jueves, 18 de febrero de 2010
Avatares y des(avatares) de Avatar
Jesús Rosado
La furia taquillera de Avatar ha comenzado a ceder paso en las últimas dos semanas, aunque el efecto avatárico se sigue extendiendo hasta las más insólitas plazas del ejercicio crítico. Por ejemplo, ya comenzaron a publicarse, en secciones o publicaciones especializadas, los primeros ensayos sobre las secuelas psicológicas del filme. Se le ha llegado a atribuir una sutil inducción al suicidio provocado por su autenticidad en la recreación de realidades idílicas, cualidad que pudiera precipitar a los jóvenes románticos a un abismo de frustraciones en el mundo caótico de hoy día. Otros teóricos, por el contrario, aluden positivamente a la obra de Cameron por la capacidad de estimular la introspección desintoxicante a escala individual y colectiva y citan con vehemencia los modelos constructivos que refleja el filme. Y hay hasta quienes le confieren al largometraje la condición de material didáctico para ilustrar de manera atractiva los contenidos de la psicología evolucionista. Lo cierto es que la película ha desencadenado el debate en las más disímiles ramas de las ciencias humanísticas, una polémica que recorre en curvas cruciales desde la etología hasta los postulados creacionistas. Especulaciones, disertaciones, expectativas, desencantos, asombros, escepticismo, idolatría…de todo lo imaginable que se puede esperar en reacción humana se ha originado a partir de una producción audiovisual concebida mediante una tecnología sin precedentes. Un suceso escénico que ha hecho levitar al espectador. Sin embargo, no le faltan detractores que la tildan de anémica intelectualmente y de adolecer de la más frívola insustancialidad. No son pocos los que atacan frontalmente las adjetivaciones gloriosas con que la defienden sus fanáticos. Y es de entre esa disidencia que tomo la posición de cierto crítico reconocido ante la cual me quiero detener porque sus criterios merecen tenerse en cuenta, no tanto por su saña antiavatárica, sino por los argumentos que enarbola al proclamarse como un preservacionista de la pureza séptimo arte. Me estoy refiriendo al español Javier Ocaña, quien desde las páginas de El País ha ido más allá de acusar al filme de anorexia literaria para catalogarlo como un acto de “involución artística”, en el que el despliegue de los avances agrede sin misericordia la bohemia originaria en torno a la gran pantalla. No sé si pecará de exceso. O de precipitación. O del espanto que padecen los fundamentalistas de la maravilla clásica cuando la novedad industrial se intercala en la gestión estética. Y he aquí, que sin pretender parcializarme con bando alguno, invito a reflexionar sobre algunas interrogantes. Con la irrupción de Avatar, pregunto, ¿perderá el cine el encanto de la bidimensionalidad que es la que marca en este medio las distancias formales entre realidad y hecho artístico? ¿No será que estamos asistiendo al nacimiento de una variante del cine, valedera como aporte, capaz de no disolver la esencia de la creación tradicional cinematográfica aún revolucionando su modo de percibirla? O ¿es que acaso debemos declarar caducos los soportes convencionales de un recurso de expresión artística que nos cautivó incluso con su magia bicolor y la ausencia de sonido? Menudo dilema... De un lado, la espectacularidad absorbente, desconcertante, deslumbrante, un prodigio de recreación inconcebible pero casi táctil gracias a la inventiva y al adelanto de la computación. De la otra orilla, desde donde zarpara hace unas semanas la aventura ingeniera de última hora, todavía se disfruta la poética de la cinergia plana funcionando como espejo de emociones. Con su seducción cóncava y su misterio neblinoso, involucrándonos desde la mediatez. Ventana hacia las historias narradas con la imagen. La eterna hospedera de Citizen Kane e Hiroshima Mon Amour.
La pelicula tiene aciertos pero es otro novelon de Holywood para crear la serie y de ahi la fanquicia.
ResponderEliminarMi querido amigo. Escribo para felicitarle por este excelente articulo llamando a la reflexion desde de "solidez" de las defensas de ambos bandos. En verdad esta cinta provoca en sentimientos encontrados. Asumo que pasara algun tiempo antes de que pueda emitir una posicion clara. La linealidad y simpleza de la trama contrasta con la espectacularidad de sus imagenes. Creo que de no ser por ellas (las imagenes 3D), esta cinta no seria nada, sin embargo, creo que aun asi habria personas dispuestas a quitarse la vida por ella... Ya que de estos personajes con pocas ganas de vivir siempre se encontraran.
ResponderEliminarEl día que un crítico haga su opera prima con exito de taquilla y deje un legado percedero a las artes visuales, entonces la verborrea infinita estará justificada, aún cuando sea pedante y aburrida. Buen articulo Jesús.
ResponderEliminarPong estas trocado todos los de la Nueva Ola francesa lo hicieron asi, felicidades Jesus buen texto.
ResponderEliminarEste es un texto critico como corresponde porque alude a ambos lados y a "otros" lados.
ResponderEliminarPero reconozco que la ciencia ficcion no esta hecha para mi, incluso para plantear lo posible
Aqui el fracasado soy yo no el film.
Es la segunda vez que intento verla y lo maximo es cuando el paralitico transformado en avatar puede correr y sentir el espacio.
Cuando llegan los animales y atacan como los dinosaurios de Spielberg reconozco que ya no puedo mas y entonces acuso a la forma hollywoodiana mas que al fondo.
Yo soy de los que opina que el cine es bidimensional y que lo mejor hubiera sido que no hubiese accedido al color (pongo una excepcion con el Cinemascope y el Technicolor)
Amilcar Barca
Amilcar Barca
Yo la vi con espejuelitos en el cine grande de Sunset y de verdad que me impacto.Rosado, esto un un crice entre cine y dibujo animado pero la verdad es que esta buenaisima,ademas esa pelicula nada mas que la puede hacer Estados Unidos,nadie mas se le ocurre.Como siempre hay mucha envidia por que se les ocurrio primero.
ResponderEliminarHLM
Una hora mas larga de lo que debio ser.
ResponderEliminar"De un lado, la espectacularidad absorbente, ..., un prodigio de recreación inconcebible pero casi táctil gracias a la inventiva y al adelanto de la computación. De la otra orilla, ..., todavía se disfruta la poética de la cinergia plana funcionando como espejo de emociones. Con su seducción cóncava y su misterio neblinoso, involucrándonos desde la mediatez. Ventana hacia las historias narradas con la imagen".
ResponderEliminarTodo, lo queremos todo. Se puede encontrar el equilibrio entre esas opciones, tan bien descritas. Chévere reseña... rica, resbalosa, objetiva.
Aparte de la ganancia megamillonaria holywoodense, en este caso justificada por la defensa ecológica de la película. Importante por la divulgación masiva que tiene. Muy buen post, Jesús.
ResponderEliminarJesu me ha gustado mucho tu reseña. Nosotros la vimos en 3D y fue una experiencia estéticamente bella. Me gusta el mensaje ecológico y antibélico (que le viene tan bien a los jóvenes a los que está dirigido), pero me desagrada lo maniqueo de los personajes: los malos eran demasiado malos e irracionales. De acuerdo Inki con que le sobra al menos ½ hora.
ResponderEliminarPunto y aparte el conflicto que el filme presenta a la Academia, en cuanto a cómo premiar o postular a un actor que no estaba ahí frente al lente.
Me guzta el trabalenguas qwe hizo Rosado con el titulo
ResponderEliminarI feel blue, don't you?
ResponderEliminarA. Vatar
Jesus, si mal no recuerdo, a Mickey Mouse le otorgaron un Academy award.
ResponderEliminarOscar
Buen punto de partida, Jesús, para una discusión mucho más amplia. Efectivamente, pienso que estamos ante la frontera del cine de antes (que irá de cabeza a las ya grandes pantallas de los Home Theaters –pronto también en 3D- o a los teléfonos de última generación) y el nuevo cine. La tecnología siempre ha transformado el arte. La utilización del mármol por los griegos transformó para siempre la escultura y la pintura dio un salto cualitativo con la introducción del óleo en el renacimiento. Lo mismo ocurrió con la aparición de la fotografía, el cine, el fonógrafo, la televisión y la computación. Es cierto que el cine hollywoodense ha sido una especie de morfina ante los grandes dolores de las crisis. Sin embargo, a pesar de su discurso plano, la elaboración de las imágenes es espectacular. Fue como si viera el cine por primera vez. Por otra parte, el cine de ciencia ficción ha sido el que ha impulsado el cine en los últimos 40 años. Odisea del Espacio, La Guerra de las Galaxias, Alien y The Matrix (indudable obra de arte) han sido hitos en este desarrollo y Avatar, quiéranlo sus detractores o no, con todos sus pecados, marca un salto cualitativo.
ResponderEliminarNo he tenido casi tiempo de meterme a compartir con ustedes.
ResponderEliminarGracias a todos los que le ha cuadrado el tema. Hay mucha tela por donde cortar, estamos con Avatar ante un suceso revolucionario que habrá que tener en cuenta definitivamente. Ya desde la salida de la película nos topamos hasta con comerciales de TV que están bajo el impacto de algunas de las innovaciones que introdujo Cameron. Yo también, lo confieso, soy un romántico que se adscribe a la bidimensionalidad y al aura del cine clásico. Pero...pregunto ¿qué piensan nuestros hijos? Porque a ellos les pertenece el futuro.
La cosa es que no muera el CINE como arte
ResponderEliminarEl cine tal cual, el libro tal se tambalean.
ResponderEliminar...y nos duele. Besito mantilla, RI
ResponderEliminarBien me la he acabado de tragar entera. Si bien reconozco que no la he visto en 3D. Y no niego los efectos especiales que pueden ser de lo mas valiosos, voy a ser honesto y quizas algo cruel con lo que voy a decir: es una pelicula mala.
ResponderEliminarCon un guion tan simplon que parece de Walt Disney. De hecho la influencia de Pocahontas, El libro de la Selva, Lyon King, o copias (...no homenajes) a Apocalypsis Know, al cine de Spielberg de persecuciones y Parques Jurasicos, y por supuesto el esquema del viejo y el nuevo Western de El Septimo de Caballeria y Custer, o Flecha Rota, y Pequenyo Gran Hombre o Un hombre llamado caballo, y una leccion tan moralista e ideologica(...que no quiere decir que no la comparta al contrario) que Michael Moore se queda corto y se asustaria. Y nadie me diga que es un homenaje al comic fantastico de los ochenta ni cosas parecidas. Repito no la he visto en 3D pero creo que todo lo impactante debe estar en lo visual que para los que nos dedicamos a comentar el arte debe ser bastante extraordinario.
Bueno me voy a dormir antes de que me peguen.
En este blog nadie podra decir que porque seamos amigos compartimos pareceres...por eso es un buen blog
Un abrazo
Amilcar
Next, a 3-D porno film, starring Pamela Andersen as the blue bombshell and Tom Cruise as teenie weenie. Raincoats will be supplied for those seating under the balcony section.
ResponderEliminarManuela
Amilcar, te tengo en cola Ágora y La Teta Asustada. Ya sabes: banquete. Si localizas La Nana, avísame.
ResponderEliminarLa verda no fue pa tanto na, de hecho hay peliculas e historias que sin recurrir al efecto optico logran romper la cuarta pared,Leyend de scot, Baron de munchausen de Gillian,Fantasia de Disney, cual es la diferencia? Obras maestras en cuanto a guion y contenido...
ResponderEliminar"la bohemia originaria en torno a la gran pantalla"... What the heck is that? Qué manera de hablar basura! De cuando acá el cine fue otra cosa más que espectáculo? Meliés hizo circo; lo mismo que todo el cine mudo se acompañaba de orquesta cuando se podían, para que los efectos sonoros se integrasen. Y Hollywood siguió haciendo el circo de Melies desde Chaplin hasta hoy. No sé de qué bohemia originaria habla ese "crítico". Y esta reseña es insulsa y no dice nada!
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