lunes, 25 de octubre de 2010
Moving Forward, otro paso más
Jesús Rosado
Nos separan escasas jornadas de Moving Forward, el evento organizado por el Miami Dade College donde se darán cita algunos de los estudiosos del arte cubano de la diáspora. He reflexionado durante estos días en el esfuerzo mancomunado de Rosa María Mayorga, Yovani Bauta y Jorge Gutiérrez, quienes bajo el liderazgo de Eduardo Padrón se han aventurado a este otro paso de avance hacia la sistematización del conocimiento antropológico del complejo cubano exiliar. Una empresa que le da continuidad a otros proyectos rescatistas que vienen desde hace años enfrascados en la recuperación del acervo de ese fenómeno que es el desbordamiento de la nacionalidad. Ya los profesores Jorge Gracia, Gustavo Pérez Firmat o Enrico Mario Santí han transitado por los laberintos de esta cultura portátil que se resiste a la asimilación y prefiere negociar los patrones de identidad. Porque, efectivamente, la raigambre del cubano se ha polinizado y ha parido un raro fruto poliédrico con el olor del mango y el sabor de la mejor de las cosechas foráneas. Los conceptos asentados por Fernando Ortiz sobre transculturación se han recontextualizado y habrá que someterlos a revisión bajo criterios deconstruccionistas. Es irrefutable que la identidad del cubano desplazado es semejante a un malecón abierto a todas las travesías posibles, pero sin olvidar el último arrecife. Es más, ya en algún texto he mencionado que la posibilidad de extraterritorialidad es un componente insoslayable de la cubanidad contemporánea. Habrá que preguntarse si esa condición lo reafirma en periferia o lo convierte en una veta más del mainstream. Pienso en esta hora de recuperación de memorias (y desmemorias) de medio siglo, en la obra de ensayistas como Iván de la Nuez, Rafael Rojas o Emilio Ichikawa. Pienso en la labor infatigable de editorialistas y compiladores como William Navarrete, Jorge Ferrer o Luis de la Paz. No se puede dejar de honrar el esfuerzo emprendido por Esperanza de Varona, Lesbia O. Varona y María Estorino en lograr la Colección Cubana de la Biblioteca de la Universidad de Miami, que ha sido el único resultado concreto en rescate patrimonial que hayamos logrado la comunidad cubana en el destierro, siguiéndole en mérito la colección cubana de la Ramon Guiteras Memorial Library de Belen Jesuit Preparatory School. Como también hay que reconocer la enjundiosa colección de arte cubano conformada por el laborioso Jorge Santis en el Art Museum de Fort Lauderdale. También me viene a la mente Cubaencuentro y ahora Diario de Cuba, cuyos sitios digitales son baluartes de nuestra tradición periodística en ultramar. Como no puedo dejar de honrar a Cristóbal Díaz Ayala, el enciclopedista de la música cubana, a cuyo empeño debemos que no se pierdan las contribuciones del músico criollo en otras orillas. Destaco los desvelos de curadores e investigadores como Ileana Fuentes (iniciadora y directora del proyecto Outside Cuba, y hoy consultora del incipiente Museo Cubano, a quien me une desde el 2005 el Cubexart Recovery, un proyecto de documentación muy similar al que se propone el MDC), Ricardo Viera (un gurú articulando espacios museales), Alejandro Anreus, Juan Martínez (recordemos sus Oral History Interviews para el Smithsonian), Olga Viso, Gustavo Valdés, Omar Pascual-Castillo y Ricardo Pau-Llosa, entre otros, en el seguimiento del acontecer estético de los artistas diseminados. O las iniciativas privadas de sensibilidades como las del promotor y documentalista Jorge Moya (Cuban Art in New York), el coleccionista de artes visuales Arturo Mosquera (Farside Gallery) o el atesorador de música de las dos orillas, el empresario Eloy Cepero. No olvidemos la persistencia conservacionista de fundaciones como Herencia Cultural Cubana. O las iniciativas más vinculadas a las ciencias sociales y a la politología como el CRI de la Universidad Internacional de la Florida, el Institute for Cuban and Cuban-American Studies de UM que preside Jaime Suchlicki, el Instituto de la Memoria Histórica encabezado por Pedro Corzo y el Archivo Cuba que dirige María Werlau. Importantes son, además, las innumerables publicaciones periódicas –impresas o digitales- que a lo largo de más de cincuenta años han condensado el transplante del intelecto cubano como lo son Linden Lane Magazine o lo fueron las Revistas Término, Unveiling Cuba, y Mariel, y de ellas, distingo ese proyecto colosal que fue Encuentro de la Cultura Cubana. Pienso en los Rostros de la Isla Dispersa de Pedro Portal, ese ingente testimonio fotográfico de personalidades del exilio. O en la pupila atenta de Alejandro Ríos sobre el talento cinematográfico que ha salido de la isla buscando una latitud para la creación libre. Y qué decir de los que velan por la memoria y la promoción teatral cubana como Sandra y Ernesto García (TEMS), Ivonne López Arenal y sus colegas del ICRA o la profesora Lillian Manzor, quien desde la Universidad de Miami se ha lanzado a vertebrar un Archivo Digital del Teatro Cubano. ¿Cómo olvidar a los numerosos historiadores cubanos exiliados que no me atrevo a mencionar para no omitir nombres y que se han dado a la tarea de registrar la otra cara de la historia cubana? Sin dejar de mencionar la ausencia física de autores que hoy nos serían imprescindibles como Leví Marrero, Herminio Portell Vilá o Lydia Cabrera. Incluso, hasta el papel de los blogs habría de tenerse en cuenta y enumero como ejemplos a Puente Efráctico, Tuyomasyo, Los Lirios del Jardín, Café Fuerte, Penúltimos Días o el sitio pionero desde donde escribe este servidor. Sin dudas, Moving Forward, puede ser un aporte más a todo este cuerpo que se ha ido articulando para algún día rellenar los espacios vacantes en páginas, muros y estantes del panorama cultural cubano. Si se logra, tras remedar el agujero arbitrario, habrá una compensación inevitable. Diríase que forzosa. Será el momento de hacer historia de esta historiografía.
Ilustración: Eduardo Sarmiento, Malecón (proyecto de póster, 2003)
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23 comentarios:
Tratare de ir... Como es cerca de Halloween, estare disfrazado como el escultor Cubano invisible.
Marc Andries, BOOO, Smit
Voy a se un poco malo ahora... Con este artículo exaltando y recopilando lo que se ha hecho en el exilio ¿Existe o no existe un nacionalismo cubano?. ¿Es Cuba una nación independientemente de "Patria o muerte...venceremos? ¿Es malo sentirse cubano, estés o no en la Isla?. ¿Es malo sentir apego por las raíces territoriales y culturales donde has nacido?
Un abrazo.
Amílcar Barca
AB, preguntas ya sabiendo la respuesta?
Recibe querido Jesús nuestro más sincero agradecimientos, por tu palabras, y por incluir en ellas nuestro proyecto Tuyomasyo. Deseamos desde Barcelona toda la buena vibra posible para Moving Forward . Un abrazo para todos los amigos de Tumiamiblog. Jorge Mata
Amilcar, hay un sentimiento transnacional de pertenencia y, además, hay una conducta transnacional de ser. Uno es la relación afectiva con los orígenes; la otra es la orientación hacia la asimilación en el nuevo contexto. Esa es la permanente dicotomía del exiliado, donde las dos partes no siempre andan conciliadas. Gracias por hacer pensar a los que alguna vez puede que se hayan negado a sí mismos.
Jorge, gracias a tí y a los que colaboran contigo. Tuyomasyo ya es una parada obligatoria en la blogosfera cubana y es también fuente de referencia. Puedes considerarme parte de tu equipo.
Falto la Casa de Fernando Garcia y Lourdes,eso si era alternativo
Nina Haguen
Gracias mil a los promotores de este esfuerzo! Ustedes ayudan a dar sentido al exilio (o exodo). Saludos desde NY.
Tienes razón Jesús. Es un principio y vale la pena que sea manconunado.
Me cuadra las preguntas de Amilcar...
Pero creo que existe el ARQUETIPO de artista cubano...Ire para explicarlo...
Nina Haguen
Pintar la nostalgia es lo mas jodido de todo.
Nina Haguen
La izquierda creo el arquetipo de Arte Cubano
Nina Haguen
Cuantos esfuerzos resumidos en esos renglones!
Gracias Jesús, tu texto me ha recordado aquella Balsa perpetua de Iván de la Nuez. Diáspora navegando los siete mares y absorbiendo sus diversas sales.
Habra que proponer un curso de redaccion informativa, porque este texto esta preñado, pero preñado de aguas y sobras...sin olvidar que hace referencias a pocos sitios, sin linkearlos, en una especie de oficoda elitista. O se habla de un tema en general, o se aprovecha el mismo para la autopublicidad y la lengua a los socios..en fin, vanidad cubana.
saludos y buen proyecto, si evita de quitar para poner al otro, espero que no sea su intento pero como la misma cancion ya ha sido escuchada cientos de veces...
JR, buen intento de reflejar esa nuestra diáspora no tan diáfana. Sin embargo, faltan tantos ingredientes para la caldosa perfecta, para el menjunje de medio siglo en el horno... y como de costumbre, sobran los dientes hambrientos.
amen, omu, amen
El efecto AJIACO es obvio aqui, como dijo Don Fernando Ortiz, no crees?
Olvidate Omara, por mucho que te cambien el nombre, la bilis siempre te identifica. Ache pa'ti, pa'que te despejes.
Y que papel pinta Omara aqui? No me digas que este es el Tumiami Social Club?
Se estan ganando el viaje gratis en el "intercambio cultural". Lleven tambien a "Chavecito" Gutierrez y a Bauta el sexy. Hacia delante, companeros, venceremos! Guagua Bizca (Hino)
Me alegra que haya estos intentos híper necesarios por sistematizar la cultura cubana más allá de los límites geográficos de la isla. Estuve la noche del debate. Tal vez, me hice muchas expectativas frente a un tema que -obviamente- me apasiona. Sin embargo, creo que una vez más las intervenciones versaron en torno a los intereses muy puntuales de cada panelista en vez de un esfuerzo mancomunado en pos de la sistematización del arte cubano en el exilio. Es una dolencia típica. Todos parecen demasiado apurados en abrogarse la parcela de la cultura cubana en el exilio y es triste como eso lastra una labor que demanda de tantas manos y buenos deseos. La misma Ileana Flores –cuya intervención fue la más pertinente y valiosa, apuntando datos históricos precisos y opiniones concretas con respecto al tema- admitió que ésta era una de las dolencias que han dado al traste con todos los intentos por sistematizar el arte cubano en el exilio.
La intervención de Roc, me pareció completamente trasnochada. Un alarde de retórica que es admisible para la lectura pero no para la oratoria, abatiendo al público con citas de Canclini y Guattari y el socorrido y manido debate del centro y la periferia que me trajeron a la memoria mis años de bachiller….
De todos modos, es un esfuerzo que aplaudo por lo imperioso del mismo. Ojalá y este tipo de encuentros se repita, ojalá y dejemos a un lado nuestros egos y pensemos en pos del arte cubano en el exilio en tanto comunidad y no entidad manejable a favor de la realización personal.
Un abrazo a todos. Gracias a Triff por traer este importante tema a discusión, gracias a Ileana por su intervención y felicidades a Jesús a Ileana por el lanzamiento próximo de Cubanareum.
Janet Batet
Gracias, Janet, por tu visita al blog y por la opinión expresada con la cual concuerdo plenamente. Gracias por lo que nos toca a nombre de Ileana, Alfredo y mío y esperamos que nos ayudes en muchas cosas. Una corrección final: el apellido de Ileana es Fuentes, no Flores, pero por su simbólica etimología cualquiera de los dos puede acompañar la personalidad de mujer tan valiosa.
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