No os engañéis, la crisis continúa

Foto de tropa mambisa poco antes de la batalla de la loma de San Juan, Santiago de Cuba, 1 de julio de 1898.

Alfredo Triff

¿Qué tiene que ver la foto de arriba con lo que sigue? Paciencia. 

De lo histórico a lo económico: ¿Cuáles fueron las dos mejores economías del 2010? China y Brasil. Ambas con crecimientos de 7.5% y 10.5% respectivamente. ¡Increíble, dada la presente crisis! Pero he aquí que la primera es un sistema comunista, la segunda está gobernada por un socialista.¹ Ambas economías juegan al capitalismo desde otro ángulo. ¿Cómo en medio de una crisis "supuestamente global" puede haber tanto crecimiento?

Los economistas americanos no se lo explican. Recelo ---> pasmo ---> estupor ---> sospecha ---> rechazo. Hablando en plata, los chinos no son capitalistas "de verdad". Son otra entidad. ¿Serán comulistas?

 Zeng Fangzi, Untitled, 2010.

Si no fuera un mero "accidente" de economía emergente -como nos dicen-, si no sino fondo. ¿Estarán los chinos inventando un modelo de transmisión-dentada capitalista más eficiente? Sí, pero no: ya fue inventado durante el reinado industrial monopolista de finales de siglo XIX y principios del XX. ¿Pero cómo retrotraer la rueda del tiempo?²

Shortermism (o la futurofobia)

Nuestra economía está dominada por el "shortermism" (i.e., invertir para ganar ahora,  preocuparse luego). No nos engañemos: Las llamadas "ganancias de los mercados" cacareadas por la administración Obama durante el 2010 fueron estimuladas con "lluvia de billetes" del FED. Se trata de dinero/esteroidal, inyectado con bajos intereses. La idea es estimular la economía para que crezca, pero sin planes a largo plazo (dicho en lenguaje REPU: "arreglar es repellar").

Vivimos en medio de una miopía económica sistémica.

Encima, cunde la futurofobia. Para invertir a largo plazo, debe haber una confianza en la posibilidad prometedora del futuro (empero, todo futuro es riesgo). No hablamos de esa práctica actual de "eliminar el riesgo" con dinero prestado del contribuyente. Así invierte cualquiera (es decir, Wall Street). Los accionistas wallstreetianos de hoy le apuestan a ganar. La horma de la norma es el principio hedonista criticado por San Pablo: "bebamos hoy que mañana moriremos". Comparados con los Rockefeller, DuPont y Carnegie,  capitalistas fordistas de antaño tan criticados, monopolistas paternalistas que se imaginaban a sí mismos construyendo un país, esta generación de capitalistas-tardíos wallstreetianos parecen acrónicos, temporo-minusválidos, incapaces de asumir riesgo alguno. Ahí están las derivadas financieras, concebidas precisamente para minimizar el riesgo asegurando el conjuro del futuro, es decir, apostándole billete a la pérdida posible, matando el brillo del riesgo.

La paradoja del capitalismo financiero estriba en que el presente devora su futuro.

El Aufhebung amarillo (o el rostro de jano del chino)

De acuerdo al nuevo corolario miltoniano-capitalista REPU el capitalismo es una máquina de hacer billete (se escucha un Gordon Gekko exhortando: Greed rules!). Luego, si los chinos y los cariocas están alante en materia económica, algo estarán haciendo muy bien. N'est-ce pas? Irrumpe entonces el Aufhebung amarillo, brillo espiritual de la dialéctica hegeliana:

El discípulo termina ganándole al maestro. 

¿Qué significa lo anterior en materia económica? En verdad, hay dos asíntotas de la presente crisis: una espiritual, una material. La primera concierne al nuevo discurso global. "La fe en el sistema" conlleva un grado de confianza en el futuro que en occidente se ha erosionado, demasiado.³

La segunda tiene que ver con la estrategia económica adecuada para el nuevo paradigma. ¿Estaremos dejando detrás el capitalismo financiero? Temprano aún, pero si el sistema aprendiera de sus fallas, la fase financiera capitalista parece ir quedando atrás. No podría resolver los crecientes problemas que le acechan.

Véase, las empresas mundiales que subcontratan millones de puestos de trabajo a países con salarios más bajos han desarrollado formas de organización tan complejas como caras. ¿Con qué propósito? Extraer mano de obra al precio más bajo posible. Antes que la presente crisis estallara, el valor de los activos financieros en los Estados Unidos habían llegado a 450% del PNB, es decir, 4.5 veces el total del PNB total americano.⁴ Eso es harakiri financiero.

Mientras, los chinos se convirtieron en el banco de América. Su venganza reza: "Wall Street quedó atrás. Pronto seremos el NÚMERO UNO.⁵

Pero guarda, ¡oh alma, 

Que usan los hombres hay oro empañado!*

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¹Pero como se sabe, el capitalismo no emerge de la democracia, sino al revés. China ilustra el principio de que la democracia y el capitalismo no son necesariamente convergentes. Lo opuesto es puro cuento REPU para fabricar guerras. ²No olvidemos que durante la fase industrial del capitalismo (particularmente desde los años 30), el bienestar del trabajador significa una carta de triunfo para el capitalismo. No se sabe hasta qué punto la sociedad del welfare es precisamente una movida del sistema en este sentido. Vea, de Andrea Tone, The Business of Benevolence: Industrial Paternalism in America (Cornell University Press, 1997). Capítulo 1.  ³¿Se habrá gastado por viejo, por económicamente miope, o por los dos juntos? En el caso chino es diferente ya que toda inversión financiera es (en el presente paradigma comulista) política de estado. Por ejemplo están las propuestas audaces del presidente Jiang Zemin en el 15 Congreso del Partido Comunista, celebrado en septiembre de 1997. La promesa de reforma moribunda de la propiedad estatal (EPE) fue suplantada por la llamada "propiedad pública" (tanto por individuos y otras empresas). La reforma incluía ley de quiebras, absorciones, fusiones y adquisiciones -todas características de una economía propiamente capitalista- que recibió la bendición oficial del partido. Desde entonces, China ha demostrado un mayor compromiso con la reforma mediante reducir los subsidios de la vivienda y el volumen de empleo público en general. Paradójicamente dichos pasos capitalistas son vistos hoy en día como un asalto a los derechos humanos por parte del gobierno chino. Vea, "Undemocratic Capitalism, China and the limits of Economism", de David Zweig, (The National Interest, 2000). Debemos volver a ese viejo libro alemán deshauciado y decadente de los años 20, de Oswald Spengler. Para el historiador alemán, el momento de "declive" occidental está marcado por un arte que deviene en moda, una religion que se torna culto a la utilidad, y finalmente la política, donde la democracia se convierte en burocracia, especie de imperio indiscutible de los ricos. ⁴El número de países donde los activos financieros superan el valor de su producto nacional bruto de más del doble, de treinta y tres en 1990 a setenta y dos en 2006. A modo de ejemplo: el valor global de los activos financieros (es decir, la deuda) en todo el mundo en septiembre de 2008 -justo al comienzo de la crisis- era de $160,000,000,000,000 ¡3.5 más que el valor del PNB mundial! Vea "Asignación de los mercados de capitales globales", (Informe McKinsey, octubre de 2008).  ⁵¡Cómo se puede ser tan ciego! En su loco afán, Wall Street le vendió su alma al peligro amarillo. *Si adivinas el origen de la frase procerista de arriba, envía tu comentario como respuesta y podrás ser ganador del concurso "Tumiamiblog obsequia un paseo con guía por la Pequeña Habana".