Amílcar Barca
“Oh Chuna! así, te protegiera*
Fuiste la escritura que esperaba,
aquella carta que de lejos
sabes que algún día aparece
con el lacre rojo en el sobre.
La laguna serena del lienzo
que recoge de sus orillas
la sombra del olmo y los fresnos
El ave de la higuera.
La fruta abierta bajo la copa del árbol.
El cristal que protege el vino
de mi guarida, la luz púrpura...
mi legado.
Yo entré en ti,
como lo hace mi brazo
cuando te acuesto,
acurrucando en tu almohada:
lo poco que me queda y necesito.
Si así te tuviera como ahora
donde las manos al unísono se juntan
si fuera el ruido de los anillos
la música que uniera este futuro,
así el silencio de los dedos
hablarían de nosotros para siempre
como lo hicieran estos años
cada noche
las sábanas
que la cópula abrigaran.
¡Mírame!
Éste es el hombre que resta en tus días
con la fragancia de la edad
aún puedo permitirme
que seas doncella bajo mis brazos.
__________
*25 de Noviembre de 2005.
La fecha indicada, fui llamado para “celebrar” una boda “eterna” entre Bill y Chuna y compuse un poema para la ocasión. Vayan estas palabras figuradas de Bill hacia ella. E.P.D.