"Algo más reduce las posibilidades de la muerte de la pintura: hay demasiada gente pintando -la mayoría, ahora, obviamente mujeres- que están dejando su marca, y que convierten la pintura en una constante diálogo público."
De arriba a abajo: The Butt, de Ellen Altfest, Untitled, de Christoph Ruckhäberle, Trying to Pluck Her Eyebrows, She Blinded Herself, de Negar Ahkami, Untitled, de Jakub Julian Ziolkowski, Fellow, de Leidy Churchman y finalmente, Loddie, de Michael Williams.