Claudia Cadelo en Octavo Cerco:
Dile que deje la huelga, por favor, al gobierno no le importará que
muera.
Me asusté un poco al principio ¿Quién les había dado mi número? Le pregunté y me dio una lista de desconocidos.
El hombre estaba preocupado, sentí vergüenza de mi propia desconfianza. ¿Hay algún problema?, preguntó. No, ninguno, dime qué pasa y veré qué puedo hacer.
Lo que me contó fue esto: El preso Alexandre de Quesada Martínez , condenado desde el año 89 por atentado, está muy enfermo de los riñones y le niegan atención médica. Hace seis días se cosió la boca y dejó de comer, el personal de la prisión no le hace el menor caso y su deterioro físico es muy evidente.
Su amigo estaba muy inquieto, me pidió ayuda.
¿Cuán desesperado puede estar un preso para llamar a una desconocida en el otro lado del país y pedirle socorro?
Dile que deje la huelga, por favor, al gobierno no le importará que muera –no pude pedirle que también se descosiera la boca, era demasiado horrible.