Tumiamiblog regresa con el año nuevo. Como siempre, le apostamos a los vicios de la carne y el lenguaje. Rechazamos agentes comensales dípteros (no así a los anélidos) y esa política típica de jerga y jerarquía castrista. Evitamos esas historias demasiado largas en que el final se aplaza infinitamente. Preferimos la mitad levóriga de las diferencias. Admitimos lo elástico del sentido, pero hasta cierto límite (para que tenga sentido). Bienvenido.