viernes, 10 de septiembre de 2010

Futuro del regreso



Ramón Williams

-Madre, te pido que al final me digas de qué sirve lo que te cuento, después te pediré que me creas.

-Por qué no habría de creerte. Recuerda que todo cuento sirve para una finalidad de la que no somos totalmente conscientes, al menos no todo el tiempo.

-Desestimada la pregunta por los bordes de mi locura, sacudido el polvo sobre las líneas de los maestros…

-Corta. El rodeo se funda en el miedo a errar, es una obstinación para el que nota a dónde vas a parar desde la tercera palabra. O, peor, temor de estar en lo cierto. De qué se trata.

-Busco entre mis amigos ese a quien conté un guión sin nombre aun, hace una semana, tal vez.

-A mi no ha sido pero igual me apunto. Suelta. Un dictador de enciclopedias reúne a las masas y les hace saber de su decisión final desde la tribuna: Las dictaduras mundiales deben cesar del todo e inmediatamente. Su tiempo y el tiempo de todos los dictadores es un tiempo acabado. Él se inmola. Y para dar fe instantánea de sus palabras oprime un botón a la derecha en el pódium, el vacío se abre bajo sus pies y las masas quedan solas, boquiabiertas en presas de una libertad súbita. Hoy leo las noticias y me tropiezo con una versión muy cerca de mi guión sin nombre. Mañana sabrán (él hará saber) que fue La Virgen de la Caridad del Cobre, Santa Patrona de la isla de Cuba, quien le reveló la visión velada durante más de 50 años...por él mismo: La Revolución se inmola, madre, como el dadaísmo.

-También yo he leído las noticias y no derivo lo mismo. Creo que el tirano quiere ser recordado como alguien que se dio cuenta dos veces, uno que derribó el mismo muro en dos direcciones y murió en paz con sus demonios, con la cabeza sobre los hombros si no con las botas puestas.

-¿?

-No, no sirve para nada lo que me cuentas y de nada vale encontrar a quién se lo has contado antes. ¿Qué quieres probar? Atraviesa lo que temes o te pierdes el corazón luminoso del imposible. Sigue la letra de la sangre y no temas, sólo reverencia los misterios de las puertas y no dejes de respirar...

-¿? -Doma tus montes, arriesga tu visión, refina las intervenciones.

-¿?

-Y que te crea tu madre.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Ramon te estas bajando bien criptico.

RI dijo...

Ramoncito, me quedo con esta frase:"...el corazón luminoso del imposible".

Anónimo dijo...

me gusta el final: que te crea tu madre.

R.W dijo...

Ya sé Anonymous #1, es la velocidad de los tiempos que reduce el gusto por desentrañar, muchos aparaticos para entretener y explicar van embruteciendo el género con toda la apariencia de lo contrario.
RI, linda quedada la tuya.
Anonymous #2, te esperaba al escribir ese final, para ser exacros, lo escribí para tí.