miércoles, 20 de enero de 2010
Mientras sacudía el polvo
Amílcar Barca
Retiré la suciedad de los anaqueles y de varios objetos que en ella reposaban: una foto con mi mujer junto al Sena, tres títeres diminutos (un pirata tuerto, un demonio ladino y con los labios untados de carmín, una luna menguante). Con menos partículas de mugre alrededor, se encuentran un reloj minutero de cocina y una pequeña escultura de Angel Vapor llamada “El perro”. Más atrás, en una fotografía en blanco y negro, estamos mi padre y yo en bañador, esperando que la espuma del mar allane nuestros pies en la playa de la Barceloneta. “Ahora que no estás, papá, me doy cuenta que tus rasgos los he heredado en mi rostro”, me dije taciturno mientras contemplaba el tizne en el trapo de limpieza. Y así, huyendo de la muerte en mis pensamientos, miré aquella cara de simpático que ponemos todos frente a un retrato veraniego. Abrí google. Puse muerte en la barra de contenidos y brotaron los siguientes resultados por orden de aparición: la muerte no es el final, la muerte tenía un precio, la muerte y la doncella, la muerte de Michael Jackson, la muerte un amanecer, la muerte de Superman... Si abordamos la enumeración, con respecto a la primera, reviví este sentimiento absurdo y egocéntrico del ser humano de querer mostrarse siempre imperecedero; esta esperanza tan judeocristiana de que hay un paraíso en la nada. Respecto a la segunda, pensé que del viejo Clint Eastwood, que tan magníficamente había interpretado a las órdenes de Sergio Leone el título de esta película, hoy habita a las puertas de otro cielo.
En cuanto al cuarteto de cuerda no 14 en re menor de Shubert, llamado “La muerte y la doncella”, me acordé del allegro inocente y pastoril del primer movimiento, contrastado con el segundo, más lúgubre y romántico (Shubert tenía sífilis en aquella época). En el siguiente, si descontamos Thriller, que habla de los, zombies -muertos vivientes-, Jackson me ha interesado poco en vida. En cambio, poder sentir la muerte al alba, entre caballos andaluces y ríos que han sido espejo en el poema lorquiano, el amanecer te regresa a la oscuridad: Noche de cuatro lunas/ y un solo árbol/en la punta de una aguja/está mi amor ¡girando! Cuando llegué a Supermán, honestamente, no acudió a mi memoria Christopher Reeve ni su impecable trayecto como ser humano, sino mi padre, es decir, el antihéroe. Tendido en el cama del hospital, con el hígado ya reventado por la ginebra y las mezclas de coñac y café al mediodía. Aquel ser que se carcajeaba de sí mismo y del mundo ordenado. Seductor, profeta, parlanchín... Que hablaba de su propia muerte mientras degustaba un estofado de rabo de toro y un vino tinto... Aquel bonachón le tenía cogida yo mi mano mientras la agonía ascendía. Cuando finalmente se detuvo su aliento, la muerte, siguió en mi memoria para siempre, y hoy, sin más tragedia ni melindres, al mismo tiempo que hago las tareas del hogar y ordeno mis valores sobre el devenir, me acompaña mientras sacudo el polvo de la casa.
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15 comentarios:
Muy bueno Amilcar.:)
yo no quiero morirme, por eso soy vampiro.
Comprendo, mira que si lo comprendo. Al igual, yo he pasado por lo mismo, aun sera un año desde la muerte de mi padre. Solo se, que para morir, solo tienes que nacer. Realmente, los que estan vivos y leen este escrito, van a morir, todos, todos, si, todos.
Que venga la muerte, mi mejor aliada.
Para AT>
Necesito una aclaración con tu statement. No olviden que ustedes tiene al "susodicho" con Patria o muerte. Venceremos!. ¿Qué quieres decir con "mi mejor aliada"?
Para la Mano Poderosa
Recuerdo el momento que tu padre murió Mano. Estábamos en la Cafetería Roma tomando unos pastelitos y me hablaste de la importancia de tu mentor.
Yo siempre, horandamente, rechacé a mi padre hasta tres años antes de morir que pudimos hacer las paces internas. Hoy soy su vivo retrato me pese o no.
Uno mata la padre, psicoanalíticamente hablando, pero en el azogue cada mañana aparece al mirarte en el espejo.
Amílcar
Pdta: Creo que lo que está pasando en Haití en estos momentos ha tenido algo que ver con este tema
siempre he pensado que el polvo nos envía mensajes... Teresa María.
Me recuerdo, y tienes razon. Todavia escucho su voz al hablar y lo veo en el espejo, saludandome al amanecer, asi es...
Buen escrito, catalán. También tiene que ver conmigo.
Magnifico AB. El cuarteto de cuerdas de Shubert “La muerte y la doncella” nos sugiere la diferencia esencial que hay entre sacudir el polvo y echar uno.
AB,
Sabes que hoy mi madre me conto que soño estar conversando con mi padre. Al despertar lo vio al lado de ella, vestido todo en blanco (no se acostumbraba a vestir de esa manera), y hablandole, aunque no se recuerda lo que le dijo. Ella misma se dio cuenta que no era posible, como el habio fallecido, y su razonamiento le indicaba la imposabilidad de este fenomeno, de pronto su imagen desaparecio. Claro, uno puede diagnosticar este fenomeno cientificamente, ella todavia estaba soñando, saliendo del sueño en un estado seudo-conciente, o pudiera haber sido una experiencia espiritual? Mi padre se le aparecio al ella llamarlo durante su sueño, en un estado entre lo real y sub-conciencia, un misterio? Quizas, lo que si podemos verificar es lo poco que realmente sabemos. Durante nuestra batalla cotidiana, ocurren muchas cosas inexplicables, acaso quizas romanticas, aunque lo negamos con nuestra logica y razonamiento, si ocurren. Solo yo se, que si fue un alivio para mi madre, quizas pueda existir algo que todavia ni podemos medir, ni realmente debemos totalmente negar...
Publicado el jueves, 01.21.10 http://www.elnuevoherald.com/noticias/america_latina/cuba/story/633510.html
PULSO CUBANO
SEMBLANZA/ Después de Jacques Chirac y Georges Bush Jr, una figura de la televisión francesa, Karl Zéro, se mete ``en el pellejo de Fidel Castro'' en una ficticia autobiografía, cáustica y con mucho material de archivo, que presenta al ``comandante'' con un inesperado toque de ternura.
Se trata de una recopilación de imágenes de archivo sobre todo de Fidel Castro, de su hermano Raúl, de Ernesto `Che' Guevara, Nikita Jruschev, y también de los cubanos y de la isla caribeña.
Los textos, escritos en un tono cáustico y a veces irreverentes, son leídos por una voz en off, la del actor Pierre Arditi, como si fuera Fidel Castro.
Karl Zéro, que ha trabajado con la escritora cubana anticastrista y exiliada Zoé Valdés, considera que su película no es ``ni pro ni anti Castro''.
``Es el último gigante de la Historia que todavía sigue más o menos al pie del cañón. Es alguien que conocemos sin conocerlo'', dice Karl Zéro para explicar su proyecto.
Karl Zéro dice que ha descubierto un personaje ``tierno'', ``extremadamente seductor que no me imaginaba para nada. Me daba un poco de miedo, ahora mucho menos. Lo encuentro muy humano''.
``Antes de la película, veía a Castro más bien como dictador. Después de todo, tengo la impresión de que quería el bien de su pueblo. En eso no ha mentido'', añade, e insiste: ``tampoco es un monaguillo''.
AT,
Why do you say such a dumb thing. Why are you playing with such a serious & Inevitable fact? Don´t Smuck around with that please. You have a daughter and <family to take care of, oo know that...... I will tell Soren Triff, what you said.
AB,
Why are you being, ummm... emmm. ehhhh, how shamicallit, DECADENT. I almost forgat you were the decandent people. Sorry. I don´t blame you. You are the lost generation. They have bypass you all around those 1930 bastards. Sorry guys.....
MANO, AY MANO. YOU ARE SO SMART, GRACIOUS. Thank you for existing. By the way I love Brown the new Republican Senator. I am in love with him. Thank g@d i despise Unipartidism. I wish they allowed my ECO - logikal party to take part of the elections. uffffff. I wish.
caballero pero que cara de tranca la pseudoescritora esa. Poderoso caballero es Don Dinero. jajaja.
A propósito del documental sobre Castro, ya que hablan de el, debo decir que me quedé sorprendido. Después de verlo, tuve que pellizcarme para despertar, no me pareció haber visto un documental sobre un dictador que ha devastado un país, sino a un buenazas, un poco regordete, un cubano banal y corriente de la clase media, un personaje amable, sonriente.
Se emplea la palabra dictador una vez y rápido.
Lo más curioso es el desfase entre el texto y la imagen. Afloran más bien las imágenes corrientes, de la vida cotidiana, ordinaria y el texto que las acompaña es virulento, agresivo, irónico y hasta vulgar, dicho con un acento despectivo y hasta de desprecio.
El resultado es un Castro humanizado, banalizado, edulcorado. Nadie diría al ver el documental que estamos ante un individuo responsable de la destrucción de todo un pueblo.
El documental en este sentido es el síntoma perfecto de la distancia que siempre ha existido entre la realidad y la ficción Fidel, como diría Zoe Valdes. La escritora aparece en la ficha técnica como adaptación.
El documental me parece quiso retratar al Castro sin traje militar verde olivo, pensando que a través del personaje civil aparecería la autentica personalidad y vida del dictador. El problema es que la realidad de la vida de Castro está intrínsecamente ligada con la realidad de su vida de comandante y por consiguiente de dictador. No se puede hacer abstracción de ella. Pensaron captar a Castro y solo captaron al Castro que habría sido si hubiera continuado su vida banal de abogado insignificante.
Eso fue mi impresión general, no creo que este documental sirva mucho la causa de la libertad de Cuba, y me atrevo a decir que la perjudica. Siento tener que decir esto sabiendo que cubanos trabajaron sinceramente sobre el.
En cuanto al debate entre Eduardo Manet, Jack Lang el antiguo ministro de la cultura y actual enviado especial de Sarkozy a la corte de los revolucionarios y el realizador Kal Zero fue patético.
Eduardo Manet defendió como pudo el espíritu de resistencia a la dictadura, pero no pudo contenerse de alabar a los inmensos logros de la revolucioooooonnnnn. Karl Zero dijo que Castro le parecía muy humano y cuando habló de Miami fue horrorizado por la mafia que imagina viviendo todavía en Florida como en tiempos de Al Capone, lo que demuestra una extraña ignorancia del tema Castro. En cuanto a Jack Lang, alcancemos la ignominia y la vergüenza cuando se puso a gritar que era escandaloso que el bloqueo (fue su palabra) se emplee contra Cuba por unos 25 prisioneros políticos, cuando en Egipto hay miles. Recalcó jovial que había estado muy satisfecho de su último encuentro con Raúl Castro quien le pareció muy simpático y provisto de humor. O sea una indignidad total la de este francés radicalmente ignorante de lo que sucede en Cuba.
Des pues de lo visto, me quedaban dos soluciones, ponerme a llorar por causa de este desastre general o tomarme una botella de ron para olvidar. Escogí una tercera: olvidarme de todo este circo sin estropearme el hígado.
Es más o menos lo que recuerdo porque como dije ya olvidé todo.
21 de enero de 2010 17:26
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