miércoles, 24 de marzo de 2010

Futuro corneta

Lydia Cabrera

Los esposos Martinilla y Pepilla, como buenos cristianos que eran, ansiaban tener un hijo.
Cierta noche, entregánsode con más celo que de constumbre a la noble tarea de procrear, Martinillo murmuró en el oído de Pepilla:
-¡Te haré un gran hombre, será obispo, estadista, gobernador! A todo trotar, Pepilla respondió con énfasis:
-¡Será general, general!
Cuando, ya a punto de perder el sentido en aquella carrera inefable, escuchó un sonido prolongado y discordante e inconfundible que se escapó del ardiente Pepillo.
De repente insensible, inmovil, Pepilla exclamó desencantada:
-¡Será corneta!

7 comentarios:

Pedro F. Báez dijo...

La inigualable y frecuentemente soslayada Lydia Cabrera, autora, autoridad y madre de El Monte. Impresionante archivo de conocimientos etnológicos y sociológicos en aquel cerebro tan privilegiado que tuvo.

Anónimo dijo...

Eso fue lo que le dijo el papa a la mama de el Niche Romero. Y mira la pura del niche tuvo razon! FUE Corneta, A DEGUELLOOOOOO. jajajajaja. Estaban templando? jajajajajaja, esa historia te la cpntaron los padres de Carlos Puig... di la verdad... jajajajajajajajajaja. Fue en serio?

Anónimo dijo...

exquisito

Anónimo dijo...

Bien dicho Pedro. RI

JR dijo...

Buenísimo. Chiste típico de la criollez republicana. Hace pensar en un especimen cubano casi extinguido.

Anónimo dijo...

DE DE DE
PIN PIN PIN
GA GA GA

Anónimo dijo...

Según dicen ...al que nació para salchicha del cielo le cae la lata.

Saludos,

MI