obra posterior, le proporcionó un inmediato
reconocimiento no solo en Argentina sino internacional. Su segunda
novela
Sobre héroes y tumbas, que incluye su estremecedor
Informe sobre ciegos, le confirmó como un autor extremadamente original y le colocó entre ya entre los autores más grandes en lengua española.