(a acha)
om ulloa
Ilustración: La commedia illumina Firenze, Domenico di Michelino
la brisa cargada de vapor me roza y miro de reojo el cementerio mientras la cola de carros esperando parqueo frente al Versalles aumenta con el timbrar del mediodía. llego a la esquina y decido doblar en U. y volver, volver, volver… a tus brazos otra vez. nunca recuerdo el nombre del cementerio amplio que se abre y cierra denso de tumbas, cada día más poblado, en medio de la ciudad-estado, casi enfrente del café de los opacos espejos translúcidos, propicios para el espionaje y los susurros de las reflexiones a gritos, carnada del eco hueco de un abismo perpetuo. las nubes regordetas amenazan lluvia otra vez y me detengo justo a la entrada del complejo de tumbas.
he hecho esto tantas veces, mora. venirte a visitar sin nunca llegar a la piedra que te pesa, que te marca para que no te olviden. nunca entro porque entonces sería verdad que estás muerta. mientras no lo vea no hay que creerlo, es la verdad del momento. ésta entonces será como las otras tantas visitas a Key Biscayne de lejos, esperando verte por la ventana; a la playa de cerca, esperando verla en el balcón; a Coconut Grove detrás de los muros, esperando no verla jamás; a Palm Beach sabiéndola on the other side of the tracks, todas tirando guijarros al hoyo de la memoria que nunca es colectiva pero siempre selectiva… piiiiiiii… el claxon del carro que quiere entrar y obstruyo me salpica con la voz de Álvarez Guedes cuando me pasa por al lado… a ti te encanta(ba) eso de los chistes, mora, por eso presta atención y oye bien el cuento que va rebotando del carro-latón del viejito cuando pase por tu aposento… será fino, será grosero y terminará con “comemierda” o “carajo” y ya, ríete a boca abierta y generosa que los dientes nunca se pierden y menos en tu bocalocaquelotrotafrota…
pasa el tráfico por la calle ocho embalado en la urgencia de evitar éste, el verdadero alto de todos. subo la ventanilla, cierro los ojos y, con la cabeza hacia atrás, emancipo el volumen de la música… “Perfidia”, deshilvanada en cuerdas por el Kronos Quartet rebota de las bocinas y se estremecen los vidrios. alabao, mora, tremenda y magnífica la sonocacofonía de este cuarteto que odiarías, tú que eres ya espiral de humo y cenizas repudiándome esta música “extraña” como antes Tom Waits y Jacques Brel en vez de Lissette y las Rocíos. y me río, sabes, porque te veo de nuevo entre las hileras de tumbas que desde el interior del carro vislumbro. llevas el pelo suelto a la gitana cubana y aquel vestido en dos piezas con los irresistibles tacones rojos. bailas sobre los mármoles con la soltura con que empieza a caer la lluvia del mediodía. sí, sé que también me reprocharías que no te traiga flores, aunque se me ocurrió cada vez, te lo juro. pero hacerlo lo confirmaría, el rumor, y no. no yaces porque cuando aprieta la lluvia, los trabajadores dejan caer las palas y buscan refugio en los camiones. las tumbas se quedan solas, pero tú sigues ahí, cimbreando el regalo de tu carne, mojada, ahora ya una deslumbrante mora desnuda bajo el aguacero en el cementerio de la calle ocho, enfrente del Versalles, tu cadavivre imperando entre el aroma de café, la peste de las flores mustias, el fango de los charcos de la lluvia ilusa que salpica los vidrios y en tu piel, más lumínica que antes, despidiendo los reproches en un canto agudo, punzante.
subo más la música, al máximo, hasta que los violines, los violoncelos y las cuerdas resbalan y se salen de la pista, asfixiándome con el rugir sonoro, opacándote, sacudiéndome como siempre que me quedo congelada en este portón, en esta valla del purgatorio de la calle ocho, una vez más sin el valor de entrar y dejar atrás tanta divina comedia.
¡Muy bueno om! se rompió el dique de los sentimientos...
ResponderEliminarSaludos,
MI
MI, me gusto eso del "dique de los sentimientos"...que contiene la voragine de las emociones. Alicia said...
ResponderEliminarom,como siempre, apasionada, sincera...
ResponderEliminar¿Humor y jodedera? Esto es pura literatura. De esa que deja sin aliento.
ResponderEliminar"...bailas sobre los mármoles con la soltura con que empieza a caer la lluvia del mediodía...
"...las tumbas se quedan solas, pero tú sigues ahí, cimbreando el regalo de tu carne, mojada, ahora ya una deslumbrante mora desnuda bajo el aguacero en el cementerio..."
gracias por sus comentarios, y sí, estoy de acuerdo con que "el dique de los sentimientos"de MI, al igual que "la vorágine de las emociones" son ambas estupendas frases...
ResponderEliminartmb: creo que el label-tag de humor y jodedera para este post fue un desliz, ¿o no?
salud a todos.
bueno, si algún día te animas yo te acompaño
ResponderEliminarApretó Empella Valdés:
ResponderEliminar"Yoani Sánchez, por cierto, habló de mi obra, en Twitter, después que yo le mandé un email, diciéndole lo que pensaba de la manera en la que estaban aconsejándola. Nunca antes lo había hecho, aún cuando su blog es una clara inspiración de mi novela La nada cotidiana, y de mi personaje Yocandra, dado que al poco tiempo de publicar yo mi novela, su marido y mi amigo, Reinaldo Escobar, pasó por París, en 1995, para conocer las razones por las que yo estaba en Francia, y como me había ido con la novela, de manera muy amistosa. Aquí hay que hablar con poder, con mucho poder. Y no digo todo, por pudor, pudor que no tienen muchos de ustedes, a la hora de acusarme de esto y de lo otro. Sin conocer lo que yo hice en Cuba, y sin saber absolutamente nada de mí, probablemente sin haber leído mis libros."
um, bellísimo fantasma. Y has editado el mapa a tu antojo -que Miami también es un espacio antológico. Cariños, Rosie
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