Desde La Habana, Sexo barato. Y dice:
No tienen el encanto de las jineteras por moneda dura. No visten con ropa de marcas, ni usan tacones altos. No usan perfumes Chanel, ni joyas de oro. Son unas pobres tipas, que a lo sumo se embadurnan con grandes cantidades de talco Suchel de producción nacional y huelen a colonia barata. Visten sayas cortas y ceñidas. Y suelen pintarse el rostro con exceso de maquillaje.
Son las putas por moneda nacional. Muchas se bajan del tren al amanecer y antes de que apriete el sol, ya está en la faena. Buscándose el pan. Como Yanelis, 28 años, una mulata indiada, nacida en una provincia oriental, a 800 kilómetros de la capital.
Su vida es un infierno chiquito. No conoció a sus padres ni tiene gratos recuerdos de su infancia. Sus abuelos maternos, hicieron lo que pudieron. Pero a Yanelis su cabeza sólo le dio para terminar el séptimo grado. Pero sus nalgas empinadas y redondas, sus pechos duros y su piel color café con leche, despertaban sensaciones entre los hombres. Sobre todo entre sus parientes.